Las preocupaciones respecto a la eficacia de la terapia antirretroviral basada en nevirapina en mujeres previamente expuestas al fármaco en el momento del parto se centran en el riesgo de que una única dosis del fármaco pueda bastar para provocar una resistencia a largo plazo. Esto se debe a que tras una dosis única, los niveles de nevirapina pueden tardar entre 10 y 14 días en caer por debajo de los límites de detección en muchas mujeres y a lo largo de este periodo, existe la posibilidad de que emerjan virus resistentes a este fármaco.
A fin de estudiar el efecto de la exposición a nevirapina en el periparto sobre la subsiguiente respuesta a una TAR basada en nevirapina, el grupo de investigadores de EE UU de la Iniciativa por el SIDA Botsuana-Harvard de la Facultad de Salud Pública realizó un estudio prospectivo observacional en Botsuana que contó con 218 mujeres que habían dado a luz con VIH y que habían recibido nevirapina o placebo más un tratamiento corto de AZT durante el embarazo en el estudio MASHI previo.
Sesenta mujeres iniciaron TAR basada en nevirapina en los seis meses posteriores al parto y el resto inició el régimen después de este tiempo.
De las 60 mujeres que iniciaron TAR basada en nevirapina en los seis meses posteriores a dar a luz, 24 habían recibido una dosis única de nevirapina durante el parto, mientras que 36 habían recibido un placebo (a todas las mujeres del estudio se les administró zidovudina durante 35 semanas durante el embarazó hasta el parto, ya que, de forma similar a nevirapina, zidovudina reduce la transmisión del VIH de madre a hijo). De las mujeres de este grupo que recibieron una dosis única de nevirapina durante el parto, el 41,7% posteriormente sufrió un fracaso de tratamiento, o “fracaso virológico” en los seis meses tras el inicio de TAR (frente al cero por ciento entre las mujeres de este grupo que habían recibido placebo durante el parto; p<0,0001). Se descubrieron diferencias similares en las visitas de seguimiento uno y dos años tras haber iniciado TAR.
Por contra, no se apreciaron diferencias estadísticamente significativas en las tasas de fracaso en las mujeres que retrasaron TAR durante seis meses independientemente de si habían recibido o no una dosis única de nevirapina durante el parto. Este grupo (y otras mujeres que se han unido al estudio desde entonces) continúa recibiendo un seguimiento para asegurarse de que no surjan diferencias al recibir las mujeres tratamiento a lo largo de un periodo de tiempo más largo, afirmó el doctor Shahin Lockman, investigador jefe del estudio, junto con el doctor Max Essex.
El doctor Essex afirmó: “Estos resultados se traducen en una política muy clara de cómo tratar SIDA en nuevas madres que recibieron nevirapina para proteger a sus hijos. Si se puede esperar seis meses para administrar TAR basada en nevirapina, es mejor hacerlo. Si no, hay que procurar tratar sólo con combinaciones de fármacos que no contengan nevirapina o fármacos relacionados con nevirapina. La implementación de esta política puede mejorar la salud de las mujeres que necesitan tratamiento contra el SIDA”.
El consejo sobre regímenes basados en nevirapina también se aplica a los regímenes basados en efavirenz, ya que nevirapina y efavirenz presentan resistencia cruzada.
También se midió la respuesta al tratamiento en 30 niños del estudio que recibieron TAR basada en nevirapina. Más de tres cuartas partes de los 15 niños que fueron expuestos a una dosis única de nevirapina de recién nacidos no respondieron de forma adecuada al tratamiento de tres fármacos (frente al 9,1% de los 15 niños que no tuvieron una exposición previa a nevirapina).
Aunque estos resultados despiertan preocupaciones respecto al uso de TAR basada en nevirapina en niños tras la exposición a una dosis única de nevirapina, afirmó el doctor Lockman, el grupo de niños estudiado era pequeño y se necesitan datos adicionales sobre niños.
El doctor Lockman resumió que “las mujeres que necesitan una TAR combinada para su propia salud durante el embarazo desde luego deberían recibir una TAR combinada tan pronto como fuera posible. Sin embargo, la dosis única de nevirapina sigue siendo importante para prevenir la transmisión del VIH de madre a hijo en numerosos escenarios en donde sigue constituyendo la única intervención disponible. El estudio proporciona algunas directrices importantes y una comedida confianza respecto al momento y la eficacia del tratamiento antirretroviral basado en nevirapina para numerosas mujeres con SIDA que previamente recibieron dosis única de nevirapina durante el parto”.
Referencia: Lockman S et al. Response to antiretroviral therapy after a single, peripartum dose of nevirapine. N Engl J Med 356 (2): 135-147, 2007.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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