Según un estudio de EE UU publicado en la edición del 24 de abril de la revista AIDS, las personas con VIH tratadas con una formulación de vitamina B3 (niacina) de liberación sostenida presentan mejoras funcionales en el endotelio vascular, como una mayor capacidad para relajarse y contraerse. Dichas capacidades se ven reducidas con el desarrollo de la aterosclerosis.
Diversos estudios (véase La Noticia del Día 14/09/2009) han advertido una mayor tendencia a la rigidez arterial en personas con VIH, ya sea por el tratamiento antirretroviral o por la propia infección.
Dadas las propiedades regenerativas asociadas a la vitamina B3, un equipo de investigadores de la Universidad de Hawai (EE UU) llevó a cabo un estudio para evaluar los efectos a corto plazo de la administración de dicha vitamina sobre la función endotelial vascular en personas con VIH y bajos niveles de colesterol HDL (colesterol “bueno”).
Mientras que el colesterol HDL presenta un efecto protector frente a problemas cardiovasculares, el colesterol LDL (colesterol “malo”) deposita lípidos en los vasos sanguíneos, incrementando la rigidez de éstos y aumentando el riesgo cardiovascular.
El ensayo incluyó a 19 personas con VIH. La mayoría (89%) eran hombres, con una mediana de edad de 50 años, y aproximadamente la mitad eran de etnia blanca. Todos los participantes se encontraban bajo terapia antirretroviral estable, el 95% tenían carga viral indetectable y la mediana en el recuento de CD4 era de 493 células/mm3. Asimismo, los voluntarios en su conjunto presentaban niveles de colesterol HDL inferiores a 40 mg/dL y de colesterol LDL por debajo de 130 mg/dL. Ninguno tomaba fármacos para reducir los niveles de lípidos en sangre.
Los participantes fueron distribuidos aleatoriamente para recibir o no vitamina B3 de liberación sostenida. Las personas a las que se administró esta vitamina iniciaron el tratamiento con 500mg una vez al día, dosis que se fue incrementando hasta 1.500mg diarios. La vitamina B3 fue administrada durante 12 semanas.
Los investigadores midieron la vasodilatación mediada por flujo de la arteria braquial, lo que proporciona información sobre cómo las arterias se expanden en respuesta a un flujo sanguíneo incrementado.
Los pacientes que recibieron vitamina B3 experimentaron una mediana en el incremento de colesterol HDL de +3,0 mg/dL, mientras que el grupo al que no se administró la vitamina tuvo un descenso de -1,0 mg/dL (p= 0,04).
La mediana del cambio en la dilatación mediada por flujo fue de +0,91% en el brazo con vitamina B3 y de -0,48% en el brazo sin la vitamina. La diferencia entre ambos brazos no logró valores significativos (p= 0,67). Sin embargo, al ajustar los resultados en función de los niveles basales de colesterol HDL y de la dilatación mediada por flujo, las diferencias en dicha dilatación sí alcanzaron valores significativos (p= 0,048). Las diferencias fueron más significativas cuanto menores fueran los niveles basales de colesterol HDL.
Sobre la base de los resultados de esta investigación, la vitamina B3 podría ofrecer beneficios cardiovasculares en personas con VIH. Con todo, serán necesarios estudios de mayor tamaño para verificar esta hipótesis.
Fuente: HIVandHepatitis.
Referencia: Chow DC, Stein JH, Seto TB, et al. Short-term effects of extended-release niacin on endothelial function in HIV-infected patients on stable antiretroviral therapy. AIDS. 2010 April 24; 24(7): 1.019-1.023.
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