Después de cinco años de tratamiento, la combinación de raltegravir (Isentress®) más lamivudina (Epivir®) y tenofovir (Viread®) ofrece una eficacia similar a un tratamiento estándar, compuesto por efavirenz (Sustiva®) más lamivudina y tenofovir, en pacientes naïve.
Esta es la principal conclusión del protocolo 004, un estudio de fase II que, al cabo de 240 semanas de tratamiento vio que un 69% de los participantes en el grupo con raltegravir tenía carga viral indetectable (<50 copias/mL), en comparación con un 63% de los que tomaron efavirenz. Además, los incrementos de CD4 fueron también similares durante este periodo de tiempo.
Raltegravir es el primer y, de momento, único fármaco contra el VIH de la clase de los inhibidores de la integrasa. Se comercializa en España desde 2008 con el nombre de Isentress®. Los datos, que fueron presentados el pasado mes de julio en Roma durante la VI Conferencia sobre Patogénesis, Tratamiento y Prevención del VIH de la Sociedad Internacional del Sida (IAS, en sus siglas en inglés), confirman resultados anteriores, como los del estudio STARTMRK, que sirvieron para que en 2009 la Unión Europea autorizara el uso de raltegravir como parte de un régimen antirretroviral de inicio del tratamiento (véase La Noticia del Día 17/09/09).
Se trata de la extensión de un ensayo multicéntrico de fase II, de reparto aleatorio, doble ciego y con control en el que participaron un total de 198 pacientes con VIH-1, sin experiencia previa en el uso de antirretrovirales, y que recibieron o bien 400mg de raltegravir dos veces al día (BID) [n=160] o 600mg de efavirenz una vez al día (n=38), en ambos casos en combinación con tenofovir y lamivudina. Este diseño se implementó a la semana 48 entre los participantes de un estudio de búsqueda de dosis. A las personas que habían estado tomando 100, 200 o 600mg BID, se les cambió a la dosis seleccionada de 400mg BID.
Los criterios de medición principal del estudio fueron el porcentaje de personas con carga viral de VIH por debajo de 50 copias/mL, así como una evaluación de la seguridad y la tolerabilidad; mientras que los criterios de medición secundarios fueron la proporción de pacientes que alcanzaban cargas virales por debajo de 400 copias/mL y el cambio en los recuentos de CD4 desde el inicio del tratamiento hasta la semana 240. La evaluación del colesterol total, LDL y triglicéridos se hizo mediante análisis exploratorios de datos.
Al inicio del tratamiento, la media de carga viral era de 55.266 copias/mL entre quienes empezaron con raltegravir y de 67.554 copias/mL entre los que tomaron efavirenz. La media en los recuentos de CD4, también al comienzo, fue de 305 células/mm3 y 280 células/mm3, respectivamente.
La eficacia fue similar en ambos brazos. Tal como se dice más arriba, al cabo de 240 semanas, resultó tener carga viral indetectable (<50 copias/mL) un 69% del grupo con raltegravir, en comparación con un 63% de los que tomaron efavirenz. Cuando se usó el umbral de <400 copias/mL, los porcentajes fueron del 72% y del 66%, respectivamente. En ambos casos, se usó un análisis de intención de tratar en el que aquellos participantes que no completaron el estudio se contaron como fracasos.
En total, fueron 15 sujetos los que experimentaron fracaso virológico según la definición del protocolo [10 (6%) con raltegravir y 5 (13%) con efavirenz]. Solo hubo 3 fracasos después de la semana 192 (2 con raltegravir y 1 con efavirenz).
Los incrementos de CD4 fueron, asimismo, similares, con una media de 301,7 células/mm3 entre los que tomaron raltegravir, en comparación con 275,6 células/mm3 de media entre quienes tomaron efavirenz. Tanto el recuento de CD4 inicial como el descenso de carga viral temprano (semana 8) fueron identificados –de forma estadísticamente significativa- como factores predictores de CD4. En concreto, se vio que haber obtenido 1 log de descenso de carga viral a la semana 8 ofrecía aumentos adicionales de 112 células/mm3 con raltegravir, y de 93 células/mm3 con efavirenz a la semana 240.
Según los investigadores, las tasas acumuladas de efectos adversos en la semana 240 fueron más bajas con raltegravir (55%) que con efavirenz (76%) (p=0,017). Los síntomas referidos con más frecuencia con raltegravir y efavirenz, respectivamente, fueron diarrea (6,9 y 10,5%), náusea (12,5 y 10,5%), sensación de mareo (8,1 y 26,3%), dolor de cabeza (8,8 y 23,7%), sueños anómalos (6,9 y 18,4%), insomnio (8,1 y 13,2%) y pesadillas (0,0 y 10,5%).
Tal como se ve en la siguiente tabla raltegravir tuvo poco impacto en el colesterol LDL y en los triglicéridos, aunque en ambos casos las diferencias respecto a efavirenz no fueron estadísticamente significativas.
Estos resultados han sido publicados como un abstract y presentados en la conferencia. Los datos y las conclusiones deben considerarse preliminares hasta que se publiquen de forma definitiva en una revista científica.
Fuentes: Elaboración propia / Comunicado de prensa de Merck del 17 de julio de 2011.
Referencias: Gotuzzo E, Nguyen B-Y, Markowitz B-Y et al. Sustained efficacy and tolerability of raltegravir after 240 weeks of combination ART in treatment-naive HIV-1-infected patients; final analysis of protocol 004. 6th International AIDS Society Conference on HIV Pathogenesis, Treatment and Prevention (IAS 2011). Rome, July 17-20, 2011. Abstract WEPDB0102.
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.