CROI 2015: Un estudio con parejas de hombres gais serodiscordantes no registra ningún caso de transmisión del VIH

Los resultados provisionales del estudio sugieren un riesgo bajo de transmisión del virus dentro de la pareja, aunque no se puede concluir que sea inexistente

Jesús Damieta
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LOGO CROI 2015 - El estudio australiano Opposites Atract, realizado con parejas gais serodiscordantes (en la que uno de los compañeros tiene VIH y el otro no), no ha registrado ningún caso de transmisión de la infección por VIH dentro de la pareja durante el primer año de análisis. Los resultados preliminares del estudio se han presentado en la XXII edición de la Conferencia sobre Retrovirus en Infecciones Oportunistas celebrada la semana pasada en Seattle (EE UU).

Las conclusiones provisionales de este estudio, anunciado en 2012 e iniciado a finales de 2013, coinciden con las del estudio PARTNER, otro estudio sobre parejas gais de mayor tamaño en las que tampoco se detectó ningún caso de transmisión en 16.400 episodios de sexo anal (véase La Noticia del Día 14/03/2014).

Para la realización del análisis, todavía abierto a nuevas inscripciones, se está contando con parejas homosexuales masculinas serodiscordantes, admitiéndose participantes con independencia de sus niveles de carga viral, de si están tomando antirretrovirales para tratar la infección o de la frecuencia de uso declarada de preservativos. Las inscripciones se están realizando en tres ciudades australianas (Sidney, Brisbane y Melbourne), así como en Bangkok (Tailandia) y Río de Janeiro (Brasil). El estudio se prolongaría durante el año en curso, aunque ya se ha solicitado una extensión del mismo hasta finales de 2016.

A finales del primer año, en diciembre de 2014, se había logrado incorporar al estudio a 135 parejas procedentes de Australia, 52 de Bangkok y 47 de Río. La mediana de la edad fue de 36 años (sin diferencias significativas entre aquellos participantes con VIH y aquellos sin VIH). Muchas de las relaciones de pareja eran de inicio relativamente reciente, con un 39% formadas durante el último año, un 33% formadas entre uno y cinco años antes y un 28% formadas hace más de cinco años. Al comienzo del estudio, la mayoría de los participantes con VIH (84%) estaban tomando antirretrovirales y, de estos, un 83% presentaban cargas virales indetectables (lo que representa un 70% del total de hombres con VIH del estudio).

Dado que el proceso de incorporación de participantes continúa abierto en la actualidad el análisis de datos presentado se realizó considerando a las primeras 152 parejas incorporadas que hubiesen acudido, al menos, a una visita de seguimiento. De estas 152 parejas, 88 (58%) refirieron prácticas sexuales sin preservativo durante el último año, sumando un total de 5.905 episodios, lo que hace una media de 67 por pareja. De estas 5.905 relaciones, el hombre sin VIH adoptó el rol insertivo el 60% de las veces y el receptivo el 40%. Hubo pocos episodios de sexo anal sin preservativo en que el compañero con VIH supiera que tenía carga viral detectable (por encima de las 200 copias/mL), cifra que ascendió a 237 episodios, lo que representa un 4% del total de episodios de sexo sin preservativo.

Hasta la fecha no se ha registrado ninguna transmisión del VIH dentro de la pareja, lo que se comprobaría, en el caso de producirse nuevas infecciones, con la realización de análisis genéticos del virus para comprobar si coincide con el del compañero.

El número de relaciones monógamas no fue muy elevado (un 43% de los participantes calificaron su relación como “no monógama”), y la tasa de infecciones de transmisión sexual (ITS) resultó alta (11% entre las personas con VIH y 7% entre las personas sin VIH), lo que hace factible que se produzcan transmisiones del VIH sin la participación del compañero habitual.

Dado el número relativamente pequeño de parejas de que dispone el estudio hasta la fecha y de los pocos episodios de sexo sin preservativo registrados es necesario que los investigadores establezcan en qué grado la ausencia de transmisiones del virus encontrada hasta la fecha resulta representativa, dado que es muy distinto una probabilidad baja de transmisión a un riesgo inexistente.

De forma preliminar, los autores del estudio calcularon que el riesgo de transmisión del virus por prácticas sexuales con un compañero con VIH, con independencia de su carga viral, sería del 4%, cifra que se elevaría hasta el 7% en caso de que la persona sin VIH adopte el rol receptivo (intervalo de confianza del 95%). Es importante tener en cuenta que estos valores no representan el riesgo real de infección, sino un intervalo dentro del cual se situaría ese riesgo, por lo que, en realidad, estos resultados son compatibles (aunque no implican) riesgo nulo.

Asimismo, este riesgo es superior al encontrado en el mencionado estudio PARTNER, en el que la tasa de riesgo de transmisión era de un 1% anual, pero es posible que al realizarse análisis posteriores, aumentando el número de participantes, las estimaciones cambien de forma considerable.

Fuente: Aidsmap / Elaboración propia (gTt).
Referencia: Grulich A et al. HIV transmission in male serodiscordant couples in Australia, Thailand and Brazil. 2015 Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI), Seattle, USA, abstract 1019LB, 2015.

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