Según un estudio estadounidense publicado en la edición del 15 de agosto del Journal of Infectious Diseases, las mujeres con VIH a menudo presentan infección cervical con múltiples cepas del virus de papiloma humano (VPH) que se asocian con cambios celulares precancerosos y cancerosos en el cuello uterino.
Aunque los genotipos 16 y 18 del VPH son los que con más frecuencia se asocian con un incremento del riesgo de cáncer cervical tanto en mujeres positivas al VIH como en negativas, los investigadores estadounidenses hallaron que las mujeres que participaron en su estudio estaban a menudo infectadas con múltiples genotipos del VPH y que las cepas del virus distintas a la 16 y la 18 se asociaron con un alto riesgo de cambios celulares precancerosos y cancerosos. Los investigadores sugieren que este hallazgo tiene implicaciones para la investigación sobre las vacunas del VPH, la cual se ha centrado hasta ahora en los genotipos 16 y 18.
Las mujeres con VIH presentan una tasa más elevada de infección cervical por el VPH así como también tasas más elevadas de cambios celulares precancerosos y cancerosos en el cuello uterino que las mujeres sin VIH. Sin embargo, existe una información limitada sobre la prevalencia de tipos específicos del VPH en mujeres con VIH en EE UU; por ello, entre 1996 y 2003, un grupo de investigadores de la Universidad de Rochester (EE UU) llevó a cabo un estudio prospectivo durante siete años, en el que participaron 229 mujeres que estaban siendo tratadas por el VIH. Se obtuvieron muestras de lavado cervical para comprobar la presencia de VPH y determinar su tipo y se realizaron frotis de Papanicolau para ver si las mujeres tenían cambios celulares anómalos en el cuello uterino.
Las mujeres tenían una mediana de edad de 35 años, un 88% se había infectado con VIH por vía sexual y un 10%, por uso de drogas inyectables. Las participantes tuvieron un recuento mediano de CD4 de 372 células/mm3 y una mediana de carga viral un poco por debajo de las 3.000 copias/ml.
Un total de 202 mujeres proporcionó muestras que fueron apropiadas para la realización del genotipado del VPH. Las muestras obtenidas de 105 mujeres fueron positivas al VPH. De estas muestras, un 52% eran positivas a múltiples tipos del VPH. El tipo de VPH que se detectó con más frecuencia fue el VPH-56 (27%), seguido del VPH-53 (18%), el VPH-16 (12%), el VPH-58 (10%). Además del VPH-33, VPH-52, VPH-MM7 y VPH-MM8, y se halló cada uno de ellos en un 9% de las muestras.
Durante los siete años del estudio, se obtuvieron 709 muestras de frotis de Papanicolau, de las cuales un 32% mostró algun tipo de anomalía. Para un poco por debajo de la mitad de estas muestras anómalas no se pudo determinar el alcance, pero un 37% de ellas mostró cambios celulares precancerosos de grado bajo en el cuello uterino, y un 6% cambios celulares precancerosos de grado alto.
Los investigadores a continuación miraron si algún genotipo del VPH en particular se asociaba con cambios celulares y comprobaron que los genotipos VPH-58, VPH-56, VPH-53, VPH-52, VPH-33, VPH-18, VPH-16, VPH-MM7 y VPH-MM8 se asociaban todos con anomalías celulares.
Tras controlar por factores entre los que se incluyeron el recuento de CD4, la carga viral, número de parejas sexuales y el hábito de fumar, los investigadores hallaron que las mujeres infectadas con el VPH-16 y el VPH-18 tuvieron 23 veces más de probabilidades de tener células cervicales anómalas que las mujeres que no estaban infectadas con VPH. Además, las mujeres infectadas con otros genotipos del VPH de alto riesgo tuvieron seis veces más de probabilidades que las mujeres que no estaban infectadas con el VPH de tener células cervicales anómalas.
También se halló una asociación entre la carga viral del VIH y el riesgo de tener células cervicales anómalas. Por cada aumento de log10 en la carga viral del VIH, el riesgo de tener células cervicales anómalas se incrementó 1,6 en comparación con las mujeres cuya carga viral no aumentó.
El VPH-16 y el VPH-18 se asocian con más frecuencia con cambios celulares anómalos tanto en mujeres con VIH como en mujeres sin VIH. Se ha teorizado que el VPH-16 es el que mejor se adapta para escapar del sistema inmunitario, por lo que puede hallarse en una prevalencia mayor entre mujeres con la función inmunitaria bien conservada. Sin embargo, en mujeres con recuento de CD4 más bajos, otros tipos de VPH podrían, según sugieren los investigadores, causar cambios celulares.
Este hallazgo podría tener implicaciones en la investigación sobre las vacunas del VPH, que actualmente se centra en el VPH-16 y el VPH-18. “Para prevenir la mayoría de infecciones y enfermedades cervicales en la población con VIH se necesitaría que la sustancia contenida en la vacuna incluyese más subtipos”, comentan los investigadores.
Referencia: Luque AE et al. Prevalence of human papillomavirus genotypes and related adnormalities of cervical cytological results among HIV-1-infected women in Rochester, New York. J Infect Dis 194: 428 – 434, 2006.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre el Tratamiento del VIH (gTt).