En la edición del 1 de diciembre de The Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes se han publicado los resultados de un amplio estudio que analiza las tasas de diagnóstico de cáncer en EE UU. El programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER en sus siglas en inglés) es un registro de las tasas de nuevos casos de cáncer que recoge datos de aproximadamente un 14% de la población de EE UU. Un grupo de investigadores del Centro de Cáncer Memorial Sloan-Kettering en Nueva York analizaron las nuevas tasas de cáncer anal que se registraron entre 1973 y 2001.
Aunque el estudio no recopiló información sobre el estado virológico VIH, sí que halló tasas elevadas de cáncer anal entre los grupos más afectados por el VIH en EE UU, por lo que los investigadores recomiendan una mayor implementación de programas de detección de cáncer anal para aquellas personas que puedan estar en una situación de mayor riesgo, especialmente hombres jóvenes.
El cáncer anal está causado por ciertas cepas del virus del papiloma humano, virus que provoca verrugas. A diferencia de otros tipos de cáncer, el número de nuevos casos de cáncer anal parece que se ha incrementado entre personas con VIH, a pesar del uso de las potentes combinaciones de fármacos antirretrovirales. Esto podría deberse a una combinación de la recuperación incompleta del sistema inmunitario -lo que permitiría la infección persistente con el virus que provoca las verrugas-, y los fármacos que han permitido alargar la vida de las personas con VIH.
El estudio que ahora se publica muestra que el número de casos de cáncer anal se ha incrementado entre la ‘era pre-VIH’ (de 1973 a 1981) y la ‘era VIH’ (de1982 a 1995), de un 0,6 a un 0,8 por 100.000 personas. En la ‘era TARGA’ (de 1996 a 2001) se volvió a producir un nuevo aumento, pasando a un 1,0 por 100.000 personas.
A pesar de esta tendencia, los investigadores hallaron que las tasas de supervivencia aumentaron a lo largo del período analizado. La supervivencia a cinco años fue de un 63% en la era pre-VIH, de un 66% en la era VIH y de un 72% en la era TARGA. Las tasas de cáncer anal fueron más elevadas en mujeres que en hombres durante este período de estudio. No obstante, la proporción de casos que se produjeron en hombres se elevó de un 38% en la era pre-VIH, a un 45% en la era TARGA. En ambos sexos, el mayor aumento de nuevos casos se produjo en la franja de edad de los 35 a los 54 años.
Los hombres tuvieron más probabilidades que las mujeres de ser diagnosticados de cáncer anal en fase temprana y de recibir terapia de radiación. Sin embargo, las mujeres tuvieron más probabilidades de ser diagnosticadas tras el desarrollo de tumores secundarios en cualquier otra parte del cuerpo, y de recibir tratamiento con cirugía.
Los autores concluyen: “Desde la introducción de TARGA, la incidencia de cáncer anal ha aumentado, especialmente entre hombres y personas jóvenes, los grupos más afectados por VIH. Dado este incremento, se necesitan más estudios en poblaciones en alto riesgo con el fin de evaluar los mejores métodos para la prevención, la detección precoz y el tratamiento”.
Conviene tener en cuenta que el estudio está limitado por la falta de información precisa sobre el estado serológico VIH y sobre el tratamiento del cáncer que sea distinto a la radioterapia, así como que el seguimiento fue sólo de cinco años tras la introducción de TARGA. No obstante, refuerza los datos recopilados por otras cohortes de personas con VIH, y hace hincapié en los efectos que la epidemia del VIH está teniendo sobre las tasas de cáncer en la población en general.
Fuente: AIDSMAP (http://www.aidsmap.com/)
Referencia: Chiao EY et al. A population-based analysis of temporal trends in the incidence of squamous anal canal cancer in relation to the HIV epidemic. Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes 40: 451-455, 2005.
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