La mejora del acceso al tratamiento antirretroviral [TARV] ha salvado vidas, disminuido la incidencia tanto de tuberculosis como de nuevas infecciones por VIH, y ha servido para reforzar los sistemas sanitarios en muchos países afectados duramente por este virus. Sin embargo, al reducirse la aportación económica, todos estos progresos se encuentran actualmente en peligro, indica el nuevo informe de MSF: “No Time to Quit: HIV/AIDS Treatment Gap Widening in Africa” (No es el momento de abandonar: La falta de tratamientos contra el VIH/sida se agrava en África).
La escasez de fondos ya ha conducido a que se agotaran las existencias de fármacos en ocho países africanos y a que se tengan que racionar los tratamientos. Además, la mayoría de los países se ven incapaces de adoptar los regímenes antirretrovirales mejorados que propugna la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala el informe.
“Aproximadamente el 75% de la financiación destinada al VIH en los países en vías de desarrollo proviene de fuentes internacionales. Es algo que se puede cambiar a corto plazo”, declaró Mit Philips, un analista de políticas sanitarias de MSF y uno de los autores del informe.
“Incluso en Sudáfrica, uno de los países más ricos de la zona, la puesta en práctica de sus planes para la lucha contra el VIH también tendrá que apoyarse en la ayuda internacional”.
Los donantes dan marcha atrás
La reciente decisión tomada por el Plan de Emergencia del Presidente de EE UU para Paliar el Sida [PEPFAR, en sus siglas en inglés] de congelar su financiación a los niveles de 2009 y reducir las partidas presupuestarias anuales en los próximos años, ya ha provocado que clínicas sudafricanas apoyadas por este Plan hayan empezado a rechazar pacientes.
UNITAID, un mecanismo internacional para la compra de fármacos, va a reducir sus aportaciones, lo que deja a Zimbabue, Mozambique, la República Democrática del Congo y Malaui sin fondos para ofrecer los costosos fármacos de segunda línea para 2012.
El Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria ha comenzado a aceptar solicitudes para la Ronda 10 de financiación, pero por primera vez ha limitado los niveles de fondos, un indicio preocupante de que la sequía de donaciones está lejos de finalizar.
“Una traición moral”
El doctor Eric Goemaere, coordinador médico de MSF en Sudáfrica, calificó de “traición moral” la marcha atrás que han dado los donantes. “Hace años, los países de esta zona [África meridional] no sabían si podrían pagar el tratamiento, pero [la comunidad internacional] les dijo: ‘Estableced objetivos ambiciosos, nosotros aportaremos el dinero’”, declaró a IRIN/PlusNews.
“Si se confirma esta tendencia en la financiación, yo lo consideraría una traición moral (…) a los pacientes, a los que les pedimos que fueran valientes y afrontaran la realización de la prueba porque les daríamos un tratamiento, y al personal sanitario, que consiguió inscribir para recibir tratamiento a más de cuatro millones de personas y al que, de pronto, se le dice que no inscriba a más pacientes”.
El informe predecía que si la tendencia descendente de la financiación continuaba, los antirretrovirales serían cada vez más inaccesibles, lo que conduciría a unas mayores tasas de mortalidad y hospitalización entre las personas con VIH y aumentaría la presión sobre unos sistemas sanitarios ya débiles.
El informe también advertía que los pacientes que reciben TARV pueden adoptar estrategias de riesgo para hacer frente a la escasez del suministro de fármacos, como compartir pastillas, lo que aumenta la posibilidad de que se generalice la resistencia a fármacos.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.