Para eliminar el virus de la hepatitis C (VHC) -en el caso de no poder tratar a todas las personas que lo necesitan por causa del elevado precio de los nuevos fármacos- debe priorizarse la financiación del tratamiento de las personas con alto riesgo de transmitirlo, incluso si es a expensas de personas con menor riesgo de transmisión, según un experto en la IX Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Ciencia del VIH (IAS 2017), celebrada el pasado mes de julio en París (Francia). “Esto significa dirigirse a la población usuaria de drogas inyectables”, indicó John Dillon, de la Universidad de Dundee (Reino Unido).
“De promedio, los usuarios de drogas con el VHC es probable que lo transmitan a 2-6 personas antes de abandonar su consumo", señaló. “Poner el foco en el tratamiento de las personas infectadas por el VHC y vacunarlas constituye la única forma de reducir y prevenir la propagación del virus”, añadió.
“Se ha demostrado que el tratamiento dirigido a pacientes con fibrosis hepática avanzada debida al VHC resultó ser un modelo menos eficaz para eliminar dicho virus”, dijo el doctor Dillon a Medscape Medical News. Al seleccionar a los pacientes más propensos a transmitir la enfermedad, el impacto será mayor, agregó.
En Escocia, más del 85% de las personas diagnosticadas con hepatitis C son usuarias de drogas inyectables, destacó el doctor. Hasta la fecha, la mayoría de servicios de tratamiento han considerado que estas personas presentan mucha dificultad para ser tratadas porque han tenido una pobre adherencia al tratamiento y una rápida reinfección, explicó.
En su estudio Eradicate-C, el doctor Dillon y sus colaboradores estudiaron formas de ofrecer tratamiento para esta población de difícil acceso. El equipo de investigadores identificó e inscribió a 105 pacientes con infección por VHC usuarios activos de drogas inyectables procedentes de clínicas de tratamiento de adicciones, farmacias comunitarias que dispensan metadona y centros de intercambio de jeringuillas en un periodo de 42 meses.
Los investigadores midieron las tasas de respuesta virológica sostenida a las 12 semanas de finalizar el tratamiento (RVS12, sinónimo de curación) en 89 pacientes de los 94 que recibieron terapia anti-VHC. 74 de estos pacientes alcanzaron dicha respuesta (83,1%) -31 de 38 (81,5%) estaban infectados con el genotipo 1 de la hepatitis C y 43 de 51 (84,3%), con los genotipos 2 y 3-.
De los otros 15 pacientes, 14 presentaron recidiva y uno se reinfectó con un genotipo diferente al que tenía inicialmente.
La tasa de reinfección –estimada en 1 de cada 9 paciente-años- es compatible con la teoría de que los usuarios de drogas pueden ser tratados y curados satisfactoriamente de la hepatitis C, dijo el doctor Dillon. Esto significa que la estrategia de “tratamiento como prevención” puede ser efectiva para este grupo de pacientes, agregó.
“Este es un trabajo preliminar”, subrayó Dillon, pero indicó que “mantener un seguimiento cercano de los usuarios de drogas infectados parece ser la mejor manera de asegurarse de que reciben tratamiento”.
“Lo que hicimos fue demostrar que los caminos para llegar a estas personas funcionaban. Nadie creyó que pudiéramos comprometernos con ellas, así que tuvimos que demostrar que podíamos” dijo. “Ahora estamos incrementando nuestros esfuerzos”.
El doctor Dillon y sus colaboradores trabajan actualmente para asegurar la financiación de un ensayo más amplio.
Su modelo de terapia está basado en un estudio en el que usuarios de drogas infectados por VHC fueron seleccionados para el inicio de un tratamiento temprano. Los investigadores revelaron que, a medida que el número de personas infectadas se redujo, la transmisión general disminuyó.
Asimismo, encontraron que el tratamiento de los usuarios de drogas con hepatitis C leve o moderada es más coste-efectivo que retrasar la terapia hasta que los pacientes presenten cirrosis hepática. Y por cada caso leve-moderado de hepatitis C en usuarios de drogas inyectables que se trata, se evitan dos nuevas infecciones.
El tratamiento como prevención para la hepatitis C está ganando el apoyo de entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero podría no ser alcanzable a gran escala porque los recursos ya están agotados por utilizarse de forma preferente con los pacientes con fibrosis avanzada. “Las personas con hepatitis C más leve no son prioritarias para los proveedores de salud o los financiadores”, señaló el Dr. Dillon.
Ambiciosos objetivos para la eliminación de la hepatitis C han sido fijados por la OMS y son alcanzables en muchos países, pero "requerirán que los investigadores, los proveedores de atención médica, los encargados de formular políticas, las comunidades afectadas, los abogados, la industria farmacéutica y los diagnósticos vayan todos en la misma línea”, dijo el doctor Grebely.
“También debemos continuar con la evaluación de nuevas pruebas diagnósticas, con estrategias para mejorar la vinculación a la atención y las estrategias para la mejora de los resultados del tratamiento”, explicó.
“Asimismo, tenemos que trabajar en la reforma de las leyes relacionadas con el consumo de drogas ", añadió. Y concluyó: "La criminalización del consumo de drogas aleja a las personas de los servicios”.
Fuente: Medscape/ Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Dillon J. Striving Towards HCV Elimination: From Key Learnings to Clinical Practice. Today’s Populations at Risk: PWID.International AIDS Society (IAS) 2017 Conference. July 23, 2017. Abstract SUSA 12.
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