Elvucitabina es un nuevo inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleósido (ITIN) en fase II de investigación. En el marco de la XVII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas [CROI], celebrada del 16 al 19 de febrero en San Francisco (EE UU), se presentaron los resultados de un estudio que comparó el uso de elvucitabina con el de lamivudina (3TC, Epivir®), en ambos casos junto a efavirenz (Sustiva®; también en Atripla®) y tenofovir (Viread®; también en Truvada® y Atripla®).
El nuevo fármaco tiene una semivida de unas 100 horas y una concentración media in vitro de 1,1 ng/mL, lo que sugiere una actividad antiviral entre 3 y 4 veces superior a la de lamivudina.
El estudio, multicéntrico (se realizó en 16 centros de EE UU y en tres de la India) y a doble ciego, contó con la participación de 77 personas sin experiencia en tratamientos que fueron distribuidas aleatoriamente para recibir 10mg de elvucitabina una vez al día o bien la dosis estándar de lamivudina, en ambos casos junto a las dosis estándar de tenofovir y efavirenz.
Todos los participantes tenían unos recuentos de CD4 entre 200 y 500 células/mm3, por lo que no se incluyeron personas con infección por VIH relativamente avanzada.
El objetivo principal del estudio fue determinar la proporción de personas con una carga viral inferior a 50 copias/mL tras las 12 semanas de ensayo a doble ciego. La extensión del estudio -de 84 semanas y abierta, en la que tanto investigadores como participantes sabían qué fármacos estaban tomando- permitió un objetivo secundario del mismo: averiguar la proporción de personas con una carga viral inferior a 50 copias/mL después de dicho período [es decir, a las 96 semanas de estudio].
De las 39 personas del grupo con elvucitabina, treinta (77%) completaron las 12 primeras semanas de estudio y 21 (54%), las 96. Por su parte, de los 38 pacientes del grupo con lamivudina, treinta y cinco (92%) completaron las 12 primeras semanas del ensayo y 27 (71%), las 96.
Un total de tres personas en el grupo con elvucitabina y una en el de lamivudina abandonaron el tratamiento debido a los acontecimientos adversos. De los tres casos de efectos secundarios que se produjeron en el brazo que recibió elvucitabina, sólo uno [neutropenia] se asoció con los fármacos que se estaban analizando. Cinco abandonos en el grupo de elvucitabina y dos en el de lamivudina se consideraron casos de personas que se perdieron durante el seguimiento. Un paciente del grupo con elvucitabina falleció por suicidio, que no se consideró que estuviera vinculado a los fármacos en estudio.
En el análisis por intención de tratamiento llevado a cabo a las 96 semanas -en el que no completar el estudio fue contemplado como un fracaso del tratamiento-, el 68% de quienes tomaban lamivudina y el 54% de las personas que recibían elvucitabina presentaban una carga viral indetectable, una diferencia entre ambos grupos que refleja la elevada proporción de pacientes que no completaron el tratamiento en el grupo con elvucitabina. En cambio, al tener en cuenta sólo aquellos participantes que completaron el tratamiento, los porcentajes de personas con carga viral indetectable fueron del 95% y el 93% con elvucitabina y lamivudina, respectivamente.
Cuando se definió el fracaso virológico como una carga viral superior a 400 copias/mL tras las 12 primeras semanas de tratamiento o un cambio en la misma inferior a 2log10, los investigadores hallaron dos casos con elvucitabina y uno con lamivudina. Aunque sí se encontró la mutación K103N (asociada con resistencia a efavirenz), no se registró ninguna mutación relacionada con resistencia a ITIN en ninguno de los dos fracasos virológicos vinculados a elvucitabina.
Al considerar el fracaso virológico como una carga viral superior a 50 copias/mL entre las semanas 24 y 48 de estudio, se halló un caso con elvucitabina y ninguno con lamivudina. Entre las semanas 48 y 96 se dieron dos fracasos virológicos con elvucitabina y seis con lamivudina.
Los porcentajes medios de aumento en los recuentos de CD4 fueron del 11,2% en el grupo con elvucitabina y del 11,6% en el de lamivudina.
Se dieron 13 casos de acontecimientos adversos graves en el grupo con elvucitabina y 12 en el de lamivudina, padecidos por 11 personas que tomaban elvucitabina y 5 del grupo con lamivudina. Ninguno de los casos fue atribuido por los investigadores a los fármacos en estudio. Entre los efectos adversos más comúnmente asociados a lamivudina destacaron el dolor de cabeza (14% y 1% con lamivudina y elvucitabina, respectivamente) y la diarrea (14% y 5%, de forma respectiva). Entre los relacionados de manera más frecuente con elvucitabina destacaron las náuseas (15% y 11% con elvucitabina y lamivudina, respectivamente) y los mareos (13% y 5%, de forma respectiva).
Los autores del estudio concluyeron que elvucitabina mostró una eficacia y seguridad comparables a las de lamivudina tras las 96 semanas de estudio. No obstante, el elevado número de abandonos observado en el grupo con elvucitabina y el reducido tamaño del ensayo impidieron que el nuevo fármaco alcanzara unos valores de eficacia comparables a los de lamivudina en el análisis por intención de tratamiento. Por este motivo, será necesario realizar nuevos estudios de mayor tamaño con el fin de esclarecer este punto y aportar más datos para la evaluación de elvucitabina.
Fuente: Elaboración propia.
Referencia: DeJesus E, Saple D, Morales-Ramirez J, et al. Elvucitabine vs lamivudine with tenofovir and efavirenz in ART-naive HIV-1-infected patients: 96-week final results. 17th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. February 16-19, 2010. San Francisco. Abstract 511.
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