El estudio analiza la situación mundial del VIH, la hepatitis viral y la tuberculosis en las prisiones.
- También estudia el uso de drogas inyectables en personas encarceladas desde el año 2000 hasta 2024.
¿Por qué es importante mirar lo que pasa en las cárceles?
- Porque la salud en prisión afecta a la salud de toda la comunidad.
- Si no se atienden las desigualdades en las cárceles, los esfuerzos para frenar el VIH, la hepatitis y la tuberculosis no serán suficientes.
¿Cuántas personas hay en prisión en el mundo?
- Más de 11,3 millones de personas.
- Esto equivale a 221 por cada 100.000 habitantes.
¿Qué diferencias hay entre mujeres y hombres?
- Mujeres: 29 por cada 100.000.
- Hombres: 399 por cada 100.000.
- Las tasas son mucho más altas entre los hombres.
¿En qué lugares del mundo hay más personas encarceladas?
- La región con la tasa más alta es Norteamérica.
¿Qué se sabe sobre el uso de drogas inyectables en prisión?
- El 11,1% de las personas encarceladas ha usado drogas inyectables alguna vez.
- Esto es 52,9 veces más que en la población general.
- Hay diferencias entre regiones: desde el 2,1% en África Subsahariana hasta el 50,7% en Australasia.
¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes en prisión?
- VIH: lo tiene el 3,2% de las personas en prisión, 12,2 veces más que fuera.
- Hepatitis C: el 11% tiene infección activa, 16,4 veces más que en la población general.
- Hepatitis B: el 4,5% tiene infección activa, más del doble que fuera de prisión.
- Tuberculosis activa: el 2%, lo que supone 48,1 veces más que fuera.
¿Por qué son tan altas estas cifras?
- Porque las prisiones concentran personas con menos acceso a servicios de salud, más vulnerabilidad social y mayor exposición a estas infecciones.
¿Qué consecuencias tiene esta situación?
- Que la alta carga de VIH, hepatitis y tuberculosis en las cárceles frena el progreso global para eliminar estas enfermedades como amenazas de salud pública.
¿Qué recomiendan los autores del estudio?
- Los autores piden a gobiernos y organizaciones internacionales que actúen de forma prioritaria:
- Realizar cribado, prevención y tratamiento de VIH, hepatitis B y C, y tuberculosis en todas las prisiones.
- Implantar servicios de reducción de daños y programas para tratar la dependencia de drogas.
- Asegurar continuidad del tratamiento cuando la persona entra y cuando sale de prisión.
- Impulsar reformas penales que reduzcan el encarcelamiento innecesario, sobre todo en personas usuarias de drogas.
- Integrar la salud en prisión dentro de los sistemas nacionales de salud para garantizar atención médica igualitaria.
¿Por qué estas medidas ayudan también fuera de prisión?
- Porque mejorar la salud en las cárceles protege a toda la comunidad: reduce contagios, evita rebrotes y facilita alcanzar los objetivos globales contra el VIH, la hepatitis viral y la tuberculosis.
Fuente: INHSU/Elaboración propia (La Noticia del Día de gTt-VIH 20/11/2025)
Referencia: Degenhardt L, Hickman N, Altice FL, et al. The global epidemiology of injecting drug use, HIV, viral hepatitis and tuberculosis among people who are incarcerated: a multistage systematic review. 14-17 October 2025 Century City Conference Centre Cape Town, South Africa The 13th International Conference on Health and Hepatitis in Substance Users.
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