Por otro lado, puesto que la pérdida de la erección influyó sobre el posterior comportamiento sexual, las estrategias de prevención tradicionales basadas en la motivación para aumentar las percepciones de riesgo o que animan al uso de preservativos podrían no funcionar, concluyen los expertos.
El equipo de investigadores holandés estudió la relación entre la COINED y el comportamiento sexual de riesgo deliberado en 435 hombres, el 6% de los cuales tenía el VIH, que participaban en los Estudios de Cohorte de Hombres Homosexuales de Ámsterdam (Holanda).
La COINED fue autodefinida como “una pérdida prematura de la erección cuando se emplean preservativos”, y se midió en una escala de cinco puntos (que iba de 1 [nunca] a 5 [siempre]); fue corregida teniendo en cuenta otros tipos de disfunciones eréctiles.
A los hombres, con una media de edad de 34 años, se les pidió que rellenaran unos cuestionarios detallando los episodios de COINED, las prácticas de riesgo de sexo anal insertivo sin protección (tanto deliberadas como no deliberadas) con parejas casuales o estables y sus intenciones de utilizar preservativos.
El riesgo premeditado se definió como unas prácticas de sexo anal insertivo sin protección planeadas con antelación, mientras que la COINED se definió como la pérdida de erección por el uso del preservativo.
Los datos de los cuestionarios sugirieron que las tasas de sexo anal insertivo sin protección alcanzaron el 18% (55/306) con las parejas casuales y el 17% (46/272) con las parejas estables de estado serológico al VIH discordante o desconocido.
El 10% de los participantes experimentó con frecuencia COINED con parejas casuales y el 7% con las estables.
Un análisis más detallado sugirió que la COINED no estuvo relacionada con las prácticas anales insertivas sin protección con las parejas estables; sin embargo, entre las parejas casuales, esta disfunción se asoció con estas prácticas deliberadas (cociente de probabilidades [CP]: 6,57), pero no con las no premeditadas.
El equipo de investigadores concluye que la COINED constituye un factor de predicción único de prácticas anales insertivas sin protección entre parejas casuales.
Cuando los hombres experimentaron una COINED, fueron 2,71 veces más propensos, seis meses más tarde, a realizar prácticas anales insertivas de riesgo (p=<0,05) con las parejas casuales y 2,57 veces más proclives con las parejas estables (tendencia estadísticamente no significativa). Los hombres con COINED tendieron a evitar las relaciones anales con las parejas estables, siendo tres veces menos propensos a practicarlas (tendencia estadísticamente no significativa). Los hombres que habían experimentado COINED fueron un 63% más propensos a practicar sexo anal insertivo sin protección a lo largo de los siguientes seis meses y un 59% más partidarios de intentar no usar preservativos a lo largo de los siguientes seis meses, lo que indica que la COINED podría considerarse como un marcador subrogado o de predicción de prácticas sexuales no protegidas deliberadamente. El estado serológico al VIH no tuvo relación ni con la COINED ni con el sexo sin protección premeditado.
Teniendo en cuenta que la COINED influye sobre la intención de usar preservativos, las estrategias de prevención tradicionales basadas en la intención probablemente serán ineficaces a la hora de abordar este problema y se deberían contemplar otras alternativas, “como la prescripción de fármacos para la disfunción eréctil como Viagra®”, comenta el grupo de investigadores.
En respuesta a la pregunta de si el uso de Viagra® constituía, en sí mismo, un factor sólido de predicción independiente de sexo no seguro, el presentador Udi Davidovich indicó: “Los hombres que usan Viagra® para conseguir cinco o seis orgasmos en una noche” podrían no ser los mismos que los que, simplemente, necesitan ser “activos”, aunque se necesitaría un cuidadoso interrogatorio para diferenciar esto.
Cuando se le preguntó si la pérdida de la erección estaba también (independientemente) relacionada con el consumo de drogas recreativas, Davidovich replicó que no se había analizado esto para el propósito del estudio, pero que podría hacerse, ya que se dispone de los datos sobre consumo de drogas. Sin embargo, declaró que su impresión era que las preguntas de la encuesta fueron diseñadas para aclarar lo que los investigadores estaban buscando específicamente respecto a la pérdida de erección tras el empleo de preservativos.
Un miembro del público alemán comentó que, en una encuesta similar, había estudiado el vínculo entre los fármacos antirretrovirales y la disfunción eréctil en pacientes con VIH y había descubierto una correlación negativa, es decir, que la disfunción eréctil fue más habitual en los pacientes que no tomaban antirretrovirales, lo que apunta a una posible causa psicológica.
Referencia: Lammers M, et al. Condom induced erectile dysfunction (COINED): a unique predictor of deliberate sexual risk. XVII International AIDS Conference, THPDC205, Mexico City, 2008.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.