Los arrestos tuvieron lugar en el Encuentro HIV/AIDS Implementers, celebrado en Uganda. Las tres personas detenidas pertenecen a la organización SMUG (siglas en inglés de Representación de las Minorías Sexuales de Uganda) y pretendían atraer la atención de los delegados sobre una declaración realizada el 2 de mayo por Kihumuro Auuli, director general de la Comisión Ugandesa del Sida: “Los gays son uno de los colectivos que más sida tiene en Uganda, pero dada la escasez de recursos, no podemos orientar nuestros programas hacia ellos en este momento”.
El citado encuentro es un acontecimiento, de carácter anual, copatrocinado por los principales donantes en el campo del VIH, como el Plan de Emergencia del Presidente de EE UU para paliar el Sida (PEPFAR, en sus siglas en inglés), ONUSIDA, el Banco Mundial, el Fondo Mundial, UNICEF, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Red Mundial de Personas que Viven con VIH/Sida (GNP+, en sus siglas en inglés).
Los manifestantes estaban intentando acceder al encuentro para entregar a los donantes una propuesta de financiación del trabajo de prevención del VIH, dirigido a hombres que practican sexo con hombres. Fueron detenidos por el personal de seguridad y acusados del delito de allanamiento.
Irónicamente, el encuentro pretendía ser una oportunidad para intercambiar información sobre las mejores prácticas y las lecciones extraídas durante el escalado de los programas de prevención y tratamiento del VIH en entornos con pocos recursos.
Las detenciones fueron censuradas por Michel Kazatchkine, director del Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, y por Michel Sidibe, de ONUSIDA, durante las sesiones plenarias de la conferencia.
Posteriormente, Mark Dybul, director del PEPFAR, autorizó el registro en el encuentro de los manifestantes, y afirmó a los activistas que los organizadores del mismo habían enviado representaciones para asegurar su liberación.
Hace tiempo que preocupa el hecho de que Uganda no sólo no reconoce las necesidades de prevención del VIH de los hombres gays y de otros HSH, sino que, además, exhibe unas políticas homófobas muy agresivas.
Recientemente, los estudios han revelado que entre los hombres gays de Uganda el nivel de prevalencia del VIH es del 26%, pero no son un objetivo en los esfuerzos de prevención del virus. Las directrices del PEPFAR, uno de los principales organizadores del encuentro, establecen claramente que los HSH deberían constituir una prioridad en la prevención del VIH. Sin embargo, el ministro de Sanidad de Uganda se ha quejado a ONUSIDA por la inclusión de las necesidades de los hombres homosexuales en las iniciativas de prevención del VIH. Esta acción fue defendida por un representante de la Comisión del Sida del país: “La práctica de la homosexualidad es ilegal”.
En agosto de 2007, el fiscal general adjunto hizo un llamamiento para que se realice un procesamiento penal de gays y lesbianas. Las leyes ugandesas prevén una posible sentencia de cadena perpetua por “conducta homosexual”, indican que los “actos indecentes” se penan con cinco años de cárcel y que las prácticas de sodomía pueden suponer una sentencia de 14 años.
Las autoridades de Uganda también han señalado que están planteándose un cambio de la ley, “de modo que la mera promoción [de conductas homosexuales] constituya un delito”, y afirmaron que se estaban realizando “listas de personas que creemos que están implicadas en la perpetuación del vicio de la homosexualidad”.
En noviembre de 2004, el gobierno de Uganda multó a la emisora Radio Simba por emitir un programa en el que se debatieron los prejuicios frente a las personas homosexuales y de su necesidad de contar con servicios relacionados con el VIH. El gobierno afirmó que la emisora había actuado en contra de la “moralidad pública”.
Asimismo, se teme que parte de los fondos del PEPFAR en Uganda hayan ido a parar a organizaciones que son abiertamente homófobas o que divulgan falsas informaciones sobre la fiabilidad de los condones. La concesión de fondos a dichas organizaciones está explícitamente prohibida por las directrices del PEPFAR.
Un ejemplo de tal organización es la Iglesia Comunitaria de Makerere, del pastor Martin Ssempa. En su sitio web ha listado nombres de activistas por los derechos de los homosexuales en Uganda, incluyendo fotografías y direcciones de contacto, refiriéndose a ellos como “promotores de la homosexualidad”. En 2005, el pastor testificó ante un comité del Congreso de EE UU como representante de la Fuerza de Trabajo en Sida de la Primera Dama de Uganda. En agosto de 2007, ayudó a organizar una campaña para exigir una acción gubernamental contra las personas homosexuales, calificando la conducta homosexual como “un acto criminal contra la ley de la naturaleza” (véase más información aquí).
La Iglesia Comunitaria de Makerere también difunde información en la que se afirma que los condones no protegen frente al VIH y ha quemado preservativos en público. La organización ha recibido 40.000 dólares de los fondos de PEPFAR para llevar adelante un programa de educación sobre abstinencia, según la organización Human Rights Watch.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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