El primero, realizado en Sudáfrica, reveló que los hombres circuncidados muestran una prevalencia significativamente menor que los no circuncidados de infecciones en el pene por cepas del VPH relacionadas con un alto riesgo de cáncer cervical (referido a la cérvix o cuello del útero). El segundo estudio se llevó a cabo en EE UU y evidenció que los hombres circuncidados presentaban una prevalencia más baja de infección anogenital por VPH.
A pesar de ello, los autores de un artículo editorial en el mismo número se muestran cautelosos respecto a un posible despliegue de programas de circuncisión para prevenir el VPH y prefieren adoptar una postura de “espera” hasta que se dispongan de resultados provenientes de más estudios grandes de distribución aleatoria.
Un estudio de distribución aleatoria con control descubre que la circuncisión protege, en parte, frente a la infección en el pene por cepas del VPH de alto riesgo
Originalmente, el estudio sudafricano estaba diseñado para valorar la seguridad y la eficacia de la circuncisión como método preventivo del VIH y fue realizado en Orange Farm (Sudáfrica).
Se calcula que en torno al 10% de las mujeres de todo el mundo están infectadas por el VPH. Determinadas cepas de este virus (principalmente la 16 y la 18) están relacionadas con el desarrollo de cambios celulares precancerosos y cancerosos en la cérvix o cuello del útero (así como en el ano y, en raras ocasiones, en el pene).
El tipo más habitual de cáncer entre las mujeres que viven en entornos con recursos limitados es el de cuello uterino; más del 70% de los casos de esta afección en África se atribuye a cepas de alto riesgo del VPH.
Los estudios observacionales han sugerido que los hombres circuncidados presentan una prevalencia menor de infección por VPH en el pene que los no circuncidados, pero hasta ahora no se había comprobado en un ensayo de distribución aleatoria con control.
Un equipo de investigadores del estudio ANRS 1265, programado inicialmente para medir la seguridad y la eficacia de la circuncisión como método preventivo del VIH, diseñó un subestudio para comprobar si la circuncisión también protegía frente a las cepas de alto riesgo del VPH.
En el estudio principal se inscribieron 3.274 hombres sin circuncidar entre 2002 y 2004, que fueron distribuidos de forma aleatoria para ser circuncidados de forma inmediata o retrasar esta intervención hasta el fin del periodo de seguimiento. Todos los varones tenían entre 18 y 24 años y realizaron visitas clínicas de forma periódica para verificar la presencia de VIH u otras infecciones de transmisión sexual.
El subestudio para determinar si la circuncisión ofrecía protección frente a las cepas de alto riesgo del VPH contó con 1.264 hombres. Se tomaron frotis de la uretra en 2005 para verificar la presencia de estas cepas y los participantes recibieron un seguimiento durante una mediana de 647 días.
Al final del periodo de seguimiento, la prevalencia de la infección por las cepas de alto riesgo del VPH fue significativamente menor en los hombres circuncidados (14%) que en los no circuncidados (23%). El análisis estadístico de los investigadores mostró que los varones circuncidados presentaban un riesgo significativamente más reducido de infección por estas cepas del VPH que aquéllos no circuncidados (cociente de riesgo ajustado [CRA]: 0,62; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 0,47-0,80; p <0,001).
El efecto protector de la circuncisión frente a las cepas de alto riesgo del VPH se mantuvo cuando se excluyó del análisis a las personas que se infectaron por VIH (p <0,009).
Además, se descubrió que los hombres circuncidados también presentaron un menor riesgo de infección por múltiples cepas de alto riesgo del VPH (4 frente al 10% para los hombres no circuncidados, p <0,001).
Las tasas de gonorrea fueron similares entre los hombres circuncidados y sin circuncidar (véase la noticia al respecto de aidsmap.com [en inglés] [en español]); asimismo, los dos grupos de varones también declararon un número similar de parejas sexuales en su vida (una media de cuatro). Por otra parte, una proporción similar de hombres circuncidados y sin circuncidar declaró usar el preservativo de forma constante (17 y 20%, respectivamente). El grupo de investigadores cree que dichas similitudes implican que el efecto protector de la circuncisión no puede atribuirse a diferencias en la actividad sexual entre los dos grupos de hombres.
Los autores comentan: “Hemos demostrado que la circuncisión tiene, de forma independiente, un efecto protector parcial sobre la prevalencia de cepas de VPH de alto riesgo”.
Aunque hace poco han aparecido vacunas contra las cepas del VPH de alto riesgo, los investigadores señalan que es probable que su precio resulte prohibitivo para muchos de los países más pobres, y concluyen: “Los efectos protectores de la circuncisión pueden sustituir a las vacunas del VPH en términos de cobertura de genotipo y grupo diana de edad”.
Un estudio de EE UU también sugiere que la circuncisión confiere cierta protección frente al VPH
El estudio estadounidense contó con 463 hombres y se realizó entre 2002 y 2005. Los hombres declararon la práctica de sexo con una mujer el año anterior. Se consiguió una muestra de semen de todos ellos y se efectuó un examen físico para comprobar la presencia de verrugas o lesiones en la zona anogenital. Si había verrugas, se llevó a cabo un frotis para determinar el genotipo del VPH. En el examen médico también se registró si los hombres estaban circuncidados o no (el 84% lo estaba).
La circuncisión estuvo sólidamente relacionada con un menor riesgo de detectar cualquier tipo de VPH (cociente de probabilidades ajustado [CPA]: 0,44; IC95%: 0,23-0,82) o de cepas de alto riesgo del virus (CPA: 0,47; IC95%: 0,22 – 0,99) en el extremo del pene y en la uretra.
Asimismo, la circuncisión pareció estar relacionada con un menor riesgo de tener infección por cualquier tipo de VPH o por cepas de alto riesgo en el cuerpo del pene (p= 0,05).
No obstante, aunque los hombres circuncidados mostraron un menor riesgo de infección por VPH en el escroto, el canal anal, la zona perianal y el semen, esta reducción no fue estadísticamente significativa.
Los autores de un artículo editorial en el mismo número se muestran cautos respecto a los posibles beneficios para la salud pública de la circuncisión como método preventivo del VPH.
Y así, comentan: “Dada la variabilidad de los datos sobre los efectos protectores en los estudios observacionales y al hecho de que sólo se dispone de resultados de un ensayo de distribución aleatoria, sería prematuro promover la circuncisión como un modo de prevenir la infección por el virus del papiloma humano en hombres y como una posible forma de proteger a sus parejas sexuales femeninas”. Hay dos ensayos en marcha en Kenia y Uganda que deberían aportar más información al respecto.
Referencias: Auvert B, et al. Effect of male circumcision on the prevalence of high-risk human papillomavirus in young men: results from a randomized control trial conducted in Orange Farm, South Africa. J Infect Dis. 2008; 199: 14-19.
Nielson CM, et al. Associations between male anogenital human papillomavirus infection and circumcision by anatomic site sampled and lifetime of female sex partners. J Infect Dis. 2008; 199: 7-13.
Gray RH, et al. The role of male circumcision in the prevention of human papillomavirus and HIV infection. J Infect Dis. 2008; 199; 1-3.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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