Tratamiento antirretroviral pediátrico
Las nuevas directrices de la OMS recomiendan que todos los niños con VIH de menos de cinco años inicien tratamiento de forma inmediata. También se aconseja comenzar la terapia a los niños de cinco años o más con un recuento de CD4 por debajo de 500 células/mm3.
La principal barrera para que los niños reciban pronto el tratamiento es el fracaso en el diagnóstico del VIH en las primeras semanas de vida del bebé. Los expertos sugieren que la integración de la prueba del VIH en el trabajo de las clínicas de inmunización (donde más del 80% de las madres del África subsahariana llevarán a sus hijos) constituiría un gran paso adelante para mejorar las tasas de diagnóstico infantil. La mejora de los sistemas de información sanitaria también sería de utilidad, ya que podrían pasarse por alto diagnósticos si los registros médicos no indican que un bebé ha estado expuesto al VIH.
Conseguir una mejor integración de la atención pediátrica y adulta del VIH, así como una mayor cantidad de personal con formación en atención pediátrica, podría aumentar el número de niños que empiezan el tratamiento antirretroviral. Dos millones de niños en países de ingresos bajos y medios que son elegibles para recibir esta terapia no la están recibiendo aún; la aplicación de las nuevas directrices aumentaría este número en 750.000 niños más.
El aumento de la sensibilidad de las comunidades locales en torno al VIH, sus síntomas y tratamientos pediátricos ayudaría a aumentar las tasas de realización de pruebas y provisión de terapia entre la población infantil, dado que muchos padres no entienden que sus hijos puedan tener VIH a pesar de que no parezcan enfermos.
Los expertos que acudieron al encuentro satélite sobre acceso al tratamiento para la población infantil se mostraron de acuerdo en que el desarrollo de nuevos fármacos adecuados para los niños sería esencial para aumentar la aceptación de la terapia. No todos los fármacos anti-VIH están disponibles en formulaciones adecuadas para los niños; algunos son difíciles de tomar, y no existen combinaciones pediátricas en dosis fijas. No obstante, se están desarrollando nuevas formulaciones, con la esperanza de aprobarlas en 2015.
“Pasar de las recomendaciones [incluidas en las directrices de la OMS] a implementarlas realmente y facilitar el acceso al tratamiento requerirá todo el apoyo de donantes, autoridades reguladoras internacionales y nacionales, programas nacionales del VIH, sociedad civil, así como de las propias personas que viven con VIH”, señaló el doctor Marc Lalleman, responsable del Programa Pediátrico del VIH de la Iniciativa de Medicamentos para Enfermedades Desatendidas.
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Acceder a la atención médica del VIH y mantenerse en ella
El hecho de estar dentro de los servicios de tratamiento y atención –con la consiguiente monitorización del estado de salud y el tratamiento temprano de los problemas que puedan surgir– constituye un componente básico para mantenerse bien cuando se tiene una infección por VIH. El modo en que se proporciona esta atención médica relacionada con el VIH varía de forma considerable de una región a otra. A menudo, su eficacia se ve afectada tanto por la percepción de los beneficios de la atención médica como por las limitaciones de los sistemas de salud locales. Los nuevos modelos de atención médica, sobre todo en entornos con pocos recursos, tienen como objetivo animar a las personas que viven con VIH (y a las que se encuentran en riesgo de infección) para que accedan y permanezcan en los servicios de atención, al tiempo que se intenta que esto no suponga una carga insostenible para los sistemas de salud.
Un estudio llevado a cabo en zonas rurales de la provincia de KwaZulu-Natal (Sudáfrica) ha examinado los motivos por los cuales las personas permanecen o no en la atención médica después de recibir un diagnóstico de VIH. Todas las personas participantes habían sido diagnosticadas a través de un servicio a domicilio de counselling y realización de pruebas del VIH (HBHCT, en sus siglas en inglés).
Se observó que tener una menor edad, no creer los resultados de la prueba del VIH y considerar que los fármacos antirretrovirales te hacen enfermar fueron todos ellos factores relacionados con que la persona tuviera menos probabilidades de estar vinculada a los servicios sanitarios. Por su parte, vivir en un hogar con más de dos personas adultas, tener limitaciones de tiempo para buscar atención médica y consumir alcohol fueron también factores relacionados con el hecho de no acceder a la atención.
Las personas que creían que iban a ser capaces de obtener los fármacos y otros suministros que necesitasen en su centro de salud local y las que experimentaron más de tres síntomas de depresión después de haber recibido el diagnóstico de VIH tuvieron más probabilidades de acceder y permanecer en contacto con los servicios de atención médica.
La estrategia estudiada se desarrolló como parte de los esfuerzos nacionales para aumentar la conciencia en torno al estado serológico al VIH, orientándose hacia modelos de realización de pruebas diagnósticas de base comunitaria. Los enfoques de este tipo funcionan mejor cuando las personas diagnosticadas son derivadas a la atención médica inmediatamente después de recibir el resultado positivo de la prueba y son capaces de empezar el tratamiento antirretroviral en el momento adecuado. No obstante, conseguir esto puede constituir todo un desafío.
Los investigadores sugieren que la oferta de servicios sanitarios basados en la comunidad, junto con unos horarios flexibles en los centros de salud ayudaría a que las personas pudieran acceder a los servicios de atención sanitaria y mantenerse en ellos. Asimismo, proponen que podría ser útil aumentar la conciencia sobre los nuevos fármacos antirretrovirales, que en general presentan un menor perfil de efectos secundarios graves que los fármacos más utilizados con anterioridad.
Un segundo estudio, realizado en Uganda, reveló que las personas divorciadas, viudas o que estaban casadas en ese momento tenían más probabilidades de recibir atención médica que las personas solteras. Sin embargo, otros factores sociales y demográficos, como el nivel educativo, el sexo y la edad no parecieron estar relacionados con estar vinculado a los servicios de atención médica.
Los nuevos modelos de atención no se limitan a los entornos con pocos recursos. En Barcelona, la tercera parte de todos los hombres gais recientemente diagnosticados de VIH en Cataluña (España) se sometieron al test en un centro de realización de pruebas en la comunidad situado en la ciudad, según se afirmó en la conferencia. Casi todos estos hombres fueron derivados más tarde a los servicios de tratamiento.
El proyecto (denominado BCN Checkpoint) ofreció uno de los primeros centros de análisis comunitarios para hombres gais en Europa. Las pruebas rápidas y en el punto de atención las llevan a cabo personal no médico y voluntarios, que también proporcionan counselling entre iguales sobre prevención positiva. En España, las pruebas del VIH se ofrecen por lo general en la atención primaria (es decir, por médicos generalistas o médicos de familia), pero no todos estos médicos tienen experiencia o se sienten cómodos apoyando a hombres gais sobre temas de salud sexual.
BCN Checkpoint está consiguiendo llegar a los hombres gais en situación de alto riesgo de infección por VIH; así, hay hombres que vienen a someterse a la prueba por primera vez y vuelven de forma regular para repetirla. Existe la preocupación de que las personas diagnosticadas de VIH en los servicios de base comunitaria podrían no acceder posteriormente a los servicios de atención médica del VIH. BCN Checkpoint proporciona apoyo entre iguales a los hombres recién diagnosticados, ofrecido por un miembro del personal o un voluntario que también tiene VIH. El servicio, además, puede concertar una cita con un médico especialista y, de ser preciso, ayudar con el papeleo necesario para acceder a la sanidad pública.
Más del 90% de los hombres recién diagnosticados estaban acudiendo a la atención médica gracias a la ayuda del proyecto y solo se perdió el seguimiento de un 2,4%.
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Puedes leer la noticia completa de los proyectos de Sudáfrica y Uganda en aidsmap.
Puedes acceder a más detalles de la sesión de la conferencia en la que se presentaron estos estudios, incluyendo abstracts y diapositivas.
Puedes leer la noticia completa acerca del proyecto de Barcelona sobre realización de pruebas en la comunidad en aidsmap.
Puedes ver el abstract del estudio de Barcelona.
Prevención del VIH: Educación y apoyo a los HSH en África
Debería darse un mayor uso práctico a la investigación sobre los patrones de salud y comportamiento de los hombres gais y otros hombres que practican sexo con hombres (HSH), traduciendo los resultados de los estudios en programas de educación y apoyo. Esta fue la conclusión de un debate público que tuvo lugar ayer en la conferencia.
En ella, se afirmó que la prevalencia de VIH es igual de elevada en la población de HSH a nivel mundial que entre las personas heterosexuales en el África subsahariana. La falta de estudios estadísticos más detallados hace que resulte difícil saber la situación real en muchos países africanos, tanto en lo que se refiere a la prevalencia del VIH como al riesgo de infección. Las actitudes hostiles contra la homosexualidad y los HSH en muchas zonas de África agravan las dificultades existentes en la realización de proyectos de investigación con la población de HSH, por lo que es difícil conseguir una muestra representativa de estos hombres. Y cualquier investigación está limitada en cuanto no proporciona un apoyo o educación de forma constante a los participantes.
Un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins (EE UU) decidió abordar algunos de estos problemas mediante la creación y ejecución de un proyecto innovador en Blantyre (Malaui). El programa inscribió 330 HSH para participar en la investigación de sus conductas de riesgo de adquirir el VIH y su comportamiento relacionado con la salud. Posteriormente, el personal pasó a ofrecer un programa continuo de seguimiento de la salud, educativo y de apoyo a los 100 participantes que no tenían VIH. Se llevó a cabo la formación de trabajadores para apoyo entre iguales y trabajaron con los hombres a lo largo del siguiente año, además de realizar la formación de los equipos locales médicos y de enfermería sobre las necesidades de prevención del VIH y de salud de los HSH. Durante ese año, solo un participante abandonó el programa.
En la sesión de la conferencia también se habló de proyectos en los que se trabajó con la población HSH en la India, EE UU, Francia y Perú.
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Puedes ver detalles de la sesión de la conferencia en la que se presentaron estos estudios, incluyendo abstracts y diapositivas.
Coinfección por VIH y hepatitis en hombres gais
La hepatopatía constituye una causa significativa de enfermedad y muerte en personas con VIH, y la coinfección por un virus de la hepatitis (que provoca una inflamación del hígado) agrava este problema. Un estudio realizado en el Hospital Chelsea and Westminster en Londres (Reino Unido) ha puesto de manifiesto que muchos hombres gais que se han recuperado de la hepatitis C se infectan de nuevo por este virus.
Algunas personas pueden aclarar la infección por hepatitis B o hepatitis C sin necesidad de tratamiento, aunque esto resulta menos habitual cuando también está presente la infección por VIH. Existe tratamiento disponible para la hepatitis B y la hepatitis C crónicas y –a diferencia de lo que ocurre con la terapia antirretroviral– se puede conseguir una cura de estas infecciones. Las personas que se recuperan de la hepatitis B presentan una inmunidad natural frente a la misma, pero no ocurre lo mismo en el caso de la hepatitis C y es posible que puedan producirse reinfecciones.
Existen unas tasas de infección por hepatitis C muy elevadas entre hombres gais con VIH en varias ciudades europeas, de EE UU y Australia y, en actualidad, se admite que esta epidemia se debe a la transmisión sexual del virus de la hepatitis C. El estudio de Londres reveló que el 23% de los hombres que tomaron parte en el mismo y que habían aclarado el virus de forma espontánea o que habían recibido un tratamiento exitoso se reinfectaron de nuevo, la cuarta parte de ellos en menos de dos años.
Se produjeron algunos casos de segundas y terceras reinfecciones y, teniéndolas en cuenta todas, se registró un total de 54 a lo largo del periodo de estudio. El equipo de investigadores recomienda que los hombres gais se sometan de forma frecuente a pruebas de la hepatitis C, para permitir un diagnóstico y tratamiento precoces de las nuevas infecciones.
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Puedes ver el abstract del estudio en el sitio web de la conferencia.
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