Si la circuncisión masculina reduce en un 60% el riesgo de adquisición del VIH por parte de los hombres, según sugirió el pasado año un estudio surafricano, y no anima a que los hombres crean que pueden tener múltiples parejas sexuales sin tomar precauciones, los países africanos podrían empezar a observar marcadas reducciones de la incidencia del VIH pocos años después de la promoción de la circuncisión masculina generalizada, sugiere el estudio.
Se cree que la circuncisión reduce el riesgo de infección en hombres debido a que elimina el tejido vulnerable del interior del prepucio, que contiene células de Langerhans (un tipo de célula especialmente vulnerable a la infección por VIH). El área bajo el prepucio también es vulnerable al trauma y es más propensa a sufrir abrasiones si no existe lubricación vaginal. Además, los hombres sin circuncidar pueden ser más vulnerables a las infecciones de transmisión sexual, ya que el área bajo el prepucio puede retener bacterias adquiridas durante la práctica sexual, aumentando así la probabilidad de que se produzca una infección.
Resultados
El estudio empleo datos de ONUSIDA sobre la prevalencia del VIH por país y de una encuesta de 2004 sobre circuncisión masculina en África, y realizó las siguientes suposiciones basadas en indicios de investigaciones africanas:
- Cada caso de infección por VIH generará aproximadamente otros seis casos más, asumiendo una edad media de 27 años en el momento de la infección y una esperanza de vida de aproximadamente diez años.
- El 52% de las personas infectadas son mujeres.
- La probabilidad de que el VIH se transmita de hombres a mujeres es dos veces mayor que de mujeres a hombres.
La circuncisión masculina podría evitar dos millones de nuevas infecciones y 0,3 millones de muertes a lo largo de los próximos 10 años. Podría evitar otras 3,7 millones de infecciones y 2,7 millones de muertes para 2026.
La cuarta parte de todas las infecciones y muertes que se evitarían se producirían en Suráfrica, el país con una de las tasas de circuncisión más bajas de África entre la población de raza negra.
Debido a que la circuncisión reduce la vulnerabilidad masculina a la infección por VIH, la proporción de personas con VIH que son mujeres en el África subsahariana continuaría creciendo, alcanzando el 58% para 2026.
Entre los hombres circuncidados en Suráfrica, la prevalencia de VIH sería una quinta parte más baja que entre los hombres sin circuncidar.
Precauciones
Los autores del estudio, entre los que se contaron epidemiologistas de la Organización Mundial de la Salud, ONUSIDA, la Universidad de California, Suráfrica y Francia, advirtieron de que se necesitarán mejores datos antes de que estas cifras puedan emplearse para tomar decisiones políticas respecto a la salud pública.
En particular, se necesita una mejor información sobre la prevalencia del VIH. Las estimaciones de prevalencia de ONUSIDA tienen un margen de error de hasta un 30%.
También será necesaria información sobre la prevalencia de la circuncisión, la edad en que se produce y la seguridad de las actuales prácticas de circuncisión.
Sin embargo, aún más importante, el grupo de investigadores afirma que se necesita información de dos grandes ensayos clínicos actualmente en marcha en Kenia y Uganda y cuyos resultados se esperan para el próximo año.
También se necesita información de la durabilidad del efecto (el estudio surafricano duró 21 meses y la edad media de los hombres que pasaron por la circuncisión fue de aproximadamente 20 años). Si la circuncisión provoca que los hombres sean menos precavidos respecto a su comportamiento sexual, cualquier beneficio protector se diluiría con el tiempo.
Movimientos políticos
La Organización Mundial de la Salud, UNICEF y ONUSIDA ya están trabajando con países y expertos que han expresado interés en la posibilidad de promover la circuncisión en algo que tendría que hacerse para convertirla en una actividad de prevención del VIH viable y eficaz.
Suazilandia, Lesotho, Botsuana, Tanzania y Zambia desean analizar con más detalle las implicaciones de este estudio y otros en sus países y en el reciente encuentro de Socios Implementadores de PEPFAR, que tuvo lugar en Durban (Suráfrica), Mark Stirling de ONUSIDA declaró que las agencias de la ONU ya estaban desarrollando programación y guías técnicas en anticipación a más posibles resultados positivos.
Sin embargo, advirtió: “Si la circuncisión masculina se reduce a una herramienta dirigida por el donante, se producirá una enorme resistencia si entre los agentes sociales del país no existe el consenso de que ése es el camino a seguir”.
Según Bertrand Auvert, el investigador que llevó a cabo el estudio surafricano del año pasado (véase más arriba), estudios de aceptabilidad realizados en Kenia, Suráfrica y Uganda demuestran que entre el 50% y el 75% de los hombres no circuncidados optarían por realizarse una circuncisión, y también para sus hijos, si se probara que reduce el riesgo de transmisión del VIH.
La prevalencia de la circuncisión varía en África desde entre el 80% y el 85% en los países del occidente africano influidos por el Islam, hasta el 85% en Kenia, el 25% en Uganda y Botsuana y el 10-15% en Zambia, Lesotho, Ruanda y Zimbabue, según datos reunidos entre 1967 y 2004 en tres encuestas separados. Se sabe menos de las variaciones dentro de los países según los grupos étnicos.
Referencia: Williams BG et al. The potential impact of male circumcision on HIV in sub-Saharan Africa. PloS Medicine 3 (7): e262, 2006.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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