Iniciar tratamiento anti-VIH reduce el riesgo de muerte por cualquier causa y ofrece más beneficios cuanto antes se haga

Michael Carter

Los pacientes con VIH que toman terapia antirretroviral (TARV) ven reducido su riesgo de muerte en un 50%, según informa un equipo internacional de investigadores en la edición de enero de 2010 de la revista AIDS.

En especial, se observaron disminuciones sustanciales en el riesgo de mortalidad entre las personas que iniciaron la TARV cuando su recuento de CD4 estaba por debajo de las 100 células/mm3.

El estudio también evidenció el valor de empezar el tratamiento anti-VIH con unos recuentos de CD4 superiores. Los pacientes que tenían 100 células/mm3 o menos cuando comenzaron la TARV fueron significativamente más propensos a fallecer en cinco años que los que lo hicieron cuando su recuento de CD4 era igual o superior a 500 células/mm3.

Antecedentes del estudio

La introducción en 1996 del tratamiento eficaz basado en la combinación de antirretrovirales transformó las perspectivas de las personas con VIH. En la actualidad, existe un notable volumen de literatura de investigación que pone de relieve que la terapia con antirretrovirales reduce la carga viral, aumenta el recuento de CD4 y aumenta la supervivencia sin sida.

No obstante, las enfermedades no relacionadas con VIH se constituyen en causa cada vez más importante de morbimortalidad en pacientes seropositivos. En consecuencia, es importante entender el impacto del tratamiento del VIH sobre la supervivencia general de las personas con el virus.

Estudios previos que habían intentado analizar este tema se habían visto limitados por diversos factores.

Es importante destacar que, a menudo, se carece de un número suficiente de pacientes sin experiencia en tratamientos para determinar de forma precisa el efecto del inicio de la terapia sobre la mortalidad por cualquier causa. Además, con frecuencia, las investigaciones previas no tuvieron en cuenta posibles factores de confusión, como los niveles iniciales de CD4 y de carga viral o la vía de transmisión del VIH.

En consecuencia, un equipo de investigadores de la Colaboración HIV-CASUAL decidió estudiar mejor el efecto del comienzo del tratamiento anti-VIH sobre el riesgo general de mortalidad de personas con VIH.

Se estudiaron los registros de 62.760 pacientes que, entre 1996 y 1998, fueron inscritos en doce distintos estudios de cohorte en Europa y EE UU. Ninguno de ellos había tomado tratamiento antirretroviral antes de ser incluido en estos estudios.

El equipo de investigadores comparó el riesgo de muerte de los pacientes que iniciaron la terapia con los que no. Las tendencias de mortalidad fueron también monitorizadas a lo largo de un período de cinco años, atendiendo a si se tomaban fármacos anti-VIH. También se tuvieron en cuenta el efecto del recuento basal de células CD4 y otros factores como la vía de transmisión del VIH.

Resultados

El 26% de los pacientes inició el tratamiento antirretroviral en los tres primeros meses tras entrar en un estudio de cohorte y el 55% de las personas lo había hecho al final de período de seguimiento (2003-2007).

La duración media del seguimiento fue de 3,3 años.

Se produjo la muerte de un total de 2.039 pacientes, lo que arrojó una tasa general de mortalidad de 10 por cada 1.000 persona-años.

En general, el riesgo de fallecimiento por cualquier motivo se redujo en un 52% en el caso de pacientes que iniciaron la TARV.

El comienzo del tratamiento fue especialmente beneficioso para los pacientes con un sistema inmunitario muy débil: El riesgo de muerte se redujo en un 71% en el caso de las personas que iniciaron la TARV cuando su recuento de CD4 estaba por debajo de las 100 células/mm3.

Los beneficios también fueron evidentes para las personas con recuentos de CD4 considerados “normales”. Las que empezaron la TARV cuando su recuento de CD4 era de 500 células/mm3 o más vieron como su riesgo de muerte por cualquier causa disminuía en un 23% en comparación con los pacientes que tenían un nivel similar de CD4 y que no tomaron tratamiento.

El equipo de investigadores, asimismo, calculó la probabilidad de supervivencia a cinco años de los pacientes que iniciaron la terapia antirretroviral y de los que no.

La probabilidad de supervivencia general fue de un 96% en el caso de los personas que empezaron el tratamiento, frente a un 92% de las que no lo hicieron.

De nuevo, estos resultados variaron según el recuento de CD4, observándose los mayores beneficios en los pacientes con los sistemas inmunitarios más débiles.

La probabilidad de supervivencia a cinco años de las personas que iniciaron el tratamiento anti-VIH cuando su recuento de CD4 era de 100 células/mm3 o menos fue de un 89%, en comparación con sólo el 43% de los que tenían un nivel similar de CD4 pero no empezaron la terapia antirretroviral.

El comienzo del tratamiento anti-VIH, además, aumentó las probabilidades de supervivencia con recuentos de CD4 más elevados. Los pacientes que iniciaron la terapia cuando su nivel de CD4 estaba entre 200 y 350 células/mm3 tuvieron una probabilidad un 6% superior de mantenerse vivos que los que no (97% frente a 91%).

Por otra parte, se observó un ligero beneficio en términos de supervivencia entre los pacientes que empezaron a tomar fármacos antirretrovirales cuando su nivel de CD4 estuvo por encima de las 350 células/mm3 (97% frente al 94%).

La vía de adquisición del VIH también afectó a las posibilidades de supervivencia incluso cuando se tomaba tratamiento antirretroviral. Las personas que se infectaron por el virus como consecuencia de las prácticas heterosexuales, o por sexo entre hombres, tuvieron una probabilidad muy superior de estar vivas cinco años después del inicio de la TARV que las que se infectaron a través del uso de drogas inyectables (97% y 97% frente a 83%, respectivamente).

“Consideramos que la terapia antirretroviral combinada redujo a la mitad la tasa de mortalidad de los pacientes con VIH en los países desarrollados, y la reducción absoluta de la misma fue más acusada en el caso de los que tenían una peor prognosis al inicio del seguimiento”, escribe el equipo de investigadores.

No obstante, los autores ponen de relieve que este hallazgo no justifica que se deba retrasar el comienzo de la terapia.

En realidad, concluyen que el riesgo de mortalidad a cinco años de los pacientes tratados con menos de 100 células/mm3 al inicio (11%) fue casi cuatro veces mayor que el de los pacientes tratados con más de 500 células/mm3 (3%)”.

Referencia: The HIV-CASUAL Collaboration. The effect of combined antiretroviral therapy overall mortality in HIV-infected individuals. AIDS. 2010; 24: 123-137.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

Redes sociales

¿No quieres perderte nada?
Síguenos en todas las redes

Gilead
Janssen
MSD
ViiV
Gilead
Janssen
MSD
ViiV Healthcare
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Abbvie
Gilead
MSD