Elevadas tasas de infección en hombres que habían utilizado PPE con anterioridad
Un estudio realizado en Ámsterdam (Países Bajos) ha descubierto que los hombres gais que han usado profilaxis postexposición (PPE) en el pasado fueron cuatro veces más propensos a infectarse posteriormente por VIH que los que no recurrieron nunca a la PPE.
El fracaso de la PPE no parece ser la causa de la infección por VIH, sino más bien el hecho de mantener de forma regular conductas de riesgo tras el tratamiento profiláctico. La adhesión declarada al régimen de profilaxis postexposición fue alta, de un 94%.
El equipo de investigadores comparó las tasas de infección por VIH entre 2000 y 2009 en 355 hombres que, en total, habían recibido 385 tandas de PPE frente a las tasas de infección de 782 hombres gais que entraron a participar en el Estudio de Cohorte de Ámsterdam en el mismo período. En el primer grupo, se determinó la incidencia de VIH tres y seis meses después de recibir la PPE, y en el segundo, tras la entrada en la cohorte.
La incidencia del VIH, traducida a número de infecciones por hombre y año, fue del 6,4% entre los hombres que habían tomado PPE y del 1,6% en el estudio de cohorte. Se observó que tres de los once usuarios de la profilaxis postexposición que adquirieron el VIH ya se habían infectado tres meses después de la PPE, mientras que los ocho restantes se comprobó que tenían el virus seis meses más tarde, lo que viene a indicar que pocas infecciones (si es que hubo alguna) se produjeron cuando se estaba tomando la PPE.
“Nuestro estudio evidencia una elevada incidencia de VIH entre los HSH [hombres que practican sexo con hombres] que utilizaron PPE, un indicativo de que mantienen una conducta de riesgo de forma regular”, escribe el equipo de investigadores. Y añade: “Esto implica que, para este grupo de personas, la PPE, por sí sola, no es suficiente para prevenir la infección por VIH, y que es necesaria una combinación de otras estrategias preventivas más integrales”.
Comentario: Es importante no interpretar los resultados de este estudio como un fallo de la PPE. Más bien indican que los hombres gais que acuden para recibir PPE se consideran a sí mismos, con razón, en una situación de alto riesgo de infección por VIH, pero el estudio comprueba que la profilaxis postexposición no es una estrategia que puedan emplear con la frecuencia suficiente como para resultar protectora. Estudios anteriores de la PPE también han descubierto que, a pesar de que tiene una eficacia de casi un 80% en las infecciones individuales, su uso no tiene impacto sobre las tasas de infección a nivel poblacional. La elevada incidencia de VIH entre los hombres que utilizaron PPE sugiere que podrían ser unos candidatos ideales para que se les ofrezca una tanda constante de profilaxis preexposición (PPrE). En la actualidad, la PPrE sigue considerándose una técnica de prevención experimental y el acceso a la misma está limitado a su empleo en ensayos clínicos o fuera de las especificaciones aprobadas.
Puedes leer esta noticia completa en aidsmap.com.
Puedes leer más aquí sobre los estudios referentes a la eficacia de la PPE.
Cómo aumentar la conciencia sobre las intervenciones biomédicas para el VIH: Evaluación de la PPE
El nivel de conocimiento de los hombres gais sobre la profilaxis postexposición (PPE) contra el VIH mejoró de forma significativa tras la implementación de una estrategia de comunicación, según concluye un estudio reciente realizado en Australia Occidental.
El estudio resulta interesante, ya que es relativamente raro que se efectúe este tipo de investigación (sobre el impacto de las campañas de comunicación acerca del nivel de conciencia sobre las intervenciones preventivas). Los activistas en el ámbito de la prevención están valorando modos de aumentar el grado de conciencia sobre otras medidas preventivas como la profilaxis preexposición (PPrE) y el control de la carga viral.
En respuesta a los datos que evidencian un bajo nivel de conocimiento sobre la PPE no ocupacional en la comunidad de hombres gais y sobre la prescripción de esta profilaxis fuera de las directrices, se inició una campaña de concienciación entre esa población sobre la PPE en 2005, y aún sigue en curso. Los principales elementos de la campaña eran:
- un folleto y un póster sobre la PPE para su distribución en puntos de encuentro gais, servicios de salud sexual y organizaciones asociadas
- anuncios en el diario Perth (dirigido al público gay) y en el sitio web de contactos Gaydar
- una línea telefónica de consultas las 24 horas del día, atendida por personal de enfermería
- distribución de directrices y comunicados relacionados entre profesionales sanitarios
El grado de conciencia de los hombres gais y bisexuales respecto a la PPE se determinó mediante los Sondeos Periódicos de Perth en la Comunidad Gay, realizados en 2002, 2004, 2006, 2008 y 2010. Mientras que las dos encuestas efectuadas antes de la campaña de comunicación revelaron que menos de la cuarta parte de los hombres conocían la PPE, este porcentaje superó la mitad en 2008.
Sin embargo, el nivel de conocimiento cayó al 40% en 2010. Los autores del estudio señalan que los canales y materiales de comunicación han cambiado poco desde el inicio de la campaña. Así, comentan que los resultados de 2010 “sugieren que debería valorarse un enfoque más fresco, que podría incluir el aprovechamiento de las tendencias recientes en marketing social, como el uso de los medios sociales”.
Comentario: Aunque (tal y como revela el estudio anterior) la disponibilidad de la PPE puede no suponer gran diferencia en cuanto a la incidencia del VIH a nivel poblacional, sí que constituye un importante recurso de emergencia para las personas que pueden haberse visto expuestas al virus. Con la valoración de nuevas estrategias de concienciación sobre las posibilidades de prevención biomédicas, el éxito de esta campaña tendrá gran repercusión en el ámbito del activismo en prevención.
Puedes leer la noticia completa en aidsmap.com.
Estudio francés en jóvenes: El conocimiento sobre el VIH y la confianza en los preservativos han disminuido
El estudio descubrió que aunque los preservativos siguen usándose de forma generalizada y que el empleo por parte de las personas que tienen numerosas parejas no ha descendido, se han producido descensos en su utilización entre parejas que mantienen relaciones estables y comprometidas.
El sondeo francés KABP (siglas en inglés de Conocimiento, Actitudes, Creencias y Práctica) se ha realizado en seis ocasiones desde 1992. En él se comprobó que el conocimiento sobre las rutas más importantes de transmisión del VIH –a través de las relaciones sexuales sin protección y de agujas no esterilizadas- es casi universal, pero también se observó que, en los últimos años, las personas tienden más a creer en vías de transmisión del virus que no son realistas. En el último sondeo, una de cada cinco personas creía que se podía adquirir el VIH por utilizar un baño público, y uno de cada cuatro hombres y una de cada seis mujeres pensaban que los mosquitos podían transmitir el VIH.
Aunque la mayoría de las personas creían que los preservativos ofrecen cierta protección frente al VIH, solo algo más de la mitad de los encuestados consideraron que proporcionaban una protección completa, en comparación con más del 75% que pesaban así en la década de 1990.
Por otro lado, mientras que casi la mitad de las personas participantes afirmaron sentir miedo de desarrollar sida en la década de 1990, este porcentaje en la actualidad se ha reducido a una de cada cinco personas, una proporción no mucho mayor que la sexta parte que declaró tener miedo de adquirir otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Sin embargo, al mismo tiempo, la proporción de personas que pensaban que podrían haber contraído ya el VIH de forma asintomática ha aumentado hasta superar un tercio de los encuestados.
Solo la cuarta parte de las mujeres y la mitad de los hombres comunicaron haber utilizado un preservativo la última vez que practicaron sexo, un descenso del 37% en el caso de las mujeres y de un 27% en el de los hombres, con respecto a los niveles declarados en la década de 1990. El uso de preservativo ha seguido siendo elevado en las personas con numerosas parejas y en hombres que mantienen relaciones de una noche, pero ha descendido en las relaciones estables. Uno de cada cinco varones señaló que no empleaba ni anticonceptivos ni ningún tipo de precaución para proteger su salud sexual, frente a uno de cada diez que afirmaba eso en la década de 1990.
Comentario: Este estudio refleja un panorama contradictorio. Por un lado, resulta alentador que se evidencie que el uso del preservativo haya seguido siendo elevado entre las personas en situación de mayor riesgo de adquirir VIH y otras ITS, pero por otro, pone de manifiesto que ha disminuido el porcentaje de personas que lo emplean en sus relaciones estables. Como comentan los investigadores, los jóvenes actualmente pueden estar más preocupados por el embarazo que por el VIH y pueden percibir que la infección por este virus es solo algo peor que otras ITS, por lo que la utilización del preservativo ha perdido relevancia en la jerarquía de medidas para proteger la salud sexual.
Puedes leer la noticia completa en aidsmap.com.
Poco uso de las intervenciones conductuales en las clínicas de ITS del Reino Unido
Únicamente se les han ofrecido debates estructurados sobre reducción de riesgo, y los han aceptado, a un reducido número de hombres gais, según ha revelado una auditoría realizada en 15 clínicas de salud sexual en Inglaterra.
El Instituto Nacional de Salud y Excelencia Clínica de Inglaterra (NICE) recomienda que a las personas que tengan muchas probabilidades de tener una infección de transmisión sexual se les ofrezca dicha intervención. Estos debates individuales deberían estructurarse a partir de las teorías de cambio de conducta y deberían prolongarse al menos entre 15 y 20 minutos. Por su parte, la Asociación Británica de Salud Sexual y VIH (BASHH) y la Asociación Británica del VIH (BHIVA) hacen recomendaciones similares.
Una revisión de notas de casos descubrió que cuatro de cada diez pacientes recibieron una intervención conductual, pero con frecuencia solo se trató de consejos. Menos de uno de cada diez recibió una intervención estructurada, tal y como está recomendado. Las intervenciones efectuadas fueron, principalmente, counselling y entrevistas motivacionales. Apenas un puñado de hombres recibió terapia conductual cognitiva o educación entre iguales.
El equipo de investigadores examinó las notas de 598 hombres gais o bisexuales sin VIH que acudieron a las clínicas en junio de 2010. El 92% de los varones aceptaron someterse a una prueba del VIH y el 43% se realizaron al menos otro test en el año siguiente.
Aunque las notas de los casos evidenciaron que 251 hombres aceptaron un debate sobre el riesgo de infección, solo 52 recibieron una intervención estructurada basada en las teorías de cambio de conducta, tal y como recomienda el NICE. Solamente consta que 42 hombres en realidad rechazasen el debate sobre el riesgo, pero hay que recordar que no había obligación de registrar en las notas los rechazos a la intervención.
Los autores recomiendan que se investiguen y se aborden los motivos por los que no se ofrecieron dichas intervenciones a los hombres en situación de riesgo de infección por VIH. También se observó una gran variabilidad en el modo en el que las clínicas definieron ‘en riesgo’ y el equipo de investigadores sugiere que las clínicas de ITS deberían disponer de una herramienta estándar para valorar el riesgo, como la desarrollada para el estudio PROUD sobre profilaxis preexposición (PPrE). Asimismo, recomiendan que el personal clínico cuente con más recursos y formación para llevar a cabo debates estructurados sobre cambios de conducta, además de que estén al tanto de las directrices publicadas de forma relativamente reciente.
Comentario: Como no siempre se registraron los rechazos a esta intervención, resulta difícil saber si solo uno de cada diez hombres en este estudio recibió la intervención estructurada que se recomienda principalmente porque se les ofreció a pocos de ellos, o si fue debido a una tasa elevada de rechazo a cualquier tipo de debate sobre conductas de riesgo. La experiencia en la prueba del VIH en entornos no tradicionales sugiere que la falta de recursos y la inexperiencia del personal constituyen los motivos más habituales para que no se realicen estas intervenciones, pero también hay que investigar el modo en que se aborda el tema del riesgo con los pacientes.
Puedes leer la noticia completa en aidsmap.com
Otros titulares recientes
Vacunar a los hombres contra el virus del papiloma humano podría prevenir el cáncer anal
Un estudio sobre lesiones precancerosas en hombres gais con VIH provocadas por el virus del papiloma humano (VPH) ha descubierto que podrían evitarse el 71% de los casos mediante una vacunación con Gardasil, la vacuna disponible en la actualidad, y hasta el 89% con una vacuna experimental que protege frente a nueve variantes del VPH asociadas con la aparición de cáncer. Recientemente, la Asociación Médica Británica instó al gobierno del Reino Unido a empezar a administrar la vacuna contra el papilomavirus tanto a hombres como a mujeres jóvenes.
Un subestudio del ensayo Partners in Prevention ha revelado que la realización de pruebas y counselling a las dos personas de una pareja, en lugar de hacerlo de forma individual, conduce a unas tasas elevadas de uso continuo del preservativo. El 71% de las personas que formaban parte de las parejas que dieron positivo al VIH declararon haber mantenido relaciones sexuales sin protección antes de la prueba, mientras que un mes más tarde este porcentaje había disminuido a un 25%. Sin embargo, el counselling a parejas en donde se habló sobre el estado serológico al VIH y las prácticas sexuales seguras redujo aún más la prevalencia de las relaciones sin protección, hasta dejarla en apenas un 8%.
Las clínicas para personas trabajadoras del sexo reducen los comportamientos de riesgo
Otro estudio sudafricano que se centró en personas trabajadoras del sexo (hombres, mujeres y transexuales) en Sudáfrica descubrió que la provisión de clínicas e instalaciones móviles de trabajo social dirigidas de forma específica a dicha población consiguió reducir de forma significativa las tasas de prácticas sexuales sin protección. El trabajo sexual está criminalizado en Sudáfrica y se han realizado pocos estudios e intervenciones con esta población. El estudio también defiende que se aumente la provisión de preservativos femeninos para las mujeres trabajadoras sexuales, ya a pesar de que el 73% de ellas afirmó que ‘les gustaban’, solo el 44% los había utilizado alguna vez.
Noticias de otras fuentes seleccionadas por el editor
Una revisión de varios estudios que contaron con parejas heterosexuales serodiscordantes al VIH calculó que la tasa de transmisión del virus estaba entre 0 y 0,31 por cada 100 persona-años cuando el miembro seropositivo de la pareja tenía una viremia indetectable gracias a la terapia antirretroviral. Esto significa que si 1.000 parejas heterosexuales cuyo miembro con VIH tuviera una carga viral indetectable practicaran sexo a lo largo de un año, cabría esperar que se produjeran entre uno y dos casos de transmisión. Esta tasa de infección es 550 veces (99,8%) inferior a la observada en el estudio HPTN 052 (ensayo en el que se comprobó la eficacia del tratamiento como prevención) en parejas en las que el miembro con VIH no recibía tratamiento.
Por qué es necesario un ensayo sobre PPrE en hombres gais en el Reino Unido
El Consejo de Investigación Médica del Reino Unido (MRC, en sus siglas en inglés) ha publicado un informe político detallando el razonamiento que ha llevado a la realización del nuevo estudio abierto (el ensayo PROUD, ya mencionado) de profilaxis preexposición en hombres gais. La inscripción en la fase piloto comenzó en diciembre, y a mediados de enero, una de las 14 sedes había casi completado la inscripción. Se espera que el ensayo se ponga en marcha en todas las sedes a finales de febrero.
El cambiar el tipo de jeringuilla empleado por las personas usuarias de drogas inyectables podría ayudar, en un plazo de ocho años, a frenar los nuevos casos de VIH en países cuya epidemia está impulsada por esa vía de transmisión, según concluye un nuevo artículo firmado por un equipo de investigadores de RTI Internacional y el Instituto Futures. Por su parte, un estudio presentado el año pasado evidenció que las denominadas jeringuillas ‘con poco espacio muerto’, que contienen poca sangre residual, reducirían de forma drástica las tasas de infección por VIH entre los usuarios de drogas inyectables.
Nuevas advertencias respecto a un aumento en los preservativos falsificados
El organismo normativo de salud del gobierno del Reino Unido ha hecho pública una advertencia de que se está produciendo un aumento del número de preservativos falsificados que se están introduciendo de contrabando en el país. La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA, en sus siglas en inglés) afirma que, en los últimos 18 meses, se han importado de forma ilegal millones de ellos. Expertos en planificación familiar declaran que estos preservativos falsificados resultan poco eficaces para protegerse frente a las infecciones de transmisión sexual o prevenir los embarazos. Las pruebas realizadas a muchas de estas falsificaciones evidenciaron que tienen una elevada tasa de rotura.
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.