Un estudio realizado en 16 hospitales catalanes en el contexto de la cohorte PISCIS y presentado en la XI Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre la Ciencia del VIH (IAS 2021), que se está celebrando esta semana de forma virtual debido a la pandemia de COVID-19, ha concluido que, en personas con el VIH, tener carga viral detectable y un recuento de CD4 inferior a 500 células/mm3 aumentaría el riesgo de padecer COVID-19 (acrónimo en inglés de enfermedad por coronavirus 2019) de gravedad.
El estudio también halló que tener múltiples comorbilidades –tales como hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, enfermedad renal crónica o cáncer–, tener una mayor edad o ser de origen extranjero aumentarían notablemente el riesgo de desarrollar COVID-19 grave.
Después de diversas publicaciones de estudios, algunas de ellas con resultados contradictorios, la acumulación de evidencias hace cada vez más concluyente la relación entre tener una infección por el VIH mal controlada y/o con múltiples comorbilidades y tener una peor evolución de la COVID-19 (véanse La Noticia del Día 26/04/2021y La Noticia del Día 07/09/2020). En todo caso, también se ha observado que diversos factores de vulnerabilidad social potenciarían esta relación. Para seguir investigando factores que podrían aumentar el riesgo de COVID-19 grave en personas con el VIH, los autores del presente estudio analizaron los casos de COVID-19 registrados entre los 13.142 pacientes con el VIH que forman parte de la cohorte PISCIS y que reciben atención en 16 hospitales en Cataluña (España). La cohorte PISCIS es un estudio abierto y multicéntrico que realiza un seguimiento clínico y epidemiológico de pacientes con el VIH en hospitales catalanes y de las Islas Baleares.
El 81% de los participantes eran hombres, la mediana de la edad era de 47 años, el 81% se encontraba en supresión virológica y el 65% tenían, al menos, una comorbilidad (el 23% tenían 3 o más comorbilidades). La mediana del recuento de CD4 era de 692 células/mm3.
Los investigadores identificaron en la cohorte 749 diagnósticos de infección por el SARS-CoV-2 (virus causante de la COVID-19), que supondrían el 5,7% del total de personas incluidas en el estudio. El análisis de datos llegó hasta el 15 de diciembre de 2020.
El 13,8% de las personas diagnosticadas (n= 103) fueron hospitalizadas por COVID-19. Siete de ellas acabaron en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Un total de 13 de las personas hospitalizadas fallecieron por COVID-19. Solo una de ellas había sido transferida a la UCI.
Las personas con el VIH presentaron una mayor probabilidad de adquirir el SARS-CoV-2 si eran de origen extranjero (cociente de riesgos instantáneos ajustado [aHR, en sus siglas en inglés]: 1,55; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,31-1,83); hombres gais, bisexuales u otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) (aHR: 1,42; IC95%: 1,90-1,86) o si tenían 4 o más comorbilidades (aHR: 1,46; IC95%: 1,09-1,97). Respecto al resto de personas incluidas en el estudio, los usuarios de drogas intravenosas presentaron una menor probabilidad de adquirir el SARS-CoV-2 (aHR: 0,66; IC95%: 0,44-0,98).
Los mayores de 75 años presentaron una probabilidad muy superior de padecer COVID-19 grave (definida como causante de hospitalización o muerte) en comparación con personas más jóvenes (aHR: 3,57; IC95%: 1,21-10,51). Las personas de origen extranjero también presentaron una mayor probabilidad de padecer COVID-19 grave que la observada en las de origen español (aHR: 2,34; IC95%: 1,46-3,75).
Al analizar las comorbilidades, los investigadores observaron que, de forma individual, no tendían a aumentar el riesgo de sufrir COVID-19 grave, pero que, al acumularse varias de ellas, sí se observaba un efecto notable. En todo caso, algunas de ellas tales como las patologías neuropsiquiátricas, autoinmunitarias, respiratorias o metabólicas (alteraciones en los niveles de lípidos o enfermedades endocrinas) sí que afectarían al riesgo de COVID-19 grave de forma individual.
Cada comorbilidad adicional se asoció con un aumento sustancial del riesgo de padecer COVID-19 grave. Así, mientras una sola comorbilidad aumentó 6 veces el riesgo de padecer COVID-19 grave (aHR: 5,90; IC95%: 1,97-17,65), tener 4 o más supuso un aumento de 22 veces de dicho riesgo (aHR: 22,63; IC95%: 7,42-68,97).
Respecto a los niveles de CD4 y la carga viral, los investigadores observaron que, mientras en personas con supresión virológica los niveles de CD4 no afectaron al riesgo de padecer COVID-19 grave, en personas con carga viral detectable, tener un recuento de CD4 inferior a 500 células/mm3 se asoció a un mayor riesgo de padecer COVID-19 grave o fallecer (p <0,039). La mediana del recuento de CD4 entre las personas que fallecieron por COVID-19 fue de 469 células/mm3 (rango intercuartil: 250-587).
Los resultados del presente estudio siguen apuntando a que el control de la infección por el VIH es esencial para reducir el riesgo de padecer COVID-19 grave. La acumulación de comorbilidades aumentaría notablemente dicho riesgo y, como ya se observó en otros estudios, un factor de vulnerabilidad como el ser de origen extranjero aumentaría tanto el riesgo de adquirir el SARS-CoV-2 como el de padecer COVID-19 grave.
Fuente:Aidsmap / Elaboración propia (gTt).
Referencia:Nomah DK et al. Unsuppressed plasma HIV-RNA is associated with worse COVID-19 outcomes among people living with HIV. 11th International AIDS Society Conference on HIV Science, abstract OALB0301, 2021.
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