Aunque se precisan 15 mil millones de dólares extras para conseguir los objetivos de la estrategia, este incremento se vería más que compensado por el ahorro de costes derivados de la reducción del número de nuevas infecciones por VIH.
El pasado mes de julio, el presidente Obama presentó en la Casablanca la Estrategia Nacional contra el Sida, que incluye una serie de objetivos ambiciosos que deberían alcanzarse en 2015, entre los que figuran:
- Disminuir la incidencia del VIH en un 25%.
- Reducir la tasa de transmisión del VIH en un 30%.
- Aumentar a un 90% la proporción de personas con VIH cuya infección ha sido diagnosticada.
- Asegurar que el 85% de las personas diagnosticadas de VIH reciben atención en un plazo de tres meses.
- Aumentar a un 80% la proporción de pacientes que tienen dos citas de seguimiento.
- Incrementar a un 86% la proporción de pacientes con residencia estable.
- Aumentar a un 20% la proporción de pacientes gays/bisexuales, negros y latinos con carga viral indetectable.
Los planes de ejecución están siendo elaborados por los departamentos pertinentes del Gobierno estadounidense y serán presentados a principios de 2011.
Holtgrave, miembro del Consejo Asesor Presidencial sobre VIH/Sida (PACHA, en sus siglas en inglés) y autor de una investigación que ha servido de fuente informativa para la estrategia, describe los objetivos epidemiológicos como “audaces”.
No obstante, considera factible una disminución de un 25% en la incidencia del VIH, aunque esto dependerá de que se logren los otros objetivos fijados por la estrategia. Además, también será necesario reducir en un 10% el número de parejas seronegativas de personas con VIH.
Según el doctor Holtgrave, conseguir los objetivos epidemiológicos de la estrategia podría alterar el curso de la epidemia de VIH en EE UU.
“Se podrán prevenir alrededor de 75.800 nuevas infecciones hasta 2015. Es más; la consecución de los objetivos de NAS ayudará a alterar la trayectoria de la epidemia de tal manera que se podrían evitar incluso más infecciones entre 2016 y 2020”, señala el autor. “Si se alcanzan los objetivos de NAS, entonces la epidemia de EE UU será muy distinta de lo que podría suceder si simplemente se da carpetazo a esta estrategia”.
Pero David Holtgrave calcula que la estrategia requiere una inversión de 15.175 millones de dólares, de los cuales 2.000 millones irían dirigidos a financiar servicios de prevención faltos de recursos.
El potencial ahorro que se deriva de esta inversión podría ser enorme. Holtgrave comenta: “Si el ámbito de la prevención es, en efecto, totalmente financiado y cumple con los objetivos de prevención de la NAS, entonces los costes de la atención médica en el sector público ahorrados gracias a las nuevas infecciones evitadas supondrían cerca de 17.981 millones de dólares”, y comportarán incluso un ahorro mayor con posterioridad.
De cara al futuro, el doctor Holtgrave establece seis prioridades para garantizar que los objetivos de la NAS se conviertan en una realidad:
- Establecer más modelos matemáticos.
- Revisar los planes de ejecución para asegurar que se basan en investigación sólida.
- Subsanar los déficit de conocimiento.
- Monitorizar las actividades congregacionales.
- Asegurar acuerdos de acción local con los objetivos nacionales.
- Considerar la estrategia como un documento vivo revisable de forma regular.
La alternativa a esta acción es descrita por el autor como "nefasta", ya que supondría una incidencia anual del VIH en EE UU superior a los 74.000 casos en 2015.
“Sin embargo, si somos capaces de aunar esfuerzos para crear liderazgo y recursos, de comprometernos para hacer de los objetivos una realidad, entonces la Estrategia cambiará efectivamente el curso de la epidemia de VIH/sida en EE UU", concluye el autor, “y se salvarán vidas (y casualmente, recursos fiscales) ".
Referencia: Holtgrave, DR. On the epidemiologic and economic importance of the National AIDS Strategy for the United States. J Acquir Immune Defic Syndr, online edition 2010.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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