El equipo de investigación, dirigido por la doctora Laura Waters, del Hospital Chelsea y Westminster de Londres (Reino Unido), descubrió que muy pocos pacientes pueden experimentar un cambio en el tropismo del VIH referente al correceptor que usa para infectar las células, cuando estos han alcanzado una carga viral indetectable.
Los resultados de su estudio fueron publicados en la edición del 1 de marzo de Clinical Infectious Diseases.
"La realización de las pruebas Trofile® a las muestras almacenadas, junto con el historial clínico, permiten predecir de forma fiable el tipo de tropismo que presenta el VIH de los pacientes que reciben una TARGA [terapia antirretroviral de gran actividad] supresora", comentan los autores.
Los efectos secundarios constituyen uno de los principales motivos por los que los pacientes tienen que cambiar de terapia antirretroviral. Maraviroc (Celsentri®) representa una atractiva opción terapéutica para las personas que necesitan sustituir su tratamiento. Este fármaco tiene un perfil de efectos secundarios leves, y los resultados obtenidos en ensayos clínicos evidencian que su uso puede resultar eficaz en pacientes que inician la terapia anti-VIH por primera vez, así como en los que tienen una experiencia previa en tratamientos.
Sin embargo, maraviroc solo funciona en personas cuyo VIH utiliza el correceptor CCR5 de las células CD4. Los resultados de la terapia basada en maraviroc no son muy buenos en el caso de los pacientes cuyo virus actúa aprovechando el correceptor CXCR4, que, por lo general, suelen encontrarse en un estado más avanzado de la infección o poseen una amplia experiencia en el uso de fármacos antirretrovirales.
Las pruebas de tropismo se utilizan para determinar qué correceptor emplea el VIH de un paciente en concreto. No obstante, estos tests únicamente pueden usarse si la carga viral de la persona es detectable; en consecuencia, su beneficio resulta escaso para las personas que precisan cambiar la terapia anti-VIH a causa de los efectos secundarios, pero que mantienen una carga viral indetectable.
El equipo de investigadores del Hospital Chelsea y Westminster planteó la hipótesis de que el tropismo viral en raras ocasiones cambiaría si el paciente estaba tomando una combinación de antirretrovirales capaz de mantener la viremia en niveles indetectables. Por lo tanto, consideraron que el análisis de las muestras de sangre almacenadas que fueron tomadas antes de comenzar el tratamiento anti-VIH serviría para mostrar con exactitud qué tipo de correceptor empleaba el VIH de la persona.
Para probar esta hipótesis, se diseñó un estudio en el que participaron 37 pacientes que interrumpieron su terapia antirretroviral. La mayoría de dichos pacientes se tomó un descanso del tratamiento debido a los efectos secundarios. Se comprobó cuál era el correceptor empleado antes del inicio de la terapia supresora del VIH y se comparó con el utilizado por el virus después de que la carga viral se hubiera elevado a niveles detectables durante la pausa del tratamiento.
La mayor parte de los pacientes eran hombres y la duración media de la terapia supresora antes de producirse la interrupción fue de 862 días.
Los tests de tropismo resultaron exitosos en 26 pacientes. A los investigadores les preocupó el hecho de que la prueba de amplificación fallara en el 26% de los pacientes y reconocen que esta alta tasa de fracaso supuso una limitación en su estudio.
Un total de 18 pacientes tenían virus con tropismo CCR5 antes de empezar el tratamiento supresor.
Estos pacientes mostraron unos mayores recuentos basales y nadir de CD4 que las personas cuyo virus utilizaba el correceptor CXCR4.
Como se suponía, los pacientes cuyo virus presentaba el tropismo CCR5 al principio tenían menos experiencia en terapias anti-VIH que los que tenían virus con tropismo CXCR4 (número mediano de combinaciones recibidas: 1 frente a 5, respectivamente) y una menor cantidad de fracasos virológicos (mediana de 0 frente a 2).
Los resultados de las pruebas de tropismo realizadas durante la interrupción del tratamiento revelaron que solo en dos casos tuvo lugar el cambio del tropismo del correceptor durante el período de tiempo en que el virus recibió la terapia supresora.
En un caso, el virus de un paciente pasó de un tropismo CCR5 a un tropismo CXCR4, mientras que en el otro el cambio fue a la inversa, de CXCR4 a CCR5.
“El cambio de tropismo del VIH es poco habitual durante el período de supresión viral”, concluye el equipo de investigadores.
Referencia: Waters L, et al. The evolution of coreceptor tropism in HIV-infected patients interrupting suppressive antiretroviral therapy. Clin Infect Dis 2011; 52: 671-674 (En esta dirección podrás encontrar el abstract gratuito).
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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