Los resultados de tres ensayos de reparto aleatorio con control realizados en 2006 en Suráfrica, Kenia y Uganda revelaron que, tras la circuncisión, la incidencia de infección por VIH entre los hombres se vio reducida en más de la mitad.
Según el nuevo documento político, el servicio de circuncisión se prestará a varones de cualquier edad, la atención ofrecida será sensible culturalmente y se efectuará en un entorno clínicamente seguro.
El programa implicará algún refuerzo de la infraestructura sanitaria, pero según Peter Mutie, responsable de comunicaciones en el Consejo Nacional para el Control del SIDA (NACC, en sus siglas en inglés), los centros sanitarios actuales cuentan con un equipamiento suficiente para el despliegue del programa.
“Estamos intentando acelerar el proceso de modo que, para mediados de 2008, podamos empezar a poner en marcha el programa”, declaró Mutie a IRIN/PlusNews.
Aunque hay un grupo de comunidades étnicas en Kenia (incluyendo las de Luo, Suba y Teso en el occidente keniano y la de Turkana en el noroeste) que no practican la circuncisión en su cultura, Mutie declaró que el programa gubernamental abarcará todo el país.
“La mayoría de nuestras tribus practica la circuncisión como un rito de transición, pero muchas lo hacen de forma tradicional, usando la misma cuchilla para varios chicos, una práctica que nos gustaría erradicar. Otras no quitan todo el prepucio, como se hace de forma médica, sino que simplemente seccionan una parte del mismo”, afirmó el responsable de comunicaciones.
Mutie añadió que, a fin de limitar posibles resistencias al programa, se deberían realizar ejercicios de movilización social antes de su despliegue, para formar a miembros comunitarios de modo que puedan educar a sus iguales sobre las ventajas de la circuncisión masculina.
“Se trata de un programa que requiere una implementación muy cuidadosa y la educación es una pieza clave. Por ejemplo, las personas tienen que saber que de ningún modo se trata de una garantía de protección frente al VIH”, indicó.
Asimismo, Peter Mutie destacó que las personas que practican tradicionalmente la circuncisión podrían desempeñar un papel clave en la reeducación de sus comunidades. “No podemos eliminar su papel por completo. Se trata de consejeros útiles a los que la entidad respeta, por lo que se les puede instruir para que aconsejen a los jóvenes que se inicien en prácticas de sexo seguro y otras prácticas saludables”, agregó.
Las novedades sobre una política nacional serán bien recibidas por muchas ONG y profesionales médicos que han estado esperando una orientación sobre la circuncisión masculina. Entre éstas se encuentra la organización Marie Stopes Kenya, que hace un año inició un proyecto piloto sobre circuncisión masculina en el occidente keniano, aprovechando las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La organización forma parte de una agrupación nacional de fuerzas sobre circuncisión masculina.
Tanteando el terreno
“Nuestro proyecto piloto es un servicio social gratuito móvil, en donde un equipo de cinco personas (un médico, un funcionario sanitario, un cuidador, una enfermera y un conductor) viaja por diversas comunidades y se establece en una habitación del centro médico local, o en una tienda, e invita a la gente a que vayan o lleven a sus niños para someterse a la circuncisión”, declaró George Obhai, encargado de las tareas de seguimiento y evaluación en Marie Stopes Kenya.
Antes de que llegue el equipo móvil, se contacta con el hospital o clínica local para que se realice una movilización comunitaria, y antes de someterse a la operación, el día en que son circuncidados, los hombres reciben counselling por parte de un miembro capacitado del personal.
“Es interesante destacar que muchas de las ideas que las personas tienen respecto a la circuncisión juegan a nuestro favor, incluso entre la etnia Luo. Por ejemplo, la gente cree que mejora la experiencia sexual y que las mujeres prefieren hombres circuncidados”, añadió.
Para la etnia Turkana, con otras exigencias culturales, la educación en torno a la circuncisión necesitará una mayor dedicación de tiempo y energía. Obhai señaló que la circuncisión no ha sido difícil de promover en el oeste de Kenia porque las etnias Luo, Teso y Suba están rodeadas por comunidades donde se practica la circuncisión y muchas personas conocen a hombres circuncidados. Las ventajas que ofrece en relación con la prevención del VIH también favorecieron la popularidad de la práctica en la región.
En cuatro distritos de la provincia de Nyanza, desde abril de 2007 más de 2.700 hombres se han presentado voluntarios para someterse a una circuncisión en Marie Stopes y el número aumenta cada mes. El 80% de los hombres y chicos circuncidados proviene de comunidades donde, tradicionalmente, no se practica la circuncisión.
Sin embargo, este éxito no es uniforme. Entre la etnia Turkana del noroeste de Kenia, una sociedad aislada y muy tradicional, ha sido mucho más complicado introducir una agenda de circuncisión.
“Cuando el año pasado llegamos a Turkana con el equipo móvil, atendimos dos casos en un día de trabajo, y al otro día, tres casos”, dijo Obhai. “Tuvimos que irnos porque, simplemente, no contábamos en aquel momento con los recursos económicos para justificar nuestra permanencia; pero una vez podamos organizar más equipos móviles, regresaremos a la región”, señaló.
La organización Marie Stopes Kenya también emplea a personas de la propia comunidad como educadoras entre iguales y espera incorporar en sus programas a las personas que practican tradicionalmente la circuncisión.
“En el pasado, hemos experimentado resistencia por su parte [de las personas que realizan tradicionalmente la circuncisión], ya que nos percibían como alguien que estaba intentando arrebatarles su fuente de ingresos o su papel en la sociedad”, declaró Obhai. “Por ejemplo, en muchas zonas, este próximo mes de agosto es un periodo de circuncisión, por lo que nos gustaría animarles a mantener su papel impartiendo counselling e incluso pagándoles una subvención por ello, pero pidiendo que traigan a los chicos a la clínica para efectuar la circuncisión.”
El programa piloto ha sido particularmente exitoso para llegar a poblaciones rurales con poco acceso a las instalaciones médicas modernas y a la población reclusa, que también carecen de un acceso adecuado a la atención médica. La movilización social también está siendo usada como un punto de entrada para la educación sobre la estrategia de prevención tradicional conocida como ABC (del inglés Abstinence, Being faithful and using Condoms [Abstinencia, Fidelidad y uso de Condones]), así como un modo de promover la realización de counselling y pruebas voluntarios.
El trabajo social de la organización Marie Stopes Kenya ha registrado cinco complicaciones por la intervención en el año que ha estado operativo el programa: dos reacciones adversas a la anestesia y tres infecciones postoperatorias.
Tras el éxito de la experiencia en Nyanza, la organización pretende repetir su labor de trabajo social móvil en todo el país.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.