El interferón es un fármaco que, en combinación con ribavirina, se usa para el tratamiento del virus de la hepatitis C (VHC).
Este fármaco puede provocar efectos secundarios que incluyen sentimientos de ansiedad o depresión, y pueden afectan gravemente la calidad de vida de las personas y su capacidad a adherirse al tratamiento de la infección por VHC.
Para intentar minimizar el desarrollo de la depresión asociada con el interferón, un grupo de investigadores de Berlín, en Alemania, llevó a cabo un estudio con personas con VHC únicamente, en el que los participantes recibieron el antidepresivo citalopram antes del inicio de la terapia para la infección por VHC. En España, este fármaco se comercializa bajo los nombres de Prisdal® o Seropram®.
En esta investigación se inscribieron 36 personas con VHC y con niveles de alanina aminotransferasa (ALT) en sangre superiores a los normales. Ninguno de los participantes había utilizado fármacos psiquiátricos en un tiempo breve previo al inicio del estudio. El uso de metadona no fue un criterio de exclusión. La edad media de los participantes era de 41 años, el 36% eran mujeres, el 64% eran hombres y la mayor parte tenía los genotipos 1 o 4 del VHC.
Al inicio del estudio, un equipo de psiquiatras procedió a entrevistas y evaluaciones para repartir a los participantes en 3 grupos:
- Grupo A: 14 personas que experimentaban episodios recurrentes de depresión y que tenían síntomas de leves a moderados de depresión.
- Grupo B: 11 personas que no mostraron síntomas de depresión en el momento del estudio o durante los tres meses previos.
- Grupo C: 11 personas que no tenían antecedentes de problemas psiquiátricos o de uso de drogas.
Todos los participantes recibieron una combinación compuesta por interferón pegilado alfa-2b (1,5 microgramos/kg) y ribavirina (entre 800 y 1200mg diarios). La duración del tratamiento fue de un año para las personas con los genotipos 1 o 4 del VHC, y de seis meses para los participantes con los genotipos 2 o 3. Los participantes en el grupo A recibieron además 20mg al día de citalopram desde dos semanas antes de iniciar la terapia del VHC. En el caso de que este fármaco no mostrara su eficacia durante el estudio, los médicos podían utilizar otros antidepresivos, tales como mirtazapina (Rexer Flas® o Vastat Flas®). Fue el caso de dos participantes en el grupo A que experimentaron una depresión a pesar del tratamiento previo con citalopram, y cambiaron a entre 30 y 60mg al día de mirtazapina, lo que se mostró eficaz.
En los grupos B y C, en el caso de episodios de depresión grave en el curso del tratamiento del VHC, los participantes podían recibir citalopram, empezando con una dosis de 20mg al día y aumentándola si no hubiera mejoras.
Las señales de ansiedad o de depresión pueden incluir problemas para dormirse y de sueño. En estos casos, los participantes fueron autorizados a recibir zopiclone (Datolan®) o zolpidem (Dalparan® o Stilnox®) durante hasta dos semanas.
El estudio mostró que durante los seis meses tras el tratamiento con citalopram iniciado previamente a la terapia anti-VHC, los participantes que recibieron este fármaco tenían menos posibilidades de experimentar ansiedad y depresión. Las tasas de depresión grave fueron del 14% del grupo A, el 64% del grupo B, y el 55% en el grupo C. La diferencia entre los grupos B y C no era estadísticamente significativa, aunque sí lo fue entre el grupo A y los demás grupos, y permaneció significativa durante todo el estudio.
En total, el 50% de los participantes con los genotipos 1 y 4 parece haber aclarado la infección por VHC. Estas tasas llegan al 75% en el caso de las personas con genotipos 2 o 3. No hubo diferencias estadísticamente significativas entre las tasas de éxito entre los grupos A, B y C. La fuente parece referirse a la respuesta viral sostenida, pero no lo aclara.
Los investigadores declaran que el tratamiento con citalopram iniciado previamente es “muy eficaz” para prevenir la depresión grave en las personas que usan interferón. También informan de que en su estudio el uso de antidepresivos ayudó a aliviar los sentimientos de ansiedad. Apuntan asimismo que la participación de psiquiatras en el estudio fue también beneficiosa para los participantes.
Un grupo de investigadores canadienses acaba de anunciar que probarán citalopram en un ensayo más amplio con un grupo con placebo, con personas coinfectadas con VHC y VIH. Se prevé que el estudio empiece el próximo otoño de 2005.
Fuente: www.catie.ca (artículo por Sean R. Hosein)
Referencia:
1.Schaefer M, Schwaiger M, Garkisch AS, et al. Prevention of interferon-alpha associated depression in psychiatric risk patients with chronic hepatitis C. Journal of Hepatology 2005;42:793-798.
2.Horsmans Y. Chronic hepatitis C, depression and interferon. Journal of Hepatology 2005;42:788-789.
3.Cai W, Khaoustov VI, Xie Q, et al. Interferon-alpha-induced modulation of glucocorticoid and serotonin receptors as a mechanism of depression. Journal of Hepatology 2005;42:880-887.
4.Capuron L, Gumnick JF, Musselman DL, et al. Neurobehavioral effects of interferon-alpha in cancer patients: phenomenology and paroxetine responsiveness of symptom dimensions. Neuropsychopharmacology 2002;26(5):643-652.
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