Sin embargo, la circuncisión no afectó al riesgo de adquirir cualquier otra infección de transmisión sexual [ITS].
El ensayo fue realizado por un equipo de investigadores del estudio Health in Men (HIM, siglas en inglés de Salud en Hombres). Se trata del mismo grupo de científicos que informó, recientemente, de que la circuncisión puede proteger del VIH a los hombres gays que muestran “preferencia” por la práctica del sexo anal insertivo [en español] [en inglés].
Los hombres gays se ven afectados de manera desproporcionada por las infecciones de transmisión sexual, por lo que es necesario contar con nuevos métodos preventivos.
Los estudios observacionales realizados con hombres heterosexuales han sugerido que la circuncisión tiene un efecto protector frente a las ITS ulcerosas (incluyendo el herpes genital y la sífilis). Además, el ensayo Rakai, de distribución aleatoria con control, evidenció que la circuncisión protegió frente al herpes genital, pero no frente a la sífilis.
No es posible extrapolar los hallazgos de estudios efectuados con hombres heterosexuales a hombres gays. En consecuencia, un equipo de investigadores de Sydney (Australia) llevó a cabo un ensayo prospectivo con 1.426 hombres homosexuales para ver si las tasas de prevalencia e incidencia de ITS variaban según el estado de circuncisión.
La inscripción en el estudio se realizó entre 2001 y 2004, y los hombres fueron sometidos a seguimiento hasta finales de 2007. Ninguno tenía VIH al inicio del ensayo.
Mediante un examen físico a la entrada del estudio, se determinó si los varones estaban circuncidados o no.
Cada seis meses, se efectuaron entrevistas de seguimiento en las que los hombres informaban de su comportamiento sexual más reciente. También fueron sometidos anualmente a chequeos de salud sexual.
El análisis contó con más de 5.000 persona-años de seguimiento, siendo la media de tiempo por paciente de 3,9 años.
No hubo diferencia en la prevalencia basal de infecciones de transmisión sexual entre los hombres circuncidados y sin circuncidar.
Sin embargo, tras tener en cuenta posibles factores de confusión como la edad y el número de relaciones receptivas sin protección, los hombres circuncidados presentaron un riesgo significativamente menor de adquirir la infección por sífilis (p= 0,019).
El efecto protector de la circuncisión frente a los casos incidentes de infección por sífilis se vio aumentado cuando los autores restringieron sus análisis a los hombres que expresaron una preferencia por el papel insertivo durante la práctica de sexo anal (p= 0,033).
La circuncisión no redujo el riesgo de sufrir ninguna otra infección.
“Los participantes circuncidados en la cohorte HIM tuvieron un riesgo significativamente menor de sufrir una infección incidente por sífilis”, comentan los autores.
Pese a ello, los investigadores no creen que sea probable que la circuncisión tenga “un impacto notable sobre la salud pública en la disminución de la adquisición de la mayoría de las infecciones de transmisión sexual en los hombres homosexuales”.
Referencia: Templeton DJ, et al. Circumcision and risk of sexually transmissible infections in a community-based cohort of HIV-negative homosexual men in Sydney, Australia. J Infect Dis (online edition), 2009.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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