La Comisión de Estupefacientes de la ONU reconoce el enfoque de la reducción de daños como parte de una respuesta efectiva de salud pública a las drogas

Miguel Vázquez
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En una nota de prensa, ONUSIDA felicita a la Comisión de Estupefacientes y a su Presidente por este hito histórico, que consideran fundamental para alcanzar los objetivos de la Estrategia Mundial sobre el Sida 2021-2026

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) hizo pública recientemente una nota de prensa en la que se congratula por haberse alcanzado un ‘hito histórico’ en el ámbito de las drogas. De acuerdo con la nota de prensa, en el 67º periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND, en sus siglas en inglés), se adoptó una resolución clave en la que, por primera vez, se reconoce que la estrategia de reducción de daños constituye una parte importante de una respuesta eficaz de salud pública. En dicha resolución, se alienta a que los Estados miembro desarrollen e implementen medidas de reducción de daños con el fin de minimizar las consecuencias adversas para la salud pública y la sociedad del uso de drogas. Según ONUSIDA, esta resolución supone un hito en el compromiso político de reequilibrar las políticas sobre drogas hacia un enfoque de salud pública, y consideran que se trata de un cambio fundamental para alcanzar los objetivos de la Estrategia Mundial sobre el Sida 2021-2026.

La estrategia de reducción de daños comprende un paquete integral de intervenciones derivadas de información científica y basadas en la salud pública y los derechos humanos, entre las que se incluyen programas de intercambio de jeringuillas, terapia de mantenimiento con agonistas opioides o el uso de naloxona para el manejo de sobredosis. No obstante, este enfoque también incluye aquellas políticas y estrategias que tienen como objetivo prevenir los principales daños a la salud pública e individual, incluyendo la infección por el VIH, las hepatitis virales o las posibles sobredosis, sin que eso implique necesariamente que la persona deje de usar drogas.

La evidencia científica revela que las estrategias de reducción de daños se traducen en importantes beneficios para la salud individual y la salud pública, como la disminución del número de muertes por sobredosis o la prevención de la transmisión de enfermedades infecciosa. Además, también suponen una reducción de las visitas a los servicios sanitarios de alto coste.

En este sentido, hay que señalar que, desde el año 2018, solo cinco países han declarado haber alcanzado el objetivo de proporcionar 200 jeringas estériles a cada persona usuaria de drogas inyectables. En ese mismo período de tiempo, solo tres países afirmaron haber alcanzado el objetivo de conseguir un 50% de cobertura de la terapia de mantenimiento con agonistas opioides entre las personas usuarias de drogas inyectables.

Por otro lado, se sabe que al menos 145 países penalizan la posesión de drogas para uso personal. Este hecho, unido a la estigmatización, la discriminación y la violencia, contribuye a limitar tanto la prestación como el acceso a los servicios de reducción de daños.

Según la nota de ONUSIDA, la falta de inversión en servicios de reducción de daños (o en la eliminación de los obstáculos que impiden el acceso a las mismas) ha llevado a que la prevalencia del VIH entre las personas usuarias de drogas inyectables sea 7 veces superior a la registrada en la población general. Esto hace que este grupo de personas registre la incidencia del VIH más elevada que cualquier otra población clave o vulnerable a nivel mundial. En aquellos países de los que se dispone de datos, se comprueba que la mediana de prevalencia del VIH entre las mujeres usuarias de drogas inyectables prácticamente duplica la de sus iguales masculinos.

En el marco de la Posición Común de Naciones Unidas sobre Drogas, ONUSIDA colabora con otros organismos de dicha institución, así como con gobiernos, organizaciones comunitarias y financiadores, con el fin de aumentar la prestación de servicios de reducción de daños y eliminar aquellas leyes y políticas que obstaculizan el acceso a dichos servicios. ONUSIDA trabaja para garantizar que todos los esfuerzos relacionados con las políticas sobre drogas estén en consonancia con los derechos humanos, tal y como se indica en las directrices internacionales sobre derechos humanos y política sobre drogas.

Fuente: Nota de prensa ONUSIDA/Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia:
Nota de prensa 22/03/2024.- UNAIDS welcomes the adoption of a crucial resolution recognizing harm reduction measures at the UN Commission on Narcotic Drugs

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