Las personas que se hacen mayores con el VIH presentan niveles de adherencia significativamente más elevados a la terapia antirretroviral que a las medicaciones que toman para sus comorbilidades. Estas personas refieren que tomar el tratamiento antirretroviral es más necesario que las medicaciones para otros tipos de enfermedades, así como también presentan menores niveles de preocupación sobre la terapia antirretroviral en comparación con los tratamientos para otras patologías. Estos fueron los resultados de un estudio suizo publicados en la revista HIV Medicine.
Desde la llegada de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) la esperanza de vida entre las personas con el VIH ha aumentado de manera espectacular, siendo cada vez más parecida a la de las personas sin el virus (véase La Noticia del Día 24/02/2016 ). El hecho de que haya aumentado la esperanza de vida comporta que en estas personas comience a observarse la aparición de dolencias y enfermedades asociadas al envejecimiento y que, por lo tanto, necesiten tratamiento para problemas crónicos de salud tales como enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y depresión. Por otro lado, diferentes estudios han revelado que las personas con el VIH padecen un envejecimiento acelerado (véase La Noticia del Día 22-07-2016 ), lo cual aumentaría aún más la probabilidad de dichas comorbilidades.
Con el fin de examinar las creencias sobre los diferentes medicamentos que las personas con el VIH y comorbilidades toman y la influencia de éstas en sus estrategias de administración de medicamentos y la adherencia a los regímenes prescritos, los investigadores del Estudio de la Cohorte Suiza del VIH llevaron a cabo un análisis observacional prospectivo de corte transversal.
En el estudio participaron 105 personas que se encontraban recibiendo tratamiento antirretroviral y, al menos, un medicamento para otro problema crónico de salud. Del total, tres cuartas partes era hombres y la mediana de la edad era de 56 años. La mitad de los participantes estaban trabajando y el 26% tenía estudios superiores. Casi la totalidad (97%) tenía carga viral indetectable y la mediana del recuento de CD4 era de 707 células/mm3. Las principales comorbilidades por las que los participantes recibían tratamiento eran enfermedades cardiovasculares (79%) y depresión (44%).
Después de una visita clínica de seguimiento, se pidió a los participantes que rellenaran dos cuestionarios estandarizados que evaluaban sus creencias sobre la necesidad de los tratamientos que tomaban y las preocupaciones que dichas terapias les generaban, que se puntuaron en una escala del 1(baja preocupación) al 5 (alta preocupación).
El primer cuestionario exploraba las creencias sobre el tratamiento antirretroviral y el segundo trataba sobre las creencias con relación al tratamiento recibido para otros problemas crónicos de salud. Ambos cuestionarios se respondieron entre los años 2015 y 2016.
Los investigadores también midieron la adherencia tanto al tratamiento antirretroviral como al resto de medicaciones crónicas que la persona recibía. En el estudio, tener buena adherencia se definió como la toma de todas las dosis durante las 4 semanas previas a la participación en el estudio.
Tras el análisis de datos, un porcentaje significativamente más elevado de participantes manifestó tener buena adherencia a la terapia antirretroviral que el que afirmó tenerla a los tratamientos para otras patologías (87% frente a 75%; respectivamente; p=0,0001).
En los resultados también se observó que las personas puntuaron de forma más alta la necesidad de seguir la terapia antirretroviral que la de seguir el tratamiento para otros problemas crónicos de salud (puntuaciones medias 4,46 frente 2,86; p <0,0001). Los participantes sin estudios superiores calificaron con puntuaciones más altas la necesidad de seguir el tratamiento de comorbilidades que aquellas que sí tenían estudios superiores . Una de las posibles explicaciones, según los investigadores, podría ser que los pacientes con estudios superiores posiblemente cuestionen más las decisiones de sus médicos respecto a las opciones de tratamiento de las comorbilidades, sintiéndose capaces de tomar decisiones informadas sobre su terapia.
En general, los participantes refirieron estar más preocupados por otras medicaciones crónicas que por el tratamiento antirretroviral (puntuaciones medias 4,09 frente 2,9; p < 0,001). Las personas que tomaban dos o más tratamientos para otras patologías crónicas calificaron con puntuaciones más elevadas la necesidad del tratamiento (p= 0,041) además de manifestar mayores preocupaciones al respecto (p=0,036).
Asimismo, tener un mayor recuento de células CD4 se asoció a una mayor valoración de la necesidad de tratamiento (p=0,016).
Los resultados del presente estudio ponen de manifiesto la importancia de explorar las creencias de los pacientes para mejorar la adherencia a los tratamientos de las comorbilidades en personas con el VIH. Los investigadores sugieren que, dado que se trata del primer estudio que explora este campo, es necesario seguir explorando la asociación entre adherencia y las percepciones de los pacientes en este contexto.
Fuente: Aidsmap/ Elaboración propia ( gTt-VIH )
Referencia: Kamal S et al. HIV-infected patients’ beliefs about their chronic co-treatments in comparison with their combined antiretroviral therapy . HIV Med, online edition. DOI: 10.1111/hiv.12542 (2017).
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