El estudio, llevado a cabo en Malaui y financiado por Wellcome Trust, examinó la eficacia de una vacuna contra la infección por la bacteria Streptococcus pneumoniae.
Estas bacterias suponen una causa importante de neumonía y, cuando invaden el torrente sanguíneo y el cerebro (lo que se conoce como enfermedad neumocócica invasiva [ENI]), provocan enfermedades graves -y con frecuencia mortales-, como la septicemia y la meningitis. Entre los adultos con VIH, en particular en el África subsahariana, el riesgo de desarrollar la enfermedad neumocócica invasiva es entre 30 y 100 veces mayor.
La vacuna antineumocócica de polisacáridos (utilizada actualmente para proteger a los adultos en el Reino Unido y EE UU) ha demostrado tener una eficacia limitada en pacientes adultos con VIH y su uso no está recomendado en África.
Las vacunas de polisacáridos consisten en largas cadenas de moléculas de azúcares aisladas del agente infeccioso (en este caso, la bacteria neumocócica). A fin de mejorar la capacidad de la vacuna para inducir una inmunidad protectora, las moléculas de azúcar se pueden enlazar a una proteína "transportadora", consiguiendo así un aumento de la respuesta inmunitaria frente al antígeno. Esas vacunas son conocidas como "vacunas conjugadas".
Un equipo de investigadores del Programa de Investigación Clínica Malaui-Liverpool-Wellcome Trust, de la Facultad de Medicina en Blantyre (Universidad de Malaui), ha puesto a prueba la eficacia de Prevnar® -una vacuna antineumocócica conjugada desarrollada por la compañía farmacéutica Wyeth- en un ensayo de eficacia clínica de distribución aleatoria, a doble ciego y controlado con placebo.
El estudio, dirigido por el doctor Neil French, antiguo miembro de la Facultad de Medicina Tropical de Liverpool (Reino Unido), probó la vacuna en casi 500 pacientes adultos predominantemente infectados por VIH, que se recuperaban de un caso de ENI después de haber sido admitidos en el Hospital Central Queen Elizabeth de Blantyre. Se comprobó que la vacuna previno el 74% de los casos de enfermedad neumocócica invasiva recurrente en pacientes con una infección subyacente por VIH.
"Se trata del primer ensayo en emplear una vacuna neumocócica conjugada en un grupo compuesto por adultos y que descubre beneficios clínicos", explica el doctor French, que hoy día trabaja en la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Resulta especialmente importante destacar el hecho de que la vacuna previno la enfermedad incluso en los casos en que fue administrada a pacientes con recuentos de CD4 inferiores a 200 células/mm3. Las células CD4 constituyen una parte esencial del sistema inmunitario, pero son el blanco del VIH y son destruidas por este virus. Se considera que una persona con VIH y un recuento de CD4 por debajo de 200 células/mm3 tiene sida. Ésta es la primera vez que una vacuna conjugada ha mostrado eficacia en la inducción de una respuesta protectora cuando el recuento de CD4 es bajo.
"Es notable la eficacia de la vacuna para recuentos de CD4 bajos", declara el doctor French. "La opinión general respecto al uso de cualquier tipo de vacuna cuando hay infección por VIH es que se ve inutilizada si el nivel de CD4 es reducido. Hemos demostrado que la tecnología conjugada permite superar la inmunodeficiencia profunda para estos recuentos bajos. Esto supone un hálito de esperanza para el posible empleo de la tecnología conjugada en otras vacunas frente a otras infecciones bacterianas relacionas con el VIH, sobre todo la salmonela no tifoidea.
El doctor French considera que el estudio sugiere la posibilidad de que la vacuna neumocócica conjugada pueda ser aplicable en otros grupos de adultos en situación de riesgo de padecer ENI.
"Dado que [la vacuna] funciona en pacientes con VIH, por extensión, es probable que también sea eficaz en otros grupos de adultos, incluyendo ancianos y otras poblaciones en situación de riesgo", dice. "Se trata de un hallazgo importante que viene a respaldar el desarrollo y uso de vacunas conjugadas entre los adultos en general".
Sin embargo, según el doctor, el precio de las vacunas conjugadas (en torno a 40 dólares por dosis) significa que será preciso contar con mecanismos de financiación similares a los disponibles para las vacunas pediátricas a través de la Iniciativa Mundial para el Acceso a las Vacunas -o de otras formas de subvención-, con el fin de conseguir que estas vacunas gocen de una amplia difusión entre las poblaciones de adultos en África.
Fuente: Comunicado de prensa de Wellcome Trust.
Referencia: French N, et al. A trial of 7-valent pneumococcal conjugate vaccine in HIV-infected adults. N Engl J Med. 2010; 362 (9): 812-822.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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