Alta incidencia de VIH en hombres gay con sífilis en EE UU

Michael Carter

Un equipo de investigadores estadounidense ha revelado la existencia de una alta incidencia de infección por VIH reciente entre hombres diagnosticados de sífilis primaria o secundaria. En un estudio publicado en la edición de 1 de febrero de 2008 de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes, se encontró que la incidencia de VIH fue del 11% entre hombres gay con formas tempranas de sífilis. Los autores sugieren que “son necesarios unos servicios intensivos e integrados de prevención, cuidado y realización de pruebas del VIH y de infecciones de transmisión sexual (ITS), dirigidos a hombres diagnosticados de sífilis”.

Desde finales de los años noventa, en los países industrializados se han registrado numerosos brotes de sífilis en hombres gay. Se teme que estos brotes puedan afectar a la propagación del VIH en esa población, ya que la infección por sífilis puede constituir un marcador de comportamiento sexual de riesgo; además, esta enfermedad puede facilitar la transmisión y adquisición del VIH.

Algunos estudios estadounidenses han descubierto una alta incidencia de VIH entre los hombres gay con sífilis. Para entender mejor la relación entre la incidencia de infecciones por VIH y la sífilis primaria y secundaria, un equipo de investigadores analizó los datos de hombres diagnosticados de esta ITS en clínicas de salud sexual en Atlanta, Los Ángeles y San Francisco (EE UU) entre enero de 2004 y enero de 2006.

Las muestras sanguíneas empleadas para el diagnóstico de sífilis fueron sometidas a la prueba del VIH. Las que dieron positivo fueron analizadas para comprobar si la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana era reciente.

Entre las tres ciudades se identificó un total de 457 casos de sífilis, pero el equipo de investigadores restringió su análisis a los 357 hombres que presentaban sífilis primaria o secundaria. La mediana de edad de estos hombres era de 35 años y su origen étnico fue diverso (37% de etnia blanca, 30% de etnia negra y 25% de origen hispano). La mayoría de ellos (85%) era gay.

En consonancia con otros estudios, el equipo de expertos encontró una alta prevalencia de infección por VIH (45%) entre los hombres con sífilis primaria y secundaria.

En la mayoría de los hombres, esta infección estaba bien establecida; así, el 61% de ellos contaba con un resultado positivo en la prueba de anticuerpos del VIH desde hacía seis meses (o incluso más) o empleaba terapia antirretroviral (TARV) seis meses antes de recibir el diagnóstico de sífilis.

Sin embargo, análisis sanguíneos posteriores revelaron que once hombres (diez de ellos gay) presentaban indicios de una infección por VIH reciente. El equipo de investigadores determinó que la incidencia de VIH entre hombres gay que se encontraban en una fase temprana de sífilis fue, al año, del 10% para todos los hombres y del 11% para los hombres gay.

Análisis posteriores mostraron que la incidencia de VIH varió con la edad. Entre los hombres con etapas tempranas de sífilis de menos de 30 años, la incidencia se situó en el 14% anual (en el 8% en el caso de los hombres de entre 30 y 39 años y en el 5% en el de los de 40 años o más). La incidencia también pareció depender del origen étnico: 14% entre hombres de etnia blanca, 7% entre los de etnia negra y 6% en el de los de origen hispano.

“En esta población de hombres diagnosticados de sífilis temprana en clínicas de salud sexual de Atlanta, San Francisco y Los Ángeles, se halló una alta incidencia de infección por VIH durante 2004 y 2005”, señala el equipo de investigadores.

Este trabajo concuerda con investigaciones previas estadounidenses, que encontraron que los brotes de sífilis se concentraban en hombres gay, muchos de ellos con VIH e implicados en prácticas sexuales de alto riesgo.

“En estas redes sexuales, los hombres sin VIH que adquieren sífilis están en una situación de alto riesgo de contraer el virus por numerosos motivos”, sugiere el equipo de investigadores, que explica: “La infección por sífilis reciente (…) facilita la adquisición del VIH, ya que, por un lado, las úlceras sifilíticas abren brechas en las barreras epiteliales y de las mucosas y, por otro, la inflamación local hace que las células CD4 dianas del virus acudan al punto de ulceración.”

Asimismo, los expertos indican que, como estos hombres seronegativos mantienen actividades sexuales en redes donde existe una alta prevalencia de hombres con VIH, “la probabilidad de encontrarse con una pareja con el virus se halla incrementada”. Finalmente, según los autores, los hombres con VIH y sífilis en estas redes son más propensos a transmitir el VIH, porque “su carga viral podría ser elevada durante las etapas tempranas de la sífilis”.

Los investigadores recomiendan que los hombres sin VIH que reciban un diagnóstico de sífilis deberían realizar visitas médicas de seguimiento en clínicas de salud sexual tres y seis meses después del tratamiento de la sífilis, para verificar que éste ha sido eficaz y “para repetir la prueba de anticuerpos del VIH, recibir educación sobre reducción de riesgo y ser derivados a especialistas en el virus de la inmunodeficiencia humana en caso de que se haya producido una seroconversión”, concluyen.

Referencia: Buchacz K, et al. HIV incidence among men diagnosed with early syphilis in Atlanta, San Francisco, and Los Angeles, 2004 – 2005. J Acquir Immune Defic Syndr 47: 234-240, 2008.

Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).

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