La pandemia de COVID-19 trajo consigo la llegada de unas vacunas basadas en ARN mensajero (ARNm), que mostraron una eficacia muy superior a la inicialmente esperada y que ofrecían una gran flexibilidad y versatilidad frente al enfoque usado hasta el momento. Aunque hace décadas que los investigadores estudian y trabajan con vacunas de ARNm, su aparición como respuesta a la pandemia de COVID-19 ha hecho que el mundo del VIH fije sus ojos en este tipo de tecnología a la hora de desarrollar vacunas frente a este virus. Precisamente una vacuna de este tipo ha demostrado ser capaz de reducir en un 79% la posibilidad de que un grupo de monos se infecte por el VIH. Los resultados de este estudio han sido publicados en Nature Medicine.
La historia de la búsqueda de una vacuna preventiva frente al VIH ha estado plagada de decepciones, la última de las cuales se produjo recientemente tras la interrupción del estudio Imbokodo (véase La Noticia del Día 07/09/2021). A pesar de que aún está en marcha un estudio eficacia de fase 3, llamado MOSAICO cuyos resultados se esperan en los próximos años (véase La Noticia del Día 16/12/2020) se siguen probando nuevos enfoques de vacunas preventivas y el reciente éxito de las vacunas de ARNm frente a la COVID ha llevado a recurrir a esta tecnología para intentar prevenir el VIH. No obstante, hay que tener en cuenta que el VIH tiene una mayor capacidad de mutación y de eludir el sistema inmunitario que el SARS-CoV-2 (el coronavirus responsable de la COVID-19), por lo que, a pesar de las buenas perspectivas, traducir el éxito de estas vacunas al ámbito del VIH puede resultar un reto.
Esta nueva vacuna –que están desarrollando el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciones de EE UU (NIAID, en sus siglas en inglés) y la empresa de biotecnología Moderna–, en lugar de inyectar directamente las proteínas del VIH o de utilizar un vector viral para administrarlas, utiliza ARNm que contiene la información para que las propias células produzcan dichas proteínas y las ensamblen en partículas similares al virus (VLP) capaces de desencadenar una respuesta inmunitaria.
La candidata a vacuna estudiada contiene las instrucciones para elaborar proteínas de la envoltura viral de tres subtipos del VIH presentes en diferentes partes del mundo, además de la proteína gag del VIS (el virus de la inmunodeficiencia símica, un virus relacionado con el VIH que afecta a los monos). Como siempre, hay que destacar que esta vacuna no puede producir por sí misma la infección por el VIH, ya que las partículas similares al virus resultantes sirven para que el organismo genere una respuesta inmunitaria, pero, al no contener el código genético viral completo, no pueden causar la infección ni la enfermedad. Los primeros resultados de este tipo de vacuna ARNm frente al VIH en ratones y monos se presentaron en la Conferencia Internacional del Sida de 2020 y en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas de 2021 (CROI 2021).
Los estudios con ratones reflejaron que la administración de dos inyecciones de la vacuna consiguió inducir la expresión de proteínas de la envoltura muy semejantes a las del VIH completo y también se observó la producción de anticuerpos neutralizantes. Estos anticuerpos (que reconocen regiones “conservadas” de la envoltura viral que no varían mucho entre las distintas cepas del VIH) pueden impedir que el virus entre en las células. La adición de la proteína gag consiguió mejores resultados que únicamente los de las proteínas de la envoltura.
A continuación, el equipo de investigadores probó distintos regímenes de vacunación en macacos rhesus. A estos animales se les administró un régimen tipo inducción-refuerzo, empezando por unas vacunas que contenían ARNm que codificaban proteínas de la envoltura del subtipo B del VIH (el más frecuente en EE UU y Europa), seguidas por la administración de múltiples vacunas de refuerzo lo largo de un año que codificaban proteínas de la envoltura de otros dos tipos de VIH (subtipos A y C, los predominantes en África). Algunos animales también recibieron una dosis de refuerzo que contenía proteínas de la espiga del VIH estabilizadas (conocidas como trímeros SOSIP) que son más fácilmente reconocidas por los anticuerpos ampliamente neutralizantes.
Se comprobó que, a la semana 58, todos los monos vacunados presentaban unos niveles mensurables de anticuerpos neutralizantes frente a la mayoría de las 12 cepas del VIH analizadas. Los anticuerpos frente a las proteínas del subtipo B fueron los primeros en detectarse y también fueron los más potentes, aunque con el tiempo acabaron observándose también anticuerpos neutralizantes cruzados frente al resto de subtipos. Además, las vacunas también indujeron unas sólidas respuestas de linfocitos-T auxiliares.
Los regímenes de vacunación resultaron seguros y fueron bien tolerados. Los únicos efectos secundarios apreciados fueron de carácter leve y temporal (como pérdida de apetito).
Para comprobar la eficacia de las respuestas observadas, a partir de la semana 60 los macacos vacunados fueron expuestos por vía rectal a un virus híbrido VIH-VIS una vez por semana, con el fin de simular una exposición sexual. Los resultados se compararon con los de otro grupo de monos control no vacunados. Después de 13 exposiciones, dos de los siete monos vacunados no se infectaron (lo que supondría una reducción del 79% en el riesgo por cada exposición), mientras que en el resto se observó que la infección se produjo, en promedio, tras ocho exposiciones. Por el contrario, los monos no vacunados, se infectaron tras una media de tres semanas.
A la hora de valorar sus resultados, los autores del estudio admiten que, aunque el efecto protector de la vacuna fue parcial, la transmisión sexual del VIH en humanos es ineficiente, por lo que incluso este nivel de reducción del riesgo podría tener un impacto significativo en la reducción de la transmisión viral.
En sus conclusiones, los autores también reconocieron que a pesar de que el calendario intensivo de vacunación con dosis altas se toleró muy bien, sería difícil implementar en humanos un régimen de vacunación que requiera siete o más inoculaciones. Por este motivo, el objetivo es mejorar la vacuna de modo que se generen más y mejores VLP, lo que podría reducir el número de inyecciones de refuerzo necesarias. De confirmarse su seguridad y eficacia, está previsto realizar un ensayo de fase I de esta plataforma de vacunas en voluntarios adultos sanos.
Por último, señalar que la empresa Moderna está colaborando también con la Iniciativa Internacional para una Vacuna contra el Sida (IAVI, en sus siglas en inglés) en un enfoque diferente de la vacuna de ARNm, conocido como orientación de la línea germinal, que pretende entrenar a los linfocitos B inmaduros de forma para que generen anticuerpos ampliamente neutralizantes frente al VIH.
Fuente:POZ/Elaboración propia (gTt-VIH)
Referencia: Zhang P, Narayanan E, Liu Q, et al. A multiclade env–gag VLP mRNA vaccine elicits tier-2 HIV-1-neutralizing antibodies and reduces the risk of heterologous SHIV infection in macaques. Nat Med 27, 2234–2245 (2021). https://doi.org/10.1038/s41591-021-01574-5
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.