XV Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, Boston (EE UU) – Febrero de 2008

NAM - Boston, EE UU

Actualización diaria de noticias de aidsmap sobre la conferencia

Miércoles, 6 de febrero de 2008

Tratamiento anti-VIH

  • ¿Empezar el tratamiento con un recuento de CD4 de 500 células/mm3 disminuye el riesgo de sufrir enfermedades graves no relacionadas con el VIH?
  • Control del nivel de fármacos

Transmisión de madre a hijo

  • Los embarazos no deseados son habituales en las mujeres que inician TARV
  • La alimentación de reemplazo no aumenta el riesgo de embarazo
  • El tratamiento anti-VIH reduce el riesgo de infección por el virus en las mujeres que amamantan a sus bebés
  • Aumentar la profilaxis de los bebés reduce la transmisión del VIH durante la lactancia

VIH y hepatitis C

  • Beneficios a largo plazo de un tratamiento eficaz para la hepatitis C

Prevención del VIH

  • Fracaso de la vacuna

Tratamiento anti-VIH

¿Empezar el tratamiento con un recuento de CD4 de 500 células/mm3 disminuye el riesgo de sufrir enfermedades graves no relacionadas con el VIH?

Las directrices de tratamiento actuales (como por ejemplo las europeas y estadounidenses) recomiendan que el tratamiento del VIH se inicie cuando el recuento de CD4 ronde las 350 células/mm3. En anteriores versiones de estas directrices, el nivel de CD4 recomendado para el inicio de tratamiento era de 200 células/mm3.

Dichas directrices fueron modificadas cuando los estudios demostraron que, a largo plazo, los pacientes que iniciaron tratamiento con niveles más elevados de CD4 disfrutaron de unas mayores recuperaciones de su sistema inmunológico. Además, los resultados del estudio SMART sobre interrupciones de tratamiento mostraron que los niveles bajos de CD4 aumentaron el riesgo de sufrir enfermedades graves no relacionadas con el VIH, como algunos tipos de cánceres y enfermedades cardiacas, renales y hepáticas.

Sin embargo, ¿podrían pronto las directrices de tratamiento pasar a recomendar un inicio de tratamiento con niveles incluso mayores de células CD4? Existen datos provenientes del Reino Unido que apuntan a que los pacientes con un recuento de células CD4 de 350 células/mm3 tienen un mayor número de enfermedades relacionadas con VIH y un mayor riesgo de muerte que los pacientes con recuentos de 500 células/mm3.

El profesor Andrew Phillips, del Hospital Royal Free de Londres (Reino Unido), analizó los resultados de numerosos estudios que mostraban que el virus podría tener un papel importante en el desarrollo de algunas enfermedades graves no relacionadas con el VIH y sugirió que un inicio más temprano de la terapia antirretroviral (TARV) podría reducir el riesgo de padecer dichas enfermedades.

"Tenemos que averiguar si debería iniciarse antes la terapia antirretroviral en aquellos pacientes cuyos recuentos de células CD4 están por encima de las 500 células/mm3", declaró el profesor Phillips ante los delegados presentes en la CROI.

Control del nivel de fármacos

El aumento de las dosis de inhibidores de la proteasa (IP) tras un control terapéutico de fármacos (CTF) no mejora las posibilidades de que los pacientes con experiencia en tratamiento alcancen y mantengan una carga viral indetectable, según los resultados de un estudio estadounidense presentado en la CROI.

Aunque esta estrategia no ha demostrado tener ningún beneficio en el caso de los pacientes de etnia blanca, sí que tuvo un pequeño efecto sobre el nivel de carga viral en las personas de etnia negra y de origen hispano.

El estudio contó con 194 pacientes, que como mínimo alguna vez recibieron un IP, pero que aún tenían una carga viral superior a 1.000 copias/mL.

Cuatro semanas después de cambiar su tratamiento por una combinación basada en un nuevo IP, se realizó el control de los niveles de fármacos en sangre. Aquellas personas que tenían bajas concentraciones de fármaco en sangre fueron distribuidas de forma aleatoria, bien para seguir tomando la misma dosis de inhibidor de la proteasa o para aumentarla.
Sin embargo, veinte semanas más tarde, los niveles de carga viral fueron similares en ambos grupos de pacientes.

Cuando el equipo de investigadores examinó los resultados con más detalle, se puso de manifiesto que el aumento de la dosis de IP ofreció mejores resultados en los pacientes de origen étnico negro y origen hispano que en los de etnia blanca.

El nivel de resistencia del virus del paciente a los IP también pareció ser importante. Aquellas personas cuyo VIH presentaba un menor nivel de resistencia a los inhibidores de la proteasa mostraron las mayores reducciones de carga viral después de aumentar las dosis de su nuevo IP.

Transmisión de madre a hijo

Los embarazos no deseados son habituales en las mujeres que inician TARV

Un estudio realizado en Uganda (África Oriental) ha revelado que muchas mujeres tienen embarazos no deseados en los dos años posteriores al inicio de la terapia antirretroviral (TARV).

El estudio contó con 700 mujeres que empezaron la TARV entre 2003 y 2006. Aunque casi todas ellas (97%) afirmaron que no deseaban tener más hijos, el 17% se quedó embarazada. El número máximo de estos embarazos se produjo un año después del comienzo de la terapia antirretroviral.

Sólo el 8% de las mujeres empleaba anticonceptivos duales, y apenas el 14% utilizaba métodos para el control de la natalidad de tipo permanente o semipermanente.
Los investigadores recomiendan que los servicios de planificación familiar formen parte esencial de los programas de tratamiento del VIH.

La alimentación de reemplazo no aumenta el riesgo de embarazo

Un estudio llevado a cabo en Costa de Marfil (África Occidental) ha revelado que las mujeres que usan alimentación de reemplazo para sus bebés no tienen un mayor riesgo de embarazo respecto a las que dan el pecho.

Estos resultados son sorprendentes ya que, tradicionalmente, se ha considerado que el amamantamiento ofrecía algún tipo de protección frente al embarazo.

Todas las mujeres recibieron un curso breve de TARV durante el embarazo para prevenir la transmisión de madre a hijo del VIH. Después de eso, el 54% de las mujeres dio el pecho a sus bebés y el 46% empleó alimentación de reemplazo.

Durante los siguientes doce meses, aproximadamente el 4% de las mujeres quedó embarazada con independencia de cómo se alimentó al bebé. Por otro lado, después de veinticuatro meses, se quedaron embarazadas más mujeres entre las que dieron el pecho.

El tratamiento anti-VIH reduce el riesgo de infección por el virus en las mujeres que amamantan a sus bebés

Tomar un tratamiento anti-VIH de seis meses de duración durante la fase de lactancia reduce significativamente el riesgo de que el virus pase de madre a hijo, según ha evidenciado un estudio keniano presentado en la CROI.

El amamantamiento lleva asociado un riesgo de transmisión del VIH y se recomienda que las mujeres no lo hagan si disponen de alternativas seguras.

Sin embargo, en los entornos con recursos limitados, el amamantamiento a menudo supone una alternativa más segura que la alimentación con leche maternizada; así pues, a las madres seropositivas se les aconseja que den el pecho a su bebé hasta que éste alcance los seis meses.

El estudio keniano contó con 522 mujeres seropositivas a las que se les suministro una TARV desde la semana 32 del embarazo hasta que el bebé llegó a los seis meses de edad. Durante ese período, se les aconsejó amamantar exclusivamente a sus hijos y que los destetaran al llegar a los seis meses.

Durante los primeros doce meses de vida, el 6% de los niños se infectó por VIH; el equipo de investigadores que realizó el estudio considera que algo más de la mitad de las infecciones (el 3,5%) se debió al amamantamiento.

Aumentar la profilaxis de los bebés reduce la transmisión del VIH durante la lactancia

En la CROI también se pudieron conocer otros estudios que examinaron la capacidad del tratamiento anti-VIH para prevenir la transmisión de madre a hijo del virus durante la lactancia.

En estos estudios se descubrió que proporcionar nevirapina a los hijos de madres seropositivas durante un período de seis a catorce semanas después del parto puede reducir a la mitad la tasa de transmisión del VIH debido al amamantamiento.

Sin embargo, también se encontraron indicios que apuntan a que, en el caso de los bebés que se infectan por VIH, aumentar el período de tratamiento con nevirapina también incrementó el riesgo de que el virus desarrollase resistencia al fármaco.

VIH y hepatitis C

Beneficios a largo plazo de un tratamiento eficaz para la hepatitis C

Hay muchas personas con VIH que también están infectadas por el virus de la hepatitis C (VHC), algo que se denomina, habitualmente, ‘coinfección por VIH/VHC’. La enfermedad hepática debida a la hepatitis C constituye, ahora mismo, una importante causa de muerte en estos pacientes coinfectados.

El tratamiento del VHC consigue un aclaramiento de la infección en cerca de dos terceras partes de las personas con VIH con infección reciente (o aguda) por VHC y en aproximadamente la tercera parte de los pacientes con VIH con hepatítis C de larga duración (o crónica).

Un estudio español presentado en la CROI muestra que el tratamiento eficaz de la hepatitis C proporciona beneficios a largo plazo en el caso de los pacientes coinfectados. Este estudio contó con pacientes seropositivos que padecían hepatitis C crónica y, en el 31% de los casos, se produjo una respuesta positiva al tratamiento de la misma.

El equipo de investigadores comparó las tasas de muerte por cualquier motivo junto con las de morbimortalidad por problemas hepáticos en los pacientes que respondieron bien al tratamiento del VHC y en los que no.

Al hacerlo, se encontró que los pacientes que respondieron al tratamiento de la hepatitis C fueron menos propensos a morir por cualquier motivo y su riesgo de morbimortalidad relacionado con problemas hepáticos fue mucho menor. Sin embargo, las tasas de progresión de la infección por VIH fueron iguales en ambos grupos de pacientes.

Prevención del VIH

Fracaso de la vacuna

El año pasado se interrumpió un estudio que analizaba una vacuna candidata para el VIH desarrollada por Merck -Ad5-, después de que se descubriera que las personas que recibieron la vacuna manifestaron un mayor riesgo de infección por VIH que los que recibieron placebo.

En la CROI se presentó un análisis detallado de los resultados del ensayo, que mostró que el mayor riesgo de infección por VIH se centró, casi exclusivamente, en los hombres sin circuncidar que practicaron sexo anal insertivo sin protección.

Los investigadores creen que la vacuna podría haber interferido de algún modo con las respuestas inmunológicas naturales frente al VIH de los hombres. Esto puede haber estado relacionado con el nivel de inmunidad frente al adenovirus, un virus del tipo del resfriado común, empleado en la vacuna como ‘vector de transporte’.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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