De un tiempo a esta parte, la palabra cura ha dejado de ser un tabú en el campo del VIH. Si bien la búsqueda de la erradicación nunca se abandonó realmente, en el último año ha cobrado un mayor protagonismo en foros y conferencias. Lo que antes se veía como inalcanzable, ahora un creciente número de científicos y activistas lo ven como probable.
La constatación de los límites de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), junto con la preocupación por el coste a largo plazo que representa mantener a millones de personas bajo este tipo de tratamiento durante décadas, están alimentando la voluntad de dar respuesta cuanto antes a interrogantes sobre la persistencia del VIH, a pesar de la TARGA. Cómo eliminar el virus de las células (reservorios) donde se mantiene latente o cómo penetrar en aquellos compartimentos del organismo (santuarios) para eliminar el virus que contienen son preguntas a las que, a partir de ahora, se quiere buscar respuesta de forma más decidida.
Por otro lado, y como ha ocurrido ya otras veces en medicina, la casualidad nos ha brindado una magnífica prueba de concepto de que la erradicación es posible mediante una modificación genética. El pasado 8 de diciembre, se publicaban en la edición digital de la revista Blood nuevos datos sobre el llamado ‘paciente de Berlín’, un hombre que llevaría más de tres años curado.
Se trata de un varón alemán de unos 40 años que tenía leucemia, además de infección por VIH, y que recibió un trasplante de médula ósea de un donante que mostraba resistencia natural a este virus, debido a una característica genética que consiste en la ausencia del correceptor CCR5 en las células. El VIH usa el CCR5 como punto de engarce para poder penetrar a través de la membrana del linfocito CD4 e infectarlo. Las personas con esta particularidad (hasta un 10% entre la población del norte de Europa) no desarrollan la enfermedad. El paciente en cuestión, tras recibir el trasplante y sustituir su sistema inmunitario por el del donante, experimentó una remisión total de la infección, hasta el punto de que desde entonces no se ha encontrado VIH en su organismo.
El caso fue presentado por primera vez en 2008 durante la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), celebrada en Boston. En febrero de 2009, se publicó el caso de forma detallada en New England Journal of Medicine. Ahora, en el informe de seguimiento que se presenta en la revista Blood, el equipo de médicos responsable de este caso asegura que, después de las pruebas extensivas que se han llevado a cabo, “es razonable concluir que, en este paciente, se ha conseguido curar la infección por VIH”.
Un grupo internacional de investigadores ha unido esfuerzos en lo que denominan ‘una comunidad científica sobre los reservorios del VIH y las estrategias de erradicación’, con el propósito de encontrar una cura en la próxima década. El anuncio oficial se llevó a cabo mediante un comunicado emitido el pasado 7 de diciembre, en el que Alain Lafeuillade, doctor francés especialista en enfermedades infecciosas y director del Taller Internacional sobre Persistencia del VIH, comunicó el lanzamiento de un grupo de trabajo multidisciplinario.
A pesar de que la TARGA es capaz de bloquear la replicación viral, el VIH persiste en los reservorios y la infección se reactiva cada vez que se interrumpe la terapia. El actual estándar consiste en la administración de fármacos de por vida, pero la enfermedad evoluciona lentamente en algunos compartimentos, como el cerebro, y un estado de inflamación persistente favorece el desarrollo de complicaciones cardiovasculares, envejecimiento prematuro, así como la emergencia de cánceres.
En consecuencia, según este grupo de científicos: “A pesar de los grandes avances terapéuticos que se han dado durante los últimos quince años, las expectativas de vida siguen siendo más bajas para las personas con VIH, incluso en los países que poseen una alta calidad asistencial. Por ello, es preciso que se desarrollen nuevas estrategias terapéuticas dirigidas a suprimir la infección por VIH residual; como, por ejemplo, probar fármacos diseñados para ‘purgar’ el reservorio del VIH, ‘controlarlo’ o inducir un ‘sabotaje’ de la infección por VIH. El uso de terapia génica es otro enfoque prometedor, visto que la única persona del mundo que parece haberse curado de la infección por VIH -el paciente de Berlín- recibió un trasplante de médula ósea con células que carecían de la expresión de un correceptor del virus”.
El lanzamiento de este grupo -de acuerdo con el comunicado- responde a una necesidad expresada por varios científicos de distintas áreas (investigación básica, modelos animales, ciencia clínica, virología, farmacología e inmunología) que asistieron al último Taller Internacional sobre Persistencia del VIH, celebrado el año pasado, y vincula a científicos que trabajan en el mismo tema en Europa, Australia y América.
“Estoy bastante entusiasmado con el compromiso de todos aquellos que se han unido al grupo”, ha dicho Lafeuillade. “Creo que, en unos años, podemos marcar la diferencia”. Esta iniciativa ayudará a trasladar la investigación básica a la clínica más rápidamente, puesto que se irán definiendo las prioridades según su posibilidad de traslación a medio plazo en ensayos pilotos sobre la erradicación del VIH.
El Taller Internacional sobre Persistencia del VIH empezó en 2003 y hasta 2009 ha reunido, cada dos años, a unos 150 científicos implicados de manera activa en este campo. La próxima edición, que tendrá lugar en diciembre de 2011, se centrará en los resultados preliminares de este nuevo grupo de trabajo. Para obtener más información acerca de esta iniciativa, puede visitarse el sitio web (www.hiv-reservoir.net).
Aparte de los retos meramente científicos, uno de los principales obstáculos para el desarrollo de este tipo de investigaciones es la escasa financiación. En Filadelfia (EE UU), se ha creado una nueva coalición de activistas llamada AIDS Policy Project (Proyecto de Políticas sobre el Sida), cuyo objetivo principal es presionar a las autoridades de su país para que destinen más fondos a la investigación dirigida a la búsqueda de una cura del VIH. En su sitio en internet [www.aidspolicyproject.org] se puede colaborar de distintas maneras, como por ejemplo firmando una carta para pedir al director de los Institutos Nacionales de Salud de los EE UU (NIH, en sus siglas en inglés) que destine 240 millones de dólares al estudio de la cura del sida.
Más información sobre otras iniciativas centradas en la búsqueda de la cura del VIH, como la implicación de la premio Nobel de Medicina 2008, François Barré-Sinoussi, en: ‘La curación del VIH: Una nueva prioridad científica’.
Fuente: PRWEB / Aidsmap / Elaboración propia.
Referencias: Allers K, et al. Evidence for the cure of HIV infection by CCR5Δ32/ Δ32 stem cell transplantation. Blood, advance online publication December 8, 2010.
Hutter G, et al. Long-term control of HIV by CCR5 CCR5Δ32/ Δ32 stem-cell transplantation. N Engl J Med. 2009; 360: 692-698.
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