En un artículo publicado en la edición digital de la revista AIDS, los autores sugieren que el diagnóstico tardío del VIH se defina como la detección del virus en el momento en que los pacientes tengan un recuento de CD4 inferior a 350 células/mm3 -el límite fijado actualmente para iniciar el tratamiento antirretroviral -.
La existencia en el momento del diagnóstico de factores relacionados con un riesgo elevado de muerte en tres meses -un recuento de CD4 por debajo de 200 células/mm3 o una enfermedad definitoria de sida- debería hacer que se considerasen, según proponen estos investigadores, como casos de "infección por VIH avanzada".
Un gran número de pacientes europeos reciben un diagnóstico tardío del VIH, lo que contribuye, en gran medida, a la mortalidad asociada con el virus que aún se observa en la región.
Por este motivo, realizar un diagnóstico precoz del VIH ayudaría a reducir las tasas de morbimortalidad vinculadas a este virus. También es posible que existieran beneficios para la salud pública, ya que las personas con una infección por VIH avanzada y sin tratar tienen unas cargas virales más altas y, por tanto, mayor capacidad de infección.
Sin embargo, las definiciones de diagnóstico tardío varían. En consecuencia, un equipo de investigadores de la Cohorte de Colaboración del VIH del Reino Unido (UK CHIC, en sus siglas en inglés) examinó las características de 15.774 pacientes atendidos entre 1996 y 2006 para elaborar "una definición que permita identificar, de forma fiable, una alta proporción de personas que podrían morir poco después de su diagnóstico de VIH".
En conjunto, el 10% de los pacientes presentaban un recuento de CD4 por debajo de 50 células/mm3 al recibir el diagnóstico y otro 17% tenían un nivel de CD4 inferior a 200 células/mm3 en dicho momento. No obstante, los investigadores señalan que en el caso del 14% de los pacientes, no se dispuso de mediciones de los recuentos de células CD4 cuando fueron diagnosticados.
Algo menos del 10% de los pacientes tenían una enfermedad definitoria de sida en el momento en que les diagnosticaron el VIH. En el 2,4% de los casos, esa enfermedad era de moderada a grave y suponía un riesgo significativo de muerte.
La mayoría de las personas (78%) con un recuento de CD4 menor a 50 células/mm3 también sufrían una enfermedad definitoria de sida cuando recibieron el diagnóstico. Además, el 46% de los pacientes con una enfermedad definitoria de sida más grave mostraban un recuento de CD4 por debajo de 200 células/mm3. De estas personas, el 79% tenían un recuento de CD4 inferior a 50 células/mm3.
Un total de 206 pacientes (el 1,3%) fallecieron en los tres meses siguientes a recibir su diagnóstico de VIH.
Sin embargo, se observaron tasas de mortalidad más elevadas en cada una de las categorías identificadas por los investigadores.
Las personas con un recuento de linfocitos CD4 inferior a 200 células/mm3 registraron una tasa de mortalidad del 3%, mientras que el 5% de los pacientes con un recuento de CD4 menor a 50 células/mm3 en el momento del diagnóstico fallecieron en los tres meses siguientes.
Por otra parte, el 6% de los pacientes con un diagnóstico de sida murieron en este período de tres meses, al igual que el 10% de las personas con una enfermedad definitoria de sida potencialmente mortal.
No obstante, los investigadores descubrieron que el 45% de los pacientes fallecieron sin que se hubiera realizado un recuento de células CD4.
Por esta razón, el utilizar de manera exclusiva el recuento de células CD4 no permitió identificar a todos los pacientes que murieron en los tres meses siguientes al diagnóstico. De haberse empleado únicamente los criterios del nivel de CD4, sólo se habría identificado a un tercio de las personas que tenían un recuento de CD4 inferior a 50 células/mm3 y a un 51% de las que lo tenían por debajo de 200 células/mm3.
De igual modo, de haberse confiado en los criterios clínicos, sólo se habrían identificado el 43% de los casos de fallecimientos a los tres meses entre los pacientes que tenían sida al recibir el diagnóstico y el 18% de aquéllos con una enfermedad definitoria de sida más grave en ese momento.
Sin embargo, el combinar los recuentos de células CD4 y las características clínicas demostró constituir un método de orientación más fiable, que permitió la identificación de más de dos tercios de los pacientes que murieron.
"Proponemos que toda persona que se presente en la clínica con un recuento de CD4 inferior a 200 células/mm3 o un acontecimiento clínico definitorio de sida sea considerada como un caso de infección por VIH avanzada", escribe el equipo de investigadores.
Además, sugieren que los pacientes diagnosticados con un recuento de CD4 por debajo de 350 células/mm3 o que desarrollen una enfermedad definitoria de sida antes de un mes tras el diagnóstico deberían ser clasificados como casos de VIH diagnosticados de forma tardía.
Los autores advierten que confiar únicamente en los recuentos de células CD4 no serviría para identificar a un número importante de pacientes con infección por VIH avanzada y en situación de elevado riesgo de muerte en el momento de su diagnóstico. Al respecto indican: "Estos pacientes pueden presentarse en la clínica y morir sin que se determine su recuento de células CD4".
El equipo de investigadores tiene la esperanza de que las definiciones que proponen faciliten las comparaciones entre países y ayuden a identificar pacientes en situación de alto riesgo de tener una infección avanzada en el momento de recibir el diagnóstico de VIH.
Referencia: The UK Collaborative Cohort (UK CHIC) Steering Committee. Late diagnosis in the HAART era: proposed common definitions and associations with mortality. AIDS 24 (advance online publication), 2010.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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