La actualización de las directrices estadounidenses recomienda iniciar tratamiento con un recuento de CD4 de 350 células/mm3

Michael Carter

El Departamento de Sanidad y Servicios Sociales de EE UU (DHHS, en sus siglas en inglés) hizo pública, a principios de diciembre de 2007, una actualización de sus Directrices para el Uso de Agentes Antirretrovirales en Adultos y Adolescentes con VIH tipo 1 (VIH-1). Las directrices estadounidenses, al igual que las europeas -cuya última revisión se publicó en octubre de 2007-, recomiendan ahora que la terapia antirretroviral (TARV) debería iniciarse en todos los pacientes con un recuento de CD4 de 350 células/mm3 o inferior.

La revisión de las directrices refleja también otros avances recientes en el ámbito de la infección por VIH.

Las directrices recomiendan que los pacientes seleccionados para el tratamiento con inhibidores del correceptor CCR5, como maraviroc (SelzentryTM en EE UU, Celsentri® en Europa), deberían someterse a una prueba de tropismo que asegure que el tratamiento con esta clase de medicamentos es apropiado. Esta prueba también debería realizarse a las personas en las que el tratamiento con maraviroc fracasa. Las directrices, asimismo, abordan cuál es el papel óptimo que desempeña maraviroc en el tratamiento de los pacientes con amplia experiencia en el uso de medicación antirretroviral.

Las pruebas de resistencia, según las directrices, deberían efectuarse a todos los pacientes antes de empezar la TARV, dado que una proporción significativa de personas tiene resistencia primaria a los fármacos.

La prueba de detección del gen HLA-B*5701 debería realizarse antes de que los pacientes comiencen el tratamiento con abacavir (Ziagen®), para reducir el riesgo de desarrollar una reacción de hipersensibilidad a este medicamento. Los pacientes con un resultado positivo a HLA-B*5701 no pueden iniciar terapia con abacavir y se debería registrar el dato sobre la alergia en su historial médico. En escenarios en los que no se disponga de la prueba de detección del gen HLA-B*5701, las directrices afirman que es razonable ofrecer tratamiento con abacavir después de realizar un “counselling clínico apropiado” con un seguimiento estrecho de los síntomas de alergia a este antirretroviral.

Los indicios de la investigación más reciente muestran las ventajas significativas de iniciar TARV cuando una persona tiene un recuento de CD4 de 350 células/mm3 en lugar de 200 células/mm3. Las directrices estadounidenses recomiendan ahora que los pacientes con recuentos de CD4 de 350 células/mm3 o inferiores deberían iniciar el tratamiento para el VIH, así como también todos los pacientes cuya infección por VIH haya progresado a SIDA.

La TARV también debería ofrecerse a otros grupos de pacientes independientemente del recuento de CD4, por ejemplo, a personas coinfectadas por el virus de la hepatitis B (VHB) que necesitan terapia para tratar esta infección, y a personas con enfermedad renal grave.

Las directrices reconocen que no están claros los beneficios de la TARV con recuentos de CD4 superiores a 350 células/mm3, y señalan que las decisiones sobre el inicio del tratamiento en este tipo de pacientes “deberían tener en cuenta los beneficios y los riesgos potenciales asociados a la terapia, las comorbilidades, y la disposición y voluntad del paciente para adherirse a un tratamiento a largo plazo”.

Se puede consultar el texto completo en inglés de las directrices actualizadas en formato pdf aquí.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH.

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