Los participantes del estudio pertenecían a la ‘cohorte de cohortes’ unificada denominada CASCADE, y eran originarios de 13 países europeos, Australia, Canadá y varios países africanos. El CASCADE (siglas en inglés de Acción Concertada sobre Seroconversión al Sida y Mortalidad en Europa) sólo incluye a pacientes cuya fecha de infección por VIH (seroconversión) es conocida. El presente estudio examinó el historial clínico de 1.223 personas que habían iniciado la TARVc en el año siguiente a la seroconversión y contó con pacientes a partir del año 1997. Por este motivo, se incluyeron muchos pacientes que habían comenzado su terapia con lo que ahora se consideraría un régimen subóptimo.
Los resultados primarios analizados en el estudio fueron la proporción de pacientes que desarrollaron un fracaso virológico del tratamiento (definido como, al menos, dos pruebas consecutivas de carga viral superiores a 400 copias/mL mientras seguían con la terapia antirretroviral) y la proporción de ellos cuyo virus desarrolló resistencia a los medicamentos anti-VIH.
De los 1.223 participantes incluidos en el estudio, el 85% eran varones, con una edad media de 34 años. La media del recuento de CD4 al inicio de la terapia fue de 432 células/mm3. Gran parte de ellos no habrían empezado el tratamiento si los médicos se hubieran atenido a las recomendaciones recogidas en las actuales directrices de tratamiento de la Asociación Británica del VIH [BHIVA] y la Sociedad Europea del Sida [EACS], aunque no en las de EE UU.
Antes de comenzar la terapia antirretroviral, ciento cincuenta y un pacientes se sometieron a pruebas para verificar si el VIH tenía resistencia a los fármacos; se comprobó que siete de ellos (4,6%) resultaron tener un virus con una resistencia primaria (transmitida) a los antirretrovirales.
El hecho de tratarse de una cohorte histórica se vio remarcado por el dato de que el 71% de los participantes empezaron una TARVc basada en inhibidores de la proteasa. El 60% interrumpieron su tratamiento en algún momento y el promedio de la duración de dicha interrupción fue de un año.
En términos del tiempo transcurrido hasta que se produjo el fracaso virológico, a los cuatro años del inicio de la terapia, el 11% de los pacientes lo habían experimentado y el 3% (de todo el grupo) confirmaron que el virus tenía la resistencia a los medicamentos que se había detectado. En realidad, es posible que esta última cifra sea mayor, ya que sólo la mitad de los pacientes que presentaron fracaso del tratamiento se sometieron a pruebas para comprobar la resistencia viral a los fármacos.
Ocho años después de haber comenzado la terapia, el 18% de los pacientes padecieron un fracaso terapéutico y el 6% habían confirmado que su virus mostraba resistencia a los fármacos. Estas cifras son inferiores a las observadas en un estudio sobre el historial de tratamiento a largo plazo de una cohorte de todos los pacientes bajo terapia (Cozzi-Lepri). En dicho estudio, tras ocho años, el 28% de los pacientes habían sufrido un fracaso del tratamiento y el 17% habían confirmado que su virus era resistente a los antirretrovirales.
En la presentación de la conferencia, Sara Lodi comentó que la mayoría de los fracasos se produjeron en los dos primeros años de tratamiento. Cuanto mayor fue la edad de las personas en el momento de ser diagnosticadas y comenzar la terapia, menos probabilidad tuvieron de experimentar un fracaso terapéutico: La tasa de fracasos del tratamiento se redujo en un 30% por cada década de edad. Por otro lado, se registró una tasa de fracaso un 8% menor y una disminución del 26% de los casos de resistencia a fármacos por cada aumento de 100 células/mm3 en el recuento de CD4 en el momento de iniciar la terapia.
A los delegados presentes en la conferencia se les recordó que los tratamientos anti-VIH se han vuelto mucho más eficaces y tolerables a lo largo del período de tiempo monitorizado en el estudio. Un recordatorio de ello fue que los pacientes que habían tomado regímenes que incluían un inhibidor de la proteasa sin potenciar fueron casi tres veces (192%) más propensos a sufrir un fracaso del tratamiento que aquéllos con otros antecedentes terapéuticos.
En su conclusión, Lodi señala con prudencia: "Nuestros datos no respaldan que el inicio temprano de la toma de antirretrovirales esté relacionado con unos niveles elevados de resistencia a fármacos".
Referencias: Lodi S, et al. Long-term probability of detecting drug-resistant HIV in patients starting antiretroviral therapy within the first year of HIV infection. Tenth International Congress on Drug Therapy in HIV Infection in Glasgow. Abstract O114. 2010.
Cozzi-Lepri A, et al. Long-term probability of detecting drug-resistant HIV in treatment-naive patients initiating combination antiretroviral therapy. Clin Infect Dis. 2010; 50(9): 1.275-1.285.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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