En el análisis, publicado en la edición de 1 de enero de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes, se han controlado numerosos factores y, finalmente, ha llevado a los autores a concluir que sus hallazgos indicaban diferencias étnicas.
Desde hace años, la terapia antirretroviral se ha asociado a cambios problemáticos en los niveles de glucosa, el metabolismo lipídico y la composición corporal. Sin embargo, es difícil determinar los efectos que corresponden a cada fármaco, en parte, por el amplio número de factores que pueden contribuir a los cambios metabólicos y de la grasa corporal en personas con VIH. El propio virus puede afectar al metabolismo independientemente del tratamiento. Además, el envejecimiento está asociado con cambios metabólicos y de la grasa corporal, lo que significa que algunos de los problemas observados en personas con VIH, que viven mucho más tiempo a causa de un tratamiento antirretroviral efectivo, pueden ser consecuencia del proceso de envejecimiento.
El estudio analizó datos de un subgrupo de participantes del ensayo FIRST (siglas en inglés de terapias supresivas de retrovirus de inicio flexible), que distribuyó aleatoriamente a personas sin experiencia en tratamientos en tres brazos. A los participantes de FIRST que aceptaron participar en un estudio metabólico relacionado se les pidió que elegieran el grupo étnico con el que más se identificaran. Entre los 422 participantes del estudio metabólico, cuatrocientos doce se identificaron como afroamericanos, latinos o blancos, y 398 de éstos cumplieron los criterios de selección del subestudio que investigó las diferencias étnicas.
La cohorte de 398 personas incluyó a 243 negros, 43 latinos y 112 blancos. El grupo estaba formado en un 22% por mujeres, de las que el 87% eran de etnia negra. La media de edad de todo el grupo fue de 38 años.
Cuando los investigadores compararon los cambios metabólicos y de composición corporal de los negros, latinos y blancos, evaluaron los siguientes factores: edad, género, si estaban infectados por el virus de la hepatitis C (VHC), recuento de CD4, carga viral, diagnóstico previo de sida e índice de masa corporal (IMC). También se tuvo en cuenta el tiempo acumulado tomando los siguientes antirretrovirales: indinavir (Crixivan®), nelfinavir (Viracept®), ritonavir (Norvir®), efavirenz (Sustiva®), nevirapina (Viramune®), abacavir (Ziagen®), ddI (didanosina, Videx®), 3TC (lamivudina, Epivir®), d4T (estavudina, Zerit®) y zidovudina (AZT, Retrovir®).
El hallazgo más sorprendente fue que los latinos presentaron unos cambios en el metabolismo de la glucosa más desfavorables que los otros grupos. Este grupo mostró una tasa significativamente mayor de incremento en los niveles de glucosa que los miembros de los otros dos grupos, además de una tasa significativamente mayor en el incremento de los niveles de resistencia a la insulina (glucosa: latinos frente a negros, p <0,01, latinos frente a blancos, p <0,01; resistencia a la insulina: latinos frente a negros, p <0,01, latinos frente a blancos, p= 0,01).
Los latinos también mostraban diferencias respecto a negros y blancos en algunas mediciones de la composición corporal: experimentaron una mayor pérdida media de grasa en los tejidos subcutáneos de la zona de la cintura, además de una mayor tasa de pérdida de grasa, junto con una mayor velocidad de pérdida de grasa y una mayor pérdida media en el área adiposa subcutánea de los brazos.
Los autores puntualizaron que, en EE UU, los hispanos tienen las mayores tasas de síndrome metabólico y diabetes. Las personas con síndrome metabólico (una serie de condiciones médicas, como niveles de glucosa elevados y exceso de grasa abdominal), corren un mayor riesgo de padecer diabetes, infartos y enfermedades cardíacas.
El análisis también puso de manifiesto que los negros experimentaron incrementos menores en los niveles de triglicéridos que los latinos o los blancos, además de menores velocidades de incremento. Los responsables del estudio relacionaron de nuevo estos hallazgos con la población general, apuntando que los negros pueden tener, de forma inherente, un riesgo inferior al de los blancos de desarrollar hipertrigliceridemia.
De todos modos, los tres grupos presentaron incrementos en los niveles de triglicéridos. En cuanto al colesterol HDL (el llamado “colesterol bueno”), también mostraron aumentos, mientras que el colesterol LDL (el denominado “colesterol malo”) disminuyó en todos los grupos.
Los investigadores concluyeron señalando que “los cambios en la composición corporal a lo largo del tiempo y los parámetros metabólicos más desfavorables experimentados por los latinos, en comparación con los blancos o los negros de nuestro estudio, pueden reflejar no sólo el impacto de la infección por VIH y la terapia antirretroviral, sino que en ellos puede subyacer una diferente predisposición genética”. Los autores hicieron también un llamamiento a realizar esfuerzos para una mayor comprensión de las implicaciones clínicas de estos hallazgos.
Referencia: Gilbert C, et al. Racial differences in changes of metabolic parameters and body composition in antiretroviral therapy-naive persons initiating antiretroviral therapy. J Acquir Immune Defic Syndr. 2009; 50: 44-53.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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