En la Conferencia de la Asociación Británica del VIH 2024 (BHIVA), que tuvo lugar recientemente en Birmingham (Reino Unidos), uno de los temas destacados en esta edición ha sido las pérdidas de atención médica. A pesar de que ya había sido un tema importante en la edición del año pasado de la BHIVA (véase La Noticia del Día 18/05/2023), un análisis más detallado presentado este año ha revelado que el dato de que hasta un tercio de las personas diagnosticadas de VIH podrían no estar recibiendo atención y tratamiento antirretroviral y, por lo tanto, su carga viral no estaría suprimida era una sobreestimación. Además, se halló que algunas personas consideradas “pérdidas en el seguimiento” en realidad podrían estar recibiendo atención en otros lugares.
La proporción de personas vistas en una consulta de infección por VIH que se pierden en su seguimiento constituye un área de enorme importancia. El interés de conocer la cifra de pacientes con pérdida de seguimiento es doble. Por un lado, determina el mínimo de pacientes que no reciben tratamiento antirretroviral. Por otro lado, la identificación de factores asociados a la pérdida de seguimiento puede ayudar a diseñar estrategias para mejorar la situación. Son los factores sociodemográficos los que determinan en mayor medida las pérdidas de seguimiento. Carecer de empleo, ser extranjero o pertenecer a un estrato social bajo se asocian todos ellos con una menor retención en los cuidados sanitarios. Si el objetivo es disminuir las pérdidas de seguimiento, se debe prestar especial atención a los pacientes en los que concurren estas características, especialmente si son jóvenes (la edad joven también se ha visto asociada con mayor tasa de pérdidas).
Investigadores de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido explicaron que, al contar todas las personas que recibieron atención para el VIH en cualquier momento entre octubre de 2016 y septiembre de 2020 y luego contar a aquellas que no acudieron a la consulta en los 15 meses siguientes, se halló que la cifra ascendía a 14.393 pacientes (14%) de unas 102.000 personas con el VIH. Este 14% se situaría en el mismo nivel que la estimación de 12,5-16% presentada el año pasado. Sin embargo, se aclaró que un período de hasta cuatro años probablemente sobreestima las pérdidas de seguimiento, ya que incluye personas que podrían haber dejado de acudir a la consulta por otras razones como mudarse permanentemente al extranjero, tener una historia médica duplicada o haber fallecido.
De las 86.161 personas que fueron atendidas al menos una vez entre el 1 de octubre de 2019 y el 30 de septiembre de 2020, 6.392 (7,4%) no volvieron a acudir a la consulta en los siguientes 15 meses, hasta diciembre de 2021. De este grupo, 3.203 personas con el VIH (50%) habían sido reincorporados a la atención clínica a finales de 2022. Esto implica que el 3,7% de los que se vincularon originalmente en 2019-2020 a la atención del VIH continuaban fuera de seguimiento.
Sin embargo, de las 3.203 personas con VIH que volvieron a recibir atención en 2022, 1.660 (52%) tenían cargas virales inferiores a 200 copias/ml al regresar. Aunque algunas de estas personas podrían ser controladoras de élite, es decir, aquellas que logran mantener su carga viral suprimida sin tratamiento durante años, es probable que la mayoría de estas personas hayan estado recibiendo atención en otros lugares.
Excluyendo a este último grupo de personas, el número máximo de personas que realmente no estaban bajo cuidado se reduce a 4.848, lo que representa el 5,6% del total de pacientes bajo cuidados en 2019-2020 (en lugar del 7,4% previamente mencionado). Sin embargo, esta cifra es máxima, ya que algunas de las personas que no regresaron a consulta podrían estar recibiendo atención en otros lugares. De ese grupo, 1.543 personas (alrededor de un tercio de los que interrumpieron el tratamiento por más de 15 meses) luego lo reanudaron. Pero esto no significa que ellos continuasen bajo seguimiento clínico. De esos 1.543, solo 965 (aproximadamente dos tercios) tenían una carga viral inferior a 200 seis meses después
Durante el período de atención entre 2019 y 2020, que coincidió con la primera fase de la epidemia de COVID y cuando los viajes estaban altamente restringidos, aproximadamente el 10% de los pacientes clasificados como “otros blancos no británicos” abandonaron la atención, en comparación con el promedio general del 5,6%. Algunos de estos individuos podrían haber sido personas de otras partes de Europa o lugares más distantes que regresaron a sus países de origen. Además, este grupo estuvo menos representado entre los que retomaron la atención, con solo alrededor del 24% reincorporándose, en comparación con el 32% en general.
El 56% de las mujeres heterosexuales volvieron a recibir atención para el VIH. A pesar de esto, mostraron una menor probabilidad que otros grupos de mantenerse bajo cuidado una vez que regresaron: solo el 48% tenía una carga viral inferior a 200 seis meses después de retomar la atención, en comparación con el 62,5% en general.
En la conferencia, investigadores de Guy’s & St Thomas’ NHS Foundation Trust en Londres compartieron detalles sobre su trabajo en curso para reincorporar a las personas con el VIH y que no habían recibido atención en el último año. Durante el periodo entre abril de 2022 y marzo de 2023, 88 personas volvieron a recibir atención para el VIH. De ellos, dos tercios eran de ascendencia afrodescendiente y la mitad eran mujeres. La edad promedio era de 49 años, considerablemente mayor que la edad promedio de las personas con el VIH en el Reino Unido. Al mismo tiempo, más de la mitad (57%) habían vivido con el VIH durante más de 10 años. Además, muchos habían estado fuera de atención durante períodos prolongados: el tiempo promedio fuera de la atención fue de un año y ocho meses, pero un paciente había estado fuera de atención durante más de 10 años.
Anteriormente a su desvinculación de la atención, estas 88 personas ya mostraban signos de presentar problemas para mantener la adherencia al tratamiento frente al VIH. El 41% tenía una carga viral indetectable (es decir, inferior a 50 copias/ml) y el 25% tenía una carga viral superior a 10.000 copias/ml. Al reincoporarse a la atención clínica el 63% tenía cargas virales superiores a esta cifra, y sólo el 10% tenía una carga viral inferior a 1.000 copias/ml.
Cuando se les preguntó a los pacientes por qué habían dejado la atención, el 44% mencionó algún nivel de angustia psicológica. A pesar de que dos tercios de ellos recibían algún tipo de asesoramiento en salud mental, solo cinco personas estaban tomando antidepresivos, tres tenían una conexión directa con servicios de salud mental y cinco no contaban con ningún apoyo. Además, en otras 15 personas se observó que la drogodependencia, principalmente relacionada con el cannabis o el chemsex, era un factor contribuyente, y siete tenían un consumo problemático de alcohol.
Sin embargo, cuando se consultó a los trabajadores de la salud sobre cuál creían que era la barrera más significativa para la atención, el estigma fue mencionado en el 28% de los casos. Le siguieron la mala salud mental (19% de los casos), el consumo problemático de drogas o alcohol (12%), y factores sociales como la pobreza o la situación de residencia (11%). En el 19% de los casos, se desconocía el motivo de la desvinculación, aunque es importante destacar que dos tercios de los pacientes procedían del 30% de las zonas más desfavorecidas del municipio local.
Los investigadores y profesionales de la salud insistieron durante la conferencia que, a pesar de algunos avances en la reintegración de pacientes, aún enfrentan desafíos significativos para mejorar la atención y reducir el abandono de los servicios médicos en el contexto del VIH.
Fuente: AIDSMAP / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencias: Martin V et al. Monitoring people not retained in care and subsequent re-engagement. BHIVA Spring Conference, Birmingham, abstract O01, 2024.
Haidari G et al. Integrated Care System (ICS) funding for re-engaging patients no longer in care – an important new area for HIV commissioning. BHIVA Spring Conference, Birmingham, abstract O022024.
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