En 2006, los CDC recomendaron efectuar tests del VIH de exclusión voluntaria para pacientes de entre 13 y 64 años de edad en entornos sanitarios donde la prevalencia local de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana superase el 0,1%. Además, en 2007, empezaron la Iniciativa para la Ampliación de la Prueba del VIH destinada a los distritos sanitarios con tasas más elevadas de diagnósticos tardíos entre personas de origen afroamericano.
Esta población se ve afectada de forma desproporcionada por el VIH en EE UU y las tasas de diagnósticos tardíos siguen siendo altas en este grupo.
La mencionada iniciativa se orientó a 25 distritos donde se habían registrado más de 140 diagnósticos de sida entre la población afroamericana en 2005, como marcador de unas tasas altas de infección por VIH sin diagnosticar.
Se destinaron 111 millones de dólares a los 25 distritos, el 80% de los cuales se invirtieron en la promoción de pruebas de exclusión voluntaria en entornos clínicos. El resto pudo dedicarse al fomento de métodos innovadores para aumentar la aceptación de la prueba del VIH entre poblaciones en situación de alto riesgo, como los hombres que practican sexo con hombres.
Entre octubre de 2007 y septiembre de 2010, se llevaron a cabo 2.786.739 pruebas, las cuales dieron como resultado 18.432 nuevos diagnósticos de VIH. El 91% de todas las pruebas se efectuaron en entornos clínicos, lo que representó el 81% de todos los nuevos diagnósticos de la infección.
A pesar de que los departamentos de urgencias supusieron el 8% del total de lugares donde se realizaron pruebas, allí se realizaron el 30% de todos las tests y se registraron el 32% de todos los diagnósticos de VIH. El 0,8% de todas las pruebas que se hicieron en los departamentos de urgencias dieron resultado positivo.
Las clínicas especializadas en enfermedades de transmisión sexual representaron el 21% de los puntos de realización de la prueba, el 21% de todas las pruebas efectuadas y el 20% de los nuevos diagnósticos de VIH.
Aunque las clínicas especializadas en abuso de sustancias supusieron el 9% de los puntos de realización de pruebas, apenas registraron el 0,9% de los tests y nuevos diagnósticos de la infección.
Las pruebas llevadas a cabo por organizaciones de base comunitaria arrojaron un número desproporcionado de nuevos diagnósticos. A pesar de que sólo significaban el 7% de los puntos de realización de prueba y de que en ellos se efectuaron el 6% de los tests, las organizaciones de base comunitaria registraron el 11% de los nuevos diagnósticos, lo que indica la importancia de apoyar a estas organizaciones para mejorar las tasas de diagnósticos de VIH.
La Iniciativa para Ampliar la realización de Pruebas del VIH también tuvo éxito en el ofrecimiento de tests a los grupos menos propensos a tener un contacto habitual con proveedores de atención sanitaria en EE UU. El 55% de las pruebas las hicieron hombres, que representaron el 72% de los nuevos diagnósticos. Los varones fueron el doble de propensos a dar positivo que las mujeres.
El 60% de los tests se hicieron a personas de origen afroamericano, que fueron un 60% más proclives a dar un resultado positivo (lo que equivale a una prevalencia del VIH de 0,8% frente a un 0,5% en personas de etnia blanca y de origen hispano).
Sin embargo, a pesar del gran número de nuevos diagnósticos, la revisión también evidenció que sigue habiendo problemas en la inclusión de las personas en los servicios de atención sanitaria.
El 9% de las personas que dieron positivo no fueron a recibir sus resultados; por otra parte, el 25% de las que tuvieron un resultado positivo en la prueba del VIH no se incorporaron a los servicios de atención. Las tasas de notificación de resultados e incorporación a la atención fueron menores fuera de los entornos clínicos. La Estrategia Nacional sobre VIH/Sida de EE UU ha establecido un objetivo para mejorar la proporción de personas incluidas en la atención sanitaria antes de los tres meses de diagnóstico, llevándola de un 65% a un 85%.
El informe señala que la iniciativa abordó únicamente dos etapas del espectro de atención sanitaria, y que para alcanzar la reducción de nuevas infecciones como resultado de un diagnóstico y tratamiento más tempranos, la incorporación al sistema sanitario debe acompañarse por la retención del paciente en la atención, el inicio del tratamiento, la promoción de la adhesión, el mantenimiento de una supresión viral sostenida y el acceso a servicios de prevención y apoyo. El equipo de investigadores de EE UU había determinado con anterioridad que sólo el 19% de la población con VIH del país norteamericano había logrado la supresión de la viremia.
Referencia: Viall AH, et al. Results of the Expanded HIV Testing Initiative – 25 jurisdictions, United States, 2007-2010. Morbidity and Mortality Weekly Report 60 (24), June 24, 2011. (En esta dirección se puede encontrar el texto completo del artículo).
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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