Factores de riesgo asociados a cáncer de pulmón en personas con VIH

Un estudio halla que el daño pulmonar provocado por infecciones previas asociadas a sida podría desempeñar un papel importante en su desarrollo

Juanse Hernández
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La enfermedad pulmonar asociada a sida es uno de los factores principales del aumento del riesgo de cáncer de pulmón observado en personas con VIH. Esta es la conclusión a la que llega un estudio estadounidense cuyos resultados han sido presentados en la revista AIDS. El estudio comparó las tasas de incidencia de cáncer de pulmón y de supervivencia entre personas con y sin VIH.

La incidencia de cáncer asociado a sida (sobre todo sarcoma de Kaposi y linfoma non Hodgkin) ha descendido de forma espectacular desde la introducción del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA). Sin embargo, algunos estudios han revelado un aumento de la incidencia de cáncer de pulmón en personas con VIH desde la aparición de TARGA. No está claro si este incremento es simplemente debido a las elevadas tasas de tabaquismo observadas en personas con VIH. Existe cierta evidencia de que la supresión inmunitaria asociada con la infección por VIH no tratada y el daño pulmonar provocado por infecciones relacionadas con el sida –como por ejemplo la neumonía por pneumocystis (PCP, por sus siglas en inglés) y la neumonía bacteriana recurrente– podrían ser también factores de riesgo de cáncer de pulmón.

Con el fin de arrojar algo más de luz sobre esta cuestión, un grupo de investigadores estadounidenses diseñaron un estudio para determinar la incidencia de cáncer de pulmón, los factores de riesgo y la supervivencia en pacientes con VIH inscritos en dos estudios longitudinales de cohorte: el Estudio Interagencias sobre VIH en Mujeres (WIHS, por sus siglas en inglés) que incluye a mujeres y el Estudio Multicéntrico de Cohorte del Sida (MACS, por sus siglas en inglés) que incluye a hombres. Ambos estudios incluyen un grupo comparador de personas sin VIH.

Se realizó un seguimiento de los pacientes hasta septiembre de 2012. Se registró un total de 60 casos de cáncer de pulmón entre los participantes de ambas cohortes (46 en pacientes con VIH y 14 en personas sin VIH). El promedio de edad en el momento del diagnóstico de cáncer de pulmón fue de 52 años entre los pacientes con VIH y de 51 años entre las personas sin VIH. En hombres, el promedio de edad en el momento del diagnóstico de cáncer fue de 50 años entre aquellos con VIH y 54 entre los seronegativos. Todos ello eran fumadores.

En general, la incidencia de cáncer de pulmón fue significativamente más elevada en mujeres (cociente de tasas de incidencia [IRR, en sus siglas en inglés]= 151,8 por 100.000) que en hombres (IRR= 50,7 por 100.000; p<0,001). La incidencia fue también más elevada en pacientes con VIH (IRR= 119 por 100.000) que en personas sin VIH (IRR= 45 por 100.000; p=0,001).

Todos los casos de cáncer de pulmón se produjeron en personas fumadoras. Un total de 31 de los 60 casos se produjeron en personas que tenían acumulados, como mínimo, 30 años de tabaquismo. Se utilizó el índice paquete/año para medir el riesgo de aparición de un cáncer de pulmón de un paciente. Dicho índice se calcula a través del número de cigarrillos fumados al día multiplicado por el número de años que se lleva fumando, y dividido entre 20. Se halló que fumar diez o más paquetes/año se asocia de forma significativa con la incidencia de cáncer de pulmón en un análisis multivariable.

La infección por VIH por sí misma no se relacionó de forma significativa con el incremento del riesgo de cáncer de pulmón cuando las dos cohortes fueron analizadas de forma separada. Sólo cuando se analizaron de forma conjunta ambas cohortes el VIH se asoció de forma significativa con el riesgo de cáncer de pulmón (IRR= 2,64; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,43-5,21).

Tras ajustar por potenciales factores de confusión, el análisis de las cohortes combinadas mostró que los factores asociados de forma independiente con cáncer de pulmón fueron edad avanzada, nivel educativo bajo, intensidad del hábito de fumar y diagnóstico previo de neumonía asociada a sida.

“Hemos hallado que aproximadamente dos terceras partes del efecto de la infección por VIH se explica por un diagnóstico previo de neumonía asociada a sida”, señalan los autores. Y añaden: “Se ha demostrado que la enfermedad pulmonar inflamatoria y las infecciones desempeñan un papel en el desarrollo del cáncer de pulmón en la población general, y esto también se ha observado en personas con VIH, sobre todo en asociación con neumonía recurrente”.

De los 31 casos de cáncer diagnosticados en mujeres con VIH, 20 habían tenido un diagnóstico previo de sida de los cuales 14 fueron neumonía asociada a sida. De los 15 casos de cáncer de pulmón en hombres con VIH, 6 habían tenido un diagnóstico previo de sida de los cuales 3 fueron neumonía asociada a sida.

Se dispuso de los datos de supervivencia de 56 pacientes y durante el seguimiento 45 de ellos fallecieron. La supervivencia media fue de 9,5 meses en mujeres y 6 meses en hombres. El análisis de los 56 pacientes mostró que el único factor asociados con una supervivencia mayor fue haber sido diagnosticado después de 2001. El uso de drogas inyectables se asoció con una supervivencia menor.

A continuación los investigadores limitaron su análisis a los 42 casos de cáncer de pulmón en pacientes con VIH. El único factor relacionado con el VIH y asociado de forma independiente con la supervivencia fue el haber tenido un recuento nadir de CD4 inferior a 200 células/mm3 (cociente de riesgo [CR]: 2,55; IC95%: 1,09 – 5,95).

En sus conclusiones, los investigadores señalan que sus datos sugieren que el daño pulmonar y la inflamación asociada con la infección por VIH podrían ser responsables del aumento del riesgo de cáncer de pulmón. Y añaden: “Hemos hallado que la infección por VIH  por sí misma no es un factor de riesgo independiente de cáncer de pulmón, pero la cantidad de cigarrillos fumados a lo largo del tiempo y un diagnóstico previo de neumonía asociada a sida en pacientes con VIH son los principales factores del desarrollo de cáncer de pulmón”.

A la luz de los resultados de este estudio y de otros similares, parece importante integrar programas de asesoramiento y apoyo a pacientes fumadores en las visitas rutinarias de seguimiento del VIH. De este modo, las personas seropositivas podrían conocer los riesgos del tabaquismo en el contexto de la infección por VIH, así como recibir ayuda apropiada en caso de que decidan dejar el hábito de fumar.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Hessol NA et al. Lung cancer incidence and survival among HIV-infected and uninfected women and men. AIDS 29: 1183-93, 2015.

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