Un estudio publicado en Open Forum Infectious Diseases ha concluido que, entre las personas mayores con el VIH, las potenciales interacciones entre antirretrovirales y otros fármacos y la selección y prescripción de fármacos inapropiados para combinar con los antirretrovirales serían fenómenos frecuentes capaces de añadir una carga de morbilidad añadida a la asociada a envejecer con el VIH.
La llegada de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) en la segunda mitad de la década de 1990 transformó el curso de la infección por el VIH, que pasó de ser una infección aguda con desenlace fatal a convertirse en una infección de evolución crónica gracias al control ejercido por la TARGA. Muchas de las personas que “llegaron a tiempo” en aquella época y algunas que se infectaron posteriormente conforman el grupo cada vez más nutrido de personas mayores con el VIH.
Dado que el pico de infecciones por el VIH se produjo a inicios de la década de 1990, el promedio de la edad de las personas con el VIH aumenta año tras año y el número de personas mayores con el VIH no deja de aumentar. La incorporación de especialistas en geriatría al equipo de atención de las personas con el VIH se hace, por ello, cada vez más necesario y será clave para poder mantener una atención médica de calidad en la población con el VIH.
Por el hecho de tener ya una comorbilidad crónica de base que precisa de la toma diaria de medicamentos, las personas que envejecen con el VIH se exponen a un mayor riesgo de experimentar interacciones medicamentosas con tratamientos para otras patologías asociadas al envejecimiento.
Con el objetivo de esclarecer el alcance de este problema dentro de la población con el VIH, los autores del presente estudio analizaron los fármacos prescritos, las potenciales interacciones y los fármacos potencialmente inapropiados en personas con el VIH de 65 años en adelante y los compararon con los de personas con el VIH menores de 65 años. Todos los participantes pertenecían a una cohorte suiza de personas con el VIH.
En el estudio se definió polifarmacia como la toma de 5 o más fármacos aparte de los antirretrovirales. Las potenciales interacciones entre antirretrovirales y otros fármacos se evaluaron por medio de la herramienta digital de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) www.hiv-druginteractions.org.
De las 996 personas con el VIH incluidas en el estudio, un total de 122 tenían edades a partir de los 65 años. El porcentaje de hombres era mucho más elevado entre los más mayores (87%) que entre los más jóvenes (67%). La mayoría de los participantes de ambos grupos eran de etnia blanca, tenían un recuento de CD4 promedio entre las 600 y las 700 células/mm3y tenían carga viral indetectable.
La polifarmacia era claramente más frecuente en el grupo de personas mayores (el 44% de los mayores y el 22% de los menores de 65 años cumplían con la definición de polifarmacia). Los fármacos no antirretrovirales tomados y las potenciales interacciones variaron notablemente en función del grupo de edad.
Entre las personas a partir de los 65 años había un predominio de fármacos para tratar patologías cardiovasculares (el 73% de los mayores tomaban, al menos, un fármaco para tratar patologías cardiovasculares) y entre los menores de 65 años se observó un predominio de fármacos para tratar patologías del sistema nervioso central (el 22% de los menores de 65 años tomaban, al menos, un fármaco con acción sobre el sistema nervioso central).
En cuanto a las potenciales interacciones, ambos tipos de fármacos se asociaban a problemas de interacciones con los antirretrovirales en un 11% de los casos.
La mayoría de las potenciales interacciones detectadas serían solucionables con ajustes de dosis.
Respecto a los fármacos potencialmente inapropiados para tomar junto a los antirretrovirales se observó que el 31% de las personas con el VIH de 65 años en adelante los tomaban, lo cual indica una selección inadecuada de fármacos por parte de los médicos que los han prescrito. Ello indica un preocupante grado de desconocimiento de las interacciones que debería solucionarse, ya que el número de personas que envejecen con el VIH no para de aumentar y las consecuencias de este tipo de errores de prescripción irán, por tanto, en aumento.
Es importante que los diversos equipos que atienden la salud de las personas con el VIH estén al corriente de toda la medicación que toman y evalúen potenciales interacciones antes de prescribir un nuevo fármaco. Ello podría precisar de mejoras en el protocolo de atención a las personas con el VIH que envejecen y/o de una mayor formación de los médicos especialistas para evitar y/o manejar las potenciales interacciones.
Fuente:Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia:Courlet P, Livio F, Guidi M, et al. Polypharmacy, Drug-Drug Interactions, and Inappropriate Drugs: New Challenges in the Aging Population With HIV. Open Forum Infect Dis. 2019 Dec 21;6(12):ofz531. doi: 10.1093/ofid/ofz531. eCollection 2019 Dec.
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