A pesar de las mejoras llevadas a cabo con relación a las pruebas de cribado de infecciones de transmisión sexual (ITS) acaecidas durante la última década en Europa, los hombres gais, bisexuales y otros hombres que practican sexo con hombres (GBHSH) de muchos países europeos siguen sin tener acceso a pruebas de cribado de gonorrea rectal o clamidia en sus visitas de seguimiento de la salud sexual. Las principales mejoras en el cribado han tenido lugar en Europa occidental, mientras que los principales problemas se observan en la Europa del este y también en el sudeste del continente. Estos datos provienen de la Encuesta Europea para hombres que practican sexo con otros hombres (EMIS, en sus siglas en inglés) y han sido publicados en Sexually Transmitted Infections.
El estudio EMIS se basó en un sondeo online que fue traducido a múltiples idiomas europeos. Un primer sondeo se realizó en 2010 y un segundo en 2017 (véase La Noticia del Día 30/10/2017). El sondeo incluyó GBHSH contactados a través de sitios web y aplicaciones de citas tales como Planet Romeo, Grindr y Hornet. También se utilizaron redes sociales generales tales como Facebook, Twitter, webs comunitarias y listas de correo electrónico.
En el sondeo se preguntó si habían realizado pruebas de cribado de ITS rutinarias –en ausencia de síntomas– durante el año previo. En aquellos que las habían realizado, el cuestionario ofrecía preguntas adicionales para concretar el tipo de pruebas realizadas.
El análisis se centró en hombres que vivían en 40 grandes ciudades europeas y estableció comparaciones de los datos entre 2010 y 2017. La unidad de análisis fueron las ciudades y no los países, dadas las complejidades de algunos sistemas sanitarios nacionales.
Un total de 38.439 participantes fueron incluidos en el sondeo de 2017. En la mayoría de ciudades entre el 30% y el 50% de los participantes había realizado pruebas de cribado de ITS durante el año anterior. Las mayores tasas de cribado se dieron en Ámsterdam (58%) y Londres (59%). El porcentaje de cribado aumentó en todas las ciudades de 2010 a 2017 excepto en Belgrado. Casi todas las personas que realizaron pruebas de cribado aportaron una muestra sanguínea (que permite cribar sífilis, hepatitis virales y/o VIH, pero no otras infecciones).
La toma de muestras de uretra o de orina –que permiten la detección de clamidia y/o gonorrea– fue variable. En la mitad de las ciudades, menos del 61% de los participantes reportó haberlas proporcionado. En Atenas, Belgrado, Kiev, Liubliana, Milán, Sofía y Varsovia menos del 40% de quienes realizaron pruebas de cribado aportaron muestras genitales. En cambio, dicho porcentaje fue superior al 90% en Ámsterdam, Birmingham, Dublín, Helsinki, Londres, Manchester y Estocolmo.
El reconocimiento físico de las áreas genital y anal fue menos frecuentemente reportada. La mediana fue del 13% de aquellos cribados, pero el rango fue amplio: del 4% en Varsovia y Bucarest al 31% en Dublín y el 32% en Helsinki.
De hecho, este tipo de exámenes fue a la baja en 32 de las 40 ciudades analizadas, probablemente debido a la tendencia de servicios con aportación de automuestra, más eficientes, pero incapaces de detectar, por ejemplo, displasias anales asociadas al VPH en sus fases iniciales.
En la mitad de las ciudades menos del 29% de los hombres GBHSH aportaron una muestra anal para cribado, esencial para la detección de clamidia y gonorrea rectal. En Riga, Belgrado y Atenas dicho porcentaje fue del 9%; en Sofía del 7%; en Bucarest del 6% y en Varsovia del 4%.
A pesar de todo, en la gran mayoría de ciudades se han mejorado los datos de cribado de ITS entre 2010 y 2017. En algunos casos la mejora ha sido muy marcada, como en Bruselas y París, donde en 2010 menos del 10% de los participantes aportaron muestras anales y el porcentaje aumentó, respectivamente, hasta el 37% y el 44% en 2017. También se detectaron importantes mejoras en el cribado en Lion, Barcelona, Valencia y Zúrich.
En Ámsterdam, Birmingham, Dublín, Londres, Manchester, Oslo y Estocolmo más del 70% de los cribados de ITS incluyeron una muestra anal. De forma interesante, se trataba de las únicas ciudades en las que más del 85% de los participantes manifestaron que su equipo de atención sanitaria “sabía sin lugar a dudas” su orientación sexual, hecho que pudo jugar un papel esencial en la realización de las pruebas de cribado de muestras anales.
Los resultados del presente estudio muestran la necesidad de seguir mejorando en las pruebas de cribado de ITS rutinarias, especialmente en el este de Europa. Las clínicas de salud sexual o los centros de cribado orientados a GBHSH pueden favorecer la accesibilidad y la realización de un conjunto completo de pruebas. Cabe destacar que el estigma y la discriminación juegan un papel esencial en el acceso a buenos cribados de ITS, hecho que puede observarse claramente en el presente estudio, ya que las zonas con peores tasas de cribado –básicamente la Europa del este- suelen ser aquellas en las que suelen haber más problemas con la tolerancia de la diversidad sexual.
Fuente:Aidsmap / Elaboración propia (gTt-VIH).
Referencia: Doran J et al. An update on the performance of STI services for gay and bisexual men across European cities: results from the 2017 European MSM Internet Survey. Sexually Transmitted Infections, online ahead of print, 3 November 2020.
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