Estudio español confirma que problemas renales relacionados con tenofovir son raros y están ligados a otros factores de riesgo

Un estudio observacional que contó con casi 1.300 pacientes con VIH ha confirmado que los problemas renales relacionados con tenofovir (Viread) son raros y generalmente se producen en pacientes que presentan otros factores de riesgo. Estos hallazgos fueron publicados en la edición de julio de The Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes.

Chris Gadd

Tenofovir es un inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleósido, que se elimina del organismo a través de los riñones. No debería ser empleado por pacientes que toman otros fármacos que pueden dañar los riñones, y debería ser tomando con menos frecuencia por pacientes con enfermedad renal preexistente caracterizada por un aclaramiento de la creatinina de menos de 50 ml/min. El aclaramiento de creatinina es una prueba que sirve para medir el funcionamiento de los riñones. A diferencia de la dosis estándar de 300mg una vez al día, los pacientes que presenten un aclaramiento de la creatinina entre 30 y 49 ml/min deberían tomar 300mg de tenofovir cada dos días, mientras que aquellos cuyos valores estén entre 10 y 29 ml/min deberían tomar una dosis de 300mg cada tres o cuatro días.

Numerosos estudios han descubierto la existencia de una relación entre el uso de tenofovir y toxicidad renal, incluyendo la grave enfermedad conocida como síndrome de Fanconi. Sin embargo, hallazgos recientes sugieren que el daño renal sólo se produce en pacientes cuya dosis de tenofovir no fue adecuadamente ajustada.

Para confirmar estos hallazgos en un entorno real, un equipo de médicos realizó un seguimiento de 1.286 pacientes adultos con experiencia en tratamientos provenientes de 120 clínicas del VIH de toda España como parte del estudio Recover. Todos los pacientes reemplazaron un inhibidor de la transcriptasa inversa análogo de nucleósido (ITIN) por tenofovir para mitigar los efectos secundarios. La mayoría de los componentes de la cohorte eran hombres, se habían infectado a través del uso de drogas inyectables y habían tomado previamente al menos dos regímenes antirretrovirales. Estos datos fueron presentados de forma preliminar en la 44ª Conferencia Interciencias sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia (ICAAC, en sus siglas en inglés) celebrada en Washington DC (EE UU) en 2004.

Tras 48 semanas, sólo cinco (0,39%) pacientes sufrieron problemas renales que les obligaron a interrumpir la toma del fármaco. Los cinco pacientes habían tenido problemas renales con anterioridad, incluyendo dos casos de fallo renal de larga duración: estos dos pacientes presentaban un nivel de aclaramiento de creatinina por debajo de 50 ml/min, pero estaban tomando tenofovir siguiendo el intervalo de dosis estándar.

Cuatro de los pacientes se recuperaron tras interrumpir el tratamiento con tenofovir, requiriendo uno de ellos someterse a cirugía para extraer piedras renales. El quinto paciente murió debido a un ataque al corazón dos días después de interrumpir el tratamiento con tenofovir.

“En nuestra cohorte de 1.286 pacientes con mucha experiencia en tratamientos tratados con regímenes que contienen disoproxil fumarato de tenofovir y sometidos a seguimiento durante 48 semanas, la incidencia de daño renal que condujo a la interrupción del fármaco fue muy baja (0,39 por 100 paciente-años) y reversible”, escriben los autores. “Esta información está en consonancia con los datos de estudios publicados anteriormente sobre esta materia, tanto referentes a ensayos clínicos como a cohortes observacionales.”

Sin embargo, el grupo de médicos señaló que la tasa de toxicidad renal observada fue ligeramente superior a la detectada en dos ensayos clínicos de reparto aleatorio a doble ciego con tenofovir, probablemente debido a que los pacientes con graves problemas renales fueron excluidos de esos estudios.

También realizaron un llamamiento para la introducción de pruebas rutinarias de comprobación de la función renal antes del inicio de tenofovir, y probablemente otros fármacos anti-VIH. “Es importante remarcar la necesidad de valorar la función renal antes [de iniciar] el tratamiento con disoproxil fumarato de tenofovir y de ajustar el intervalo de dosis en caso de daño renal”, escriben.

Referencia: Moreno S et al. Renal safety of tenofovir disoproxil fumarate in HIV-1 treatment-experienced patients with adverse events related to prior NRTI use: data from a prospective, observational, multicenter study. J Acquir Immune Defic Syndr 42: 385-387, 2006.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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