Oxfam argumenta que desde 2001, ningún país ha sido capaz de aprovecharse completamente de las salvaguardias sobre salud pública incluidas en los acuerdos internacionales sobre patentes. El acuerdo de Doha de noviembre de 2001 reafirmaba que las reglas de propiedad intelectual contenidas en el acuerdo TRIPS no deberían impedir que los países protegieran la salud pública y, en agosto de 2003, la Organización Mundial de Comercio (OMC) acordó que los fabricantes de genéricos podrían exportar medicinas esenciales si se emitían licencias obligatorias o voluntarias por parte de países sin capacidad de elaborar los fármacos por ellos mismos.
Pero desde entonces, afirma Oxfam, el gobierno de Estados Unidos ha perseguido establecer acuerdos de comercio con países y regiones que menoscaban las flexibilidades sobre salud pública y ha buscado niveles incluso mayores de protección de la propiedad intelectual de las requeridas en los acuerdos, denominadas provisiones TRIPS Plus.
Entre estos requerimientos se incluye la prohibición de que los fabricantes de genéricos, en sus solicitudes de licencia, empleen datos generados por compañías innovadoras durante cinco años después de las primeras autorizaciones de comercialización, incluso aunque los datos sean públicos a través de internet y revistas médicas.
También incluye la inserción de protecciones para nuevas formulaciones de productos existentes dentro de las leyes de patentes de países que actualmente no reconocen que ligeros cambios en la formulación de un fármaco constituyan innovaciones significativamente nuevas merecedoras de una protección de patente.
Recientemente, el Banco Mundial destacó el coste que dichas protecciones TRIPS Plus suponen para un país actualmente negociando un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Tailandia dejaría de poder fabricar sus propias versiones de algunos antirretrovirales de segunda línea, afirmó el Banco Mundial, lo que exigiría que el gobierno tailandés gastase 3.200 millones de dólares más en antirretrovirales a lo largo de los próximos veinte años.
"De implementarse estos acuerdos, resultará que Colombia tendría que pagar 494 millones de libras adicionales por año para el año 2020 para cubrir el aumento del coste de las medicinas, lo que afectará a casi 6 millones de pacientes", afirmó Celine Charveriar, jefa de la campaña Make Trade Fair de Oxfam.
Estados Unidos también intenta emplear acciones comerciales contra los países que fabrican fármacos genéricos, afirma Oxfam. En 2006, Estados Unidos situó a la India en la Lista de Vigilancia Prioritaria Especial 301 por no introducir una cláusula de exclusividad de datos en su ley de patentes (la lista de vigilancia constituye el último paso antes de que se impongan sanciones comerciales). Una cláusula de exclusividad de datos en la ley de patentes india retrasaría el desarrollo de versiones genéricas de cualquier nuevo antirretroviral en cinco años si el propietario de la patente archivara una solicitud de patente en la India en el primer año de la primera aprobación de comercialización del producto en cualquier lugar del mundo. Esto significa que las versiones genéricas de nuevos fármacos de segunda línea requerirían ahora al menos cinco años para aparecer en la India después de su aprobación en Estados Unidos.
El pasado mes dos políticos estadounidenses, que serán poderosos jefes de comité en el nuevo congreso controlado por el partido demócrata, exigieron una investigación de la Oficina Presupuestaria del Gobierno (GAO en sus siglas en inglés) respecto a los efectos de la política de comercio de Estados Unidos sobre la salud pública. El senador Edward Kennedy y el representante Henry Wasman realizaron un llamamiento para que Estados Unidos disminuya la presión que ejerce en la OMS para enterrar un informe sobre comercio y salud crítico con las políticas de Estados Unidos.
El representante Waxman afirmó que: "Los acuerdos de comercio de la administración contienen numerosas condiciones que amenazan el acceso a unas medicinas asequibles. Tenemos que reconocer que la resolución de la administración Bush en conseguir protecciones de la propiedad intelectual para compañías farmacéuticas pueden tener consecuencias potencialmente devastadoras para la salud pública en los países en desarrollo".
Oxfam acusa que otros países ricos han permanecido prácticamente sin hacer nada mientras que Estados Unidos perseguía su propio interés en los acuerdos de libre comercio. Aunque los gobiernos de Reino Unido y Francia se han pronunciado en apoyo de las flexibilidades sobre salud pública contenidas en los acuerdos TRIPS, Oxfam declara que las compañías farmacéuticas europeas se benefician de las políticas estadounidenses tanto como sus competidoras americanas.
Una particularidad del acuerdo de comercio de Cancún de 2003 fue la concesión de que los países sin capacidad de fabricación pudieran importar fármacos genéricos con una licencia obligatoria. Sin embargo, ningún país ha empleado aún la provisión según un informe del Consejo TRIPS de la propia Organización Mundial de Comercio. Esto es así a pesar del hecho de que Canadá implementó una legislación que permite a los fabricantes canadienses producir antirretrovirales genéricos para su exportación.
Richard Elliot, de la Red Legal Canadiense para el VIH/SIDA, explica por qué no ha funcionado la legislación canadiense: "La decisión de la OMC recogida en la ley canadiense ignora las realidades de los fabricantes de fármacos genéricos y los países en desarrollo. Los países en desarrollo necesitan procesos de contratos simples que aseguren suministros sostenibles de medicinas esenciales; estos contratos deben ser suficientemente flexibles como para ajustarse a unas necesidades cambiantes. La decisión de la OMC implementada por Canadá fuerza a que las compañías de genéricos obtengan una licencia para fabricar todos y cada una de los fármacos patentados y sólo en una cantidad prenegociada y para un único país".
La legislación europea recientemente adoptada contiene exigencias similares para que cada uno de los artículos importados sea objeto de una licencia obligatoria separada.
La ONG Medecins sans Frontieres afirma que durante dos años ha estado intentando emplear, sin éxito, la legislación canadiense para comprar fármacos antirretrovirales para sus programas de tratamiento en países en desarrollo. Sin embargo afirma que la decisión de Cancún 2003 es inherentemente no factible y señala los siguientes fallos:
- Se requiere que los fabricantes de genéricos negocien con el poseedor de la patente; los acuerdos de licencia voluntaria a menudo son largos y no está claro cuándo los fabricantes de genéricos pueden decir que las conversaciones han fracasado y pasar de cualquier modo a adoptar una licencia obligatoria.
- Las medidas antidesvío para prevenir la filtración de genéricos de nuevo a mercados ricos exige que los productos tengan un aspecto y estén empaquetados de forma diferente a cualquier producto similar disponible en países ricos, y la información respecto a las cantidades de cada partida y destino deben de estar consignadas en internet. MSF afirma que esta provisión es demasiado onerosa, aunque en la práctica los productos genéricos siempre tienen un aspecto diferente de los productos de marca vendidos en los países ricos.
- Los países que quieren importar fármacos bajo esta provisión tienen que informar al Consejo TRIPS de la OMC de los fármacos y las cantidades que quiere importar, y probar que no tienen la capacidad nacional de fabricar los fármacos. MSF afirma que proporcionar esta información podría exponer a los países importadores a presiones de los oponentes a las licencias obligatorias.
- El acuerdo de Cancún requiere que los países busquen licencias obligatorias para cada partida de medicinas solicitada y realizar negociaciones con el propietario de la patente para cada pedido. Eso no es factible, según MSF, y ha desanimado a fabricantes en Europa y Canadá a implicarse en la producción de antirretrovirales genéricos. El volumen del trabajo de autorización que un fabricante de genéricos tiene que realizar a fin de en entrar en esta línea de negocios constituye un enorme desincentivo, señalan desde la ONG.
Pero James Love del Projecto de Consumo en Tecnología destaca un país que ha ideado un proceso bastante exitoso para exportar medicinas según el acuerdo de Cancún 2003: la India.
Pero, señala, la India es capaz de exportar la mayoría de las medicinas debido a que aún no están patentadas y la prueba real solamente se producirá cuando se hayan procesado solicitudes de patentes para nuevos productos. La India se encuentra actualmente en una fase de transición entre un régimen de patente que explícitamente bloquea la protección de patentes sobre medicinas y un régimen que acata los acuerdos TRIPS. Desde 2005, al país se le exige que acepte la patente de medicinas y algunos fabricantes indios están intranquilos respecto al hecho de que el endurecimiento del régimen de patentes del país pueda eliminar finalmente la capacidad de fabricar nuevos productos antirretrovirales.
Pero las leyes nacionales aún no consiguen explotar completamente las flexibilidades del Acuerdo TRIPS, afirma James Love. La Organización Mundial de la Salud ofrece poca o ninguna ayuda para explotar estas flexibilidades, y la agencia se encuentra terriblemente falta de recursos para ayudar a que los países en desarrollo mejoren el acceso a medicinas esenciales contenidas en la Lista de Medicinas Esenciales de la OMS.
Propone que gobiernos nacionales, abogados especializados en salud y el sistema de Naciones Unidas deben examinar ya otro enfoque: fondo común de patentes para países en desarrollo que identifiquen todas las patentes sobre medicinas esenciales necesarias para tratar enfermedades particulares, y la retirada de la carga de la licencia voluntaria de los fabricantes mediante la búsqueda de términos estándar para establecer licencias voluntarias a lo largo del mundo en desarrollo. El fondo común también crearía un sistema más fluido de atraer fármacos genéricos de los fabricantes, declaran algunos abogados, aunque los medios para conseguir esto aún no se han especificado (en este enlace encontrarás una descripción del alcance propuesto de un fondo común de patentes: http://www.cptech.org/cm/addisababa03032005.html ).
Oxfam argumenta que se necesita con urgencia realizar una revisión de los efectos de TRIPS sobre medicinas esenciales, y que los países del G8 deberían prestar apoyo a los países pobres que quieran aplicar las salvaguardias de TRIPS. También hace un llamamiento a Estados Unidos para que deje de "coaccionar" a los países en desarrollo a través de acuerdos de libre comercio.
Las compañías farmacéuticas argumentan que se persigue una política sistemática de licencias voluntarias por parte de prácticamente todos los fabricantes de antirretrovirales aparte de Abbott (fabricante de Kaletra) en los países en desarrollo, pero los críticos afirman que los beneficios de este enfoque respecto a la reducción de precios no están alcanzando a los países de ingresos medios, que las compañías farmacéuticas argumentan son aún capaces de pagar precios mayores por las medicinas.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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