Los autores del estudio (de Estados Unidos y Uganda) señalan que en muchos países de recursos limitados e ingresos medios, las tasas de consumo de alcohol son altas y que la epidemia de VIH está empeorando. Los autores sugieren que la realización de intervenciones para reducir el consumo de alcohol junto con el trabajo de prevención del VIH podría ayudar a reducir el número de nuevas infecciones por VIH.
El alcohol es una droga ampliamente empleada y que millones personas de todo el mundo disfrutan de forma segura. Sin embargo, para muchas personas el consumo de alcohol constituye un grave problema de salud. Un aspecto de esto es su capacidad para reducir las inhibiciones, lo que posiblemente desemboque en la realización de prácticas sexuales de riesgo. El grupo investigadores de la cohorte Rakai realizó un estudio prospectivo para determinar si el consumo de alcohol antes de practicar sexo estaba relacionado con un mayor riesgo de adquirir el VIH y con comportamientos sexuales de riesgo.
El estudio transcurrió entre 1994 y 2002 y contó con aproximadamente 6.800 hombres y algo más de 8.000 mujeres. Todos los participantes tenían edades entre 15 y 49 años y recibieron seguimiento a intervalos de aproximadamente doce meses en los que se realizaba la prueba del VIH. Se reunieron datos sobre características socio-demográficas, comportamientos sexuales de riesgo y de consumo de alcohol en la pasada semana antes de practicar sexo.
Durante el transcurso del estudio, 287 hombres se infectaron por VIH, lo que equivale a 1,4 nuevas infecciones por 100 persona-años. Además, un total de 384 mujeres también se infectó por VIH durante el periodo de observación, lo que equivale a una incidencia de 1,5 nuevas infecciones por 100 persona-años.
Sin embargo, la incidencia de VIH fue menor entre los hombres (0,9 por 100 persona-años) y las mujeres (1,0 por 100 persona-años) que no bebieron alcohol. El consumo alcohol de un miembro de la pareja antes de practicar sexo aumentó la incidencia de VIH a 1,7 por 100 persona-años entre los hombres y 1,5 por 100 persona-años en el caso de las mujeres. Si ambos miembros de la pareja bebieron alcohol antes de practicar sexo, entonces la incidencia se vio aumentada incluso más, hasta el 1,8 por 100 persona-años en el caso de los hombres y 1,9 por 100 persona-años para las mujeres.
Cuando el grupo de investigadores ajustó sus resultados en función de factores sociodemográficos y comportamientos de riesgo, se observó que el consumo de alcohol antes de practicar sexo aumentó el riesgo de adquirir infección por VIH en un 67% para los hombres y un 40% para las mujeres. Si los dos miembros de la pareja consumieron alcohol antes del sexo, entonces el riesgo aumentó en un 58% para los hombres y un 81% para las mujeres.
El grupo investigadores también descubrió una relación entre el consumo de alcohol antes del sexo y los comportamientos de riesgo del VIH, siendo las personas que consumen alcohol un 38% más propensas a declarar un uso inconstante del condón antes del sexo, y un 42% más propensas a declarar un mayor número de parejas sexuales. Los hombres y mujeres casados fueron aproximadamente un 33% más propensos a declarar haber practicado sexo extramarital si habían consumido antes alcohol.
"El consumo de alcohol… estuvo relacionado con un mayor riesgo de adquirir VIH en ambos sexos", comenta el grupo investigadores. Los autores ofrecen dos posibles explicaciones para este descubrimiento. Primero, "el alcohol puede influir sobre el riesgo de adquirir VIH a través de la desinhibición del comportamiento". Sin embargo, también ofrecen una segunda posible explicación, señalando que "es posible que el alcohol pueda influir sobre el riesgo de adquirir VIH al disminuir la regulación del sistema inmunológico tal y como sugieren los estudios realizados in vitro y con simios".
El consumo problemático el alcohol puede tener implicaciones tanto para la persona como para la sociedad y el grupo de investigadores concluye que "en muchos países en desarrollo y en los países de la antigua Unión Soviética y Europa del Este, el consumo de alcohol es habitual y las tasas de incidencia de VIH son altas o están aumentando. Por tanto, diseñar y proporcionar intervenciones para identificar a las personas en riesgo y promover la reducción del consumo de alcohol unido al sexo puede suponer un medio de prevenir el VIH".
Referencia: Zablotska IB et al. Alcohol use before sex and HIV acquisition: a longitudinal study in Rakai, Uganda. AIDS 20: 1191-1196, 2006.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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