El primer ministro australiano, John Howard, reiteró el 1 de junio su convencimiento de que se debería prohibir la entrada a Australia a los emigrantes y refugiados con VIH. Sus comentarios provocaron una rápida condena de
Inicialmente, Howard afirmó en abril que apoyaba una prohibición de la entrada de emigrantes con VIH en Australia. En aquel momento, su comentario fue apuntado por el informe que mostraba que se había producido un aumento significativo de los diagnósticos de VIH en el estado australiano de Victoria. Aunque algunos de estos nuevos casos de VIH implicaban a inmigrantes, la mayoría eran debidos a migración interna. Se cree que Howard confundió migración interna con inmigración o que sus comentarios eran un movimiento político, diseñado para poner de relieve sus credenciales antiinmigración de cara a las elecciones generales australianas que tendrán lugar este año.
Los últimos comentarios del primer ministro Howard fueron provocados por los datos de la oficina de auditoría nacional australiana que muestran que el departamento de inmigración había aprobado visados para emigrantes con VIH y otros problemas de salud. Aunque a las personas que solicitan una residencia a largo plazo en Australia se les pide que se sometan a una prueba del VIH, un resultado positivo en la misma no implica una prohibición automática de la entrada y los casos se consideran individualmente.
Howard afirmó que se iniciaría una revisión "la próxima semana o así" para determinar la elegibilidad de los emigrantes y refugiados con enfermedades "como el VIH y la lepra" para la concesión de una residencia a largo plazo en Australia. "Mi opinión es que lo mejor sería que no se permita la entrada al país a nadie con esos tipos de dolencias", afirmó a la radio australiana.
La IAS ha expresado su "fuerte oposición" a tales iniciativas. El presidente de la IAS, el doctor Cahn, afirmó que "expertos en salud pública de todo el mundo coinciden en que los intentos de reducir la transmisión del VIH mediante el control de movimientos de personas que viven con el virus son poco prácticos e ineficaces… ONUSIDA y la Organización Internacional sobre Emigración concluyeron en una revisión de 2004 que "las restricciones de viajes relacionadas con el VIH/SIDA no tienen justificación desde el punto de vista de la salud pública".
En 1992, la localización de la conferencia mundial de SIDA se cambió de Boston (EE UU) a Ámsterdam (Holanda) debido a la prohibición casi total de EE UU a la entrada de personas con VIH. Cahn reiteró la oposición de la IAS a la política de inmigración de Estados Unidos y subrayó que dicha política "ha sido completamente ineficaz para limitar la transmisión del VIH, de hecho, EEUU tiene la mayor prevalencia de VIH del mundo desarrollado".
Craig McClure, director ejecutivo de la IAS afirmó que la conferencia de julio en Sydney seguiría adelante a pesar de los recientes acontecimientos en Australia. "No estamos planeando cancelar la conferencia. Estamos haciendo seguimiento estrecho de la situación", afirmó.
"Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que se una a nosotros en Sidney para la conferencia", añadió. "Nuestra voz y presencia colectiva ayudará a presionar al gobierno australiano para que no implemente estas restricciones propuestas y demostrará nuestra solidaridad frente a la restricción de movimientos a las personas que viven con VIH en Australia y otros lugares del mundo."
Las personas con VIH pueden entrar en Australia por turismo y negocios. Los ministros australianas de salud e inmigración apoyan una política que requeriría que las personas que emigran a Australia informen "a las autoridades sanitarias" en el plazo de un mes desde su llegada al país o se arriesgarían a perder su visado. Recientemente también se anunciaron planes en Australia para crear una base de datos genética de modo que las infecciones por VIH puedan ser "rastreadas".
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).