Kaletra es una combinación en dosis fija de inhibidores de la proteasa que contiene lopinavir y ritonavir y está recomendada por la Organización Mundial de la Salud como fármaco de segunda línea.
Según la agencia de noticias Xinhua, Abbott ha ofrecido realizar una reducción del precio de Kaletra de 347 dólares al mes a 167 dólares al mes, lo que situaría el precio tailandés al nivel al cual actualmente Abbott ofrece el fármaco a los países de ingresos medios más bajos (en torno a 2.200 dólares anuales).
En un mes se producirán más negociaciones. Se sabe que el gobierno tailandés pretende obtener un mayor ahorro. Según Medecins sans Frontieres, la importación de una versión genérica de Kaletra podría reducir el coste a 120 dólares al mes y ahorrar 24 millones de dólares al año, aunque el gobierno tailandés no ha realizado declaraciones sobre el precio que espera pagar por una versión genérica.
La oferta de Abbott supone el último paso en una estrategia cada vez más agresiva de contención de precios perseguida por el gobierno tailandés, que empezó en noviembre de 2006 con el anuncio de una licencia obligatoria para importar una versión genérica de efavirenz, comercializada como Stocrin por Merck & Co (y como Sustiva por Bristol-Myers Squibb).
El 29 de enero de 2007, el Ministerio Tailandés de Salud Pública anunció que emitiría licencias obligatorias para Kaletra y Plavix, un medicamento antiplaquetas que reduce el riesgo de formación de coágulos sanguíneos inestables en personas con enfermedad cardiaca.
En una carta dirigida a los representantes del congreso de EE UU, la Representante de Comercio de EE UU, Susan Schwab, admitió que el gobierno tailandés estaba en su derecho, dentro de las provisiones establecidas en la declaración de Doha de 2001, de emitir licencias obligatorias “para abordar con eficacia emergencias de salud pública significativas”, pero criticó que el gobierno tailandés no consiguiera implicar en negociaciones a los dueños de las patentes antes de emitir licencias obligatorias.
El fracaso de la negociación también fue criticado por la Directora General entrante de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, que instó la realización de negociaciones con los fabricantes.
Sin embargo, voces críticas con la política comercial de EE UU señalan que el acuerdo TRIPS de 1994 no exige que se declare una emergencia de salud pública y no exige que el gobierno tailandés negocie con los fabricantes antes de emitir una licencia obligatoria si su uso no es para obtener beneficios.
El Ministro de Salud de Tailandia, Mongkol na Songkhla, ha declarado a Reuters que Tailandia estaba estudiando la posibilidad de emitir otras licencias obligatorias y dejó claro que el gobierno tailandés contemplaba la amenaza de emitir licencia obligatorias como un método clave para obligar a que compañías farmacéuticas rebajen los precios de los fármacos antirretrovirales.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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