La población masculina homosexual diagnosticada recientemente de VIH tendió a informar de comportamientos sexuales de riesgo y del empleo de drogas por vía intravenosa. Por su parte, otro estudio aparte concluyó que esa epidemia es limitada en EE UU.
El análisis filogenético demostró que el 51% de las infecciones entre los hombres gais podía incluirse en clústeres de transmisión. No se identificó ninguna persona heterosexual usuaria de drogas inyectables dentro de los clústeres de transmisión que implicaron a los hombres homosexuales, lo que sugiere que "estas redes de transmisión del virus de la hepatitis C [VHC] están definidas de forma predominante por la orientación sexual, más que por los comportamientos de riesgo”.
Se registraron pocos casos de transmisión sexual de la hepatitis C en personas sin VIH y, en todos los casos, la persona en cuestión tenía una pareja que ya se sabía que estaba infectada por el VHC.
En otra investigación realizada en los centros de tratamiento del VIH de EE UU se puso de manifiesto la existencia de una reducida incidencia de casos de hepatitis C entre los hombres con VIH. Sin embargo, el 75% de los nuevos diagnósticos parecía estar relacionado con factores de riesgo sexual, más que con el uso de drogas inyectables.
Infección aguda por VHC en Australia
Un equipo de investigadores del Ensayo Australiano sobre Hepatitis C Aguda (ATAHC, en sus siglas en inglés) decidió determinar si se solapaban las epidemias de VHC entre los usuarios de drogas inyectables y los hombres gais con VIH. Los autores también pretendían comprobar si existía alguna prueba de la transmisión sexual del VHC en personas sin el virus de la inmunodeficiencia humana.
El estudio contó con un total de 163 pacientes que se habían infectado hacía muy poco por VHC, el 29% de los cuales también tenía VIH.
Se identificó el uso de drogas intravenosas como la vía de transmisión del VHC en el 73% de los pacientes y la transmisión sexual fue responsable del 18%, mientras que en el 9% de los casos, estuvieron presentes otros mecanismos (como la transmisión médica o a través de una agresión).
De los 29 casos de transmisión sexual, cuatro implicaron a mujeres que tenían una pareja masculina que constaba que tenía VHC.
Solo dos de los hombres que adquirieron la hepatitis C por vía sexual no tenían VIH. Uno creía que el VHC se lo transmitió una mujer, y el otro, que se debió a las relaciones sexuales con otro hombre.
Los 23 casos de personas con VIH que se infectaron por VHC implicaron a hombres gais.
El equipo de investigadores desarrolló un árbol filogenético a partir de las muestras provenientes de 112 pacientes, lo que les permitió identificar cuatro clústeres de transmisión diferentes. Únicamente el 8% de los personas sin VIH pudieron ser incluidas en una red de transmisión. Esto incluyó a un par de mujeres seronegativas que eran usuarias de drogas inyectables.
No obstante, el 51% de las infecciones entre los hombres gais pudieron asociarse a redes de transmisión.
El único varón homosexual sin VIH que se infectó por VHC se encontraba en un clúster que incluía otros dos hombres gais infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana que consumían drogas por vía intravenosa.
"Estos resultados ahondan aún más en el debate respecto al papel de la transmisión del VHC tanto a través del sexo como debido al uso de drogas inyectables entre las poblaciones de HSH [hombres que practican sexo con hombres] (con y sin VIH) y tienen implicaciones sobre el modo de dirigir de forma adecuada los futuros mensajes de salud pública", comentan los autores.
Incidencia de hepatitis C entre los hombres con VIH en EE UU
En otro estudio aparte, un equipo de investigadores estadounidense analizó las tasas de incidencia de las infecciones por VHC entre los hombres con VIH entre 1996 y 2008.
Ensayos anteriores han evidenciado la existencia de brotes de casos de transmisión sexual del VHC en Nueva York y California, por lo que los investigadores decidieron comprobar si existían pruebas de una epidemia en alguna parte de EE UU.
En el estudio se incluyó un total de 1.830 hombres que no tenían VHC al inicio y que se habían sometido al menos a una prueba de anticuerpos con posterioridad. En el momento de realizar la primera prueba, el 94% de los pacientes estaba tomando una terapia anti-VIH y solo el 6% declaró estar usando drogas inyectables de forma activa, o haberlo hecho con anterioridad.
Se produjeron 36 infecciones por VHC, lo que supuso una incidencia de 0,51 casos por cada 100 persona-años. Únicamente el 25% de las personas recién infectadas por VHC tenía un historial de empleo de drogas intravenosas. Los investigadores creen que la transmisión sexual constituye la explicación más probable del resto de infecciones.
"Las personas con VIH en situación de riesgo deberían poder acceder a una vigilancia permanente del VHC", concluyen los autores del estudio.
Referencia: Matthews GV, et al. Patterns and characteristics of hepatitis C transmission clusters among HIV-positive and HIV-negative individuals in the Australian Trial of Acute Hepatitis C. Clin Infect Dis, online edition: DOI: 10.1093/cid/ciq200, 2011 (En esta dirección podrás acceder al abstract de forma gratuita).
Taylor LE, et al. Incident hepatitis C virus infection among US HIV-infected men enrolled in clinical trials. Clin Infect Dis, online edition: DOI: 10.1093/cid/ciq201, 2011 (En esta dirección podrás acceder al abstract de forma gratuita).
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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