El descubrimiento de una relación entre los suplementos de vitamina A y la cantidad de VIH en la leche materna puede ayudar a explicar un hallazgo inesperado en un estudio anterior en el mismo grupo de mujeres.
Tras inscribir a 1.078 mujeres embarazadas con VIH y distribuirlas entre los brazos de intervención y control para investigar los posibles beneficios de los suplementos nutricionales, el equipo de investigadores observó que los niños cuyas madres estaban en el grupo que recibió VA/BC fueron más proclives a adquirir el VIH durante la lactancia.
Anteriores estudios observacionales habían sugerido que unos niveles bajos de vitamina A maternos podrían aumentar la probabilidad de la transmisión vertical del VIH, lo que llevó a plantear la cuestión relativa a si los suplementos de esta vitamina podrían tener un efecto protector. Sin embargo, los últimos hallazgos, publicados en la versión digital del 25 de agosto de The American Journal of Clinical Nutrition, dejaron patente la existencia de consecuencias adversas.
Las mujeres embarazadas con VIH de la cohorte de Tanzania fueron distribuidas de forma aleatoria en cuatro brazos: uno recibió VA/BC (5.000 UI de vitamina A preformada más 30mg de betacaroteno); el segundo recibió VA/BC junto con suplementos multivitamínicos (20mg de tiamina, 20mg de riboflavina, 25mg de vitamina B6, 100mg de niacina, 50mg de vitamina B12, 500mg de vitamina C, 30mg de vitamina E y 0,8mg de ácido fólico); el tercero recibió un placebo junto con un régimen multivitamínico, y al cuarto se le administró sólo placebo.
El estudio recientemente publicado pretendía examinar los efectos de la administración de suplementos de VA/BC y multivitamínicos sobre la secreción de VIH en la leche materna. El equipo de investigadores seleccionó de forma aleatoria a 720 participantes de la cohorte de mayor tamaño y descartó a aquéllas de las que no se disponía de unas muestras adecuadas de leche para el análisis. El subestudio resultante contó con una población de 594 mujeres.
Cuando los investigadores compararon el conjunto total de mujeres de los dos brazos de tratamiento con VA/BC [VA/BC únicamente y VA/BC más un complejo multivitamínico] con el conjunto de mujeres provenientes de los dos brazos que no recibían VA/BC (placebo más complejos multivitamínicos y placebo solo), descubrieron diferencias significativas.
Se encontraron niveles detectables de carga viral en las muestras de leche del 51,5% de las mujeres en el grupo con VA/BC, pero sólo en el 44,8% de las mujeres del grupo que no recibió este suplemento (p= 0,02). El límite de detección inferior fue de 100 copias/mL.
A las mujeres participantes se les había pedido que proporcionaran muestras de leche cada tres meses, aproximadamente, después del parto. Aunque no todas lo hicieron así, los investigadores dispusieron de muestras suficientes a lo largo del período posparto para comprobar si el efecto de VA/BC varió con el tiempo.
No se apreciaron unas diferencias en la carga viral evidentes hasta seis meses después del parto. A partir de ese momento, las mujeres en el grupo de VA/BC fueron un 34% más propensas que las mujeres de las mismas características a presentar una carga viral detectable en la leche materna (intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 4 – 73).
Un estudio relacionado y publicado en la edición digital del 25 de agosto de Journal of Nutrition implica la toma tanto de VA/BC como de complejos multivitamínicos en el desarrollo de mastitis subclínica (asintomática), un conocido factor de riesgo de transmisión del VIH.
Hay más posibilidades de que una mujer desarrolle mastitis (una inflamación del tejido del pecho) durante el período de lactancia. Aunque no se recomienda que las mujeres con VIH amamanten a sus bebés si tienen la posibilidad de usar leche maternizada, muchas madres en los países en vías de desarrollo se ven obligadas a hacerlo por necesidad.
El estudio examinó la presencia de un marcador biológico de mastitis subclínica en muestras de leche de una cohorte de 1.078 mujeres de Tanzania. En el caso de 674 mujeres, se dispuso de una o más muestras para el análisis, que contó con un total 1.642 muestras.
El equipo de investigadores comparó los tres brazos de intervención (VA/BC, VA/BC más complejos multivitamínicos, y placebo más complejos multivitamínicos) con el brazo de placebo.
Se comprobó que el riesgo de sufrir una mastitis subclínica grave fue un 45% mayor en el brazo que recibía VA/BC en comparación con el de placebo (p= 0,03).
Además, las mujeres que participaban en el grupo que tomó placebo junto con los suplementos multivitamínicos fueron un 33% más propensas que las del grupo de placebo a presentar algún grado de mastitis subclínica (p= 0,005) y un 75% más proclives a tener una mastitis subclínica grave (p= 0,0006).
Se realizaron análisis similares después de clasificar a las mujeres en dos grupos en función del recuento de CD4: inferior a 350 células/mm3 y mayor o igual a 350 células/mm3. El único brazo de intervención que mostró una diferencia significativa fue el del suplemento multivitamínico, en el que las mujeres con mayores niveles de CD4 tuvieron un riesgo 49% superior de sufrir algún tipo de mastitis subclínica (p= 0,006).
El hallazgo de un mayor nivel de mastitis subclínica entre las mujeres que toman VA/BC encaja con la relación observada entre la toma de suplementos de VA/BC y la transmisión del VIH durante la lactancia y, de hecho, apunta a la existencia de un posible mecanismo biológico que justifique dicho resultado.
No obstante, el equipo de investigadores se sorprendió al comprobar el impacto aparentemente negativo de la ingestión de complementos multivitamínicos durante el embarazo y la lactancia, y plantea la hipótesis de que estos suplementos puedan haber aumentado la respuesta inflamatoria de las mujeres frente a la infección responsable de la mastitis.
Los miembros del mismo grupo de investigación habían documentado con anterioridad diversos beneficios sanitarios importantes, tanto para madres como para sus bebés, cuando las mujeres tomaban complejos multivitamínicos. Ahora, estos hallazgos más recientes plantean la cuestión de si los posibles beneficios compensan el posible riesgo.
Referencias: Arsenault JE, et al. Vitamin Supplementation Increases Risk of Subclinical Mastitis in HIV-Infected Women. J Nutr, advance online publication, August 27, 2010. DOI: 10.3945/jn.110.122713.
Villamor E, et al. Effect of vitamin supplements on HIV shedding in breast milk. Am J Clin Nutr: advance online publication, August 27, 2010. DOI: 10.3945/ajcn.2010.29339.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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