La monoterapia con darunavir/ritonavir funciona bien
Dos estudios distintos han evidenciado que una monoterapia con darunavir potenciado con ritonavir (Prezista®) puede resultar una opción viable después de que el paciente haya suprimido antes su carga viral a niveles indetectables empleando una terapia anti-VIH triple (combinando tres fármacos).
El primero de los estudios (MONET) contó con 256 pacientes en Europa. Todos ellos habían mantenido su carga viral por debajo de 50 copias/mL durante al menos seis meses utilizando una combinación de tres fármacos, que incluyó el uso de darunavir/ritonavir.
La mitad de los pacientes fueron elegidos de forma aleatoria para seguir tomando terapia triple, mientras que el tratamiento de la otra mitad consistió, únicamente, en darunavir/ritonavir.
Tras un año, se comprobó que una proporción similar de pacientes en ambos brazos (cerca del 85%) mantenía una carga viral indetectable.
El segundo estudio (MONOI) se realizó en Francia y contó con 225 pacientes. En él también se demostró la ‘no inferioridad’ de la monoterapia con darunavir/ritonavir frente al estándar de tratamiento con tres fármacos.
Atazanavir resulta eficaz tanto potenciado como sin potenciar
Un estudio de dos años ha mostrado que atazanavir (Reyataz®) resulta eficaz -independientemente de si está potenciado o no con ritonavir- a la hora de reducir la carga viral a niveles indetectables, al tomarlo como parte de una terapia antirretroviral triple.
Tras 84 semanas de seguimiento, el 86% de los pacientes que recibían atazanavir sin potenciar presentaba una carga viral inferior a 50 copias/mL, frente al 81% de los tratados con la versión potenciada del fármaco.
Los aumentos en el recuento de células CD4 fueron similares, aunque el estudio evidenció que los pacientes que tomaban atazanavir sin potenciar fueron menos propensos a desarrollar hiperbilirrubinemia como efecto secundario que los que recibían atazanavir/ritonavir (4% frente a 10%). Además, el nivel de colesterol se redujo en las personas a las que se administró el fármaco no potenciado, mientras que aumentó entre las que tomaron la versión potenciada con ritonavir.
El tratamiento anti-VIH a menudo se inicia con retraso en África
Sólo el 42% de los pacientes de Sudáfrica que presentan un recuento de CD4 inferior a 200 células/mm3 en el momento de su diagnóstico inicia su terapia antirretroviral antes de un año. Las directrices de tratamiento anti-VIH sudafricanas determinan que los pacientes deberían empezar su terapia antirretroviral cuando se encuentran enfermos por culpa del virus o presentan un recuento de CD4 de 200 células/mm3 o menos.
Un estudio realizado por el PEPFAR en ocho países del África subsahariana reveló que la mediana en el recuento de células CD4 en el momento en que los pacientes empezaron el tratamiento antirretroviral entre 2005 y 2008 varió entre 115 y 140 células/mm3. Entre los factores relacionados con un inicio más tardío de dicho tratamiento estuvieron el saltarse citas médicas y vivir en un área rural.
El aumento del tratamiento antirretroviral reduce los casos de tuberculosis
El aumento del acceso al tratamiento anti-VIH provocó un descenso del 60% en el número de nuevos casos de tuberculosis diagnosticados en un distrito sudafricano.
En 2008, el 90% de las personas elegibles para recibir terapia antirretroviral (según las directrices de tratamiento sudafricanas), la estaba recibiendo.
La prevalencia de tuberculosis disminuyó del 9% al 4% al aumentar el acceso al tratamiento anti-VIH.
Aciclovir reduce el riesgo de progresión de la infección por VIH y de muerte
Dicho estudio contó con 3.408 pacientes con VIH, que fueron distribuidos aleatoriamente, de forma que un grupo recibió dos tomas diarias de aciclovir (400mg) y el otro, un placebo.
Los pacientes que tomaron el fármaco anti-herpes fueron un 19% menos propensos a necesitar el inicio del tratamiento anti-VIH, un hallazgo que tuvo una significación estadística marginal. Además, fueron significativamente menos proclives a sufrir un descenso en su recuento de CD4 por debajo de 200 células/mm3.
Aunque el tratamiento con el fármaco disminuyó en un 17% el riesgo de transmisión del VIH a una pareja seronegativa, este dato no fue estadísticamente significativo.
El tratamiento exitoso de la hepatitis C mejora el daño hepático en pacientes coinfectados
Los pacientes coinfectados por VIH y hepatitis C que presentan una respuesta exitosa al tratamiento contra el virus de la hepatitis C (VHC) con interferón pegilado y ribavirina experimentan una mejora de su fibrosis hepática y, en algunos casos, de la cirrosis, según un nuevo estudio.
Se observó una mejora del grado de fibrosis en el 36% de los pacientes que mostraron una respuesta sostenida a este tratamiento. Incluso se registraron casos de mejora en el estado de cirrosis.
El análisis estadístico evidenció que el tratamiento anti-VHC exitoso fue el único factor relacionado de forma significativa con una mejora del grado de fibrosis.
Cáncer anal
La tasa de cáncer anal pasó de 11 por cada 100.000 casos en 1995 -antes de que se dispusiera del tratamiento anti-VIH- a 55 por cada 100.000 casos entre 1996 y 2008.
El contar con un diagnóstico de sida y presentar un nivel nadir bajo de recuento de células CD4 fueron factores que estuvieron relacionados de forma significativa con el riesgo de desarrollar esta dolencia.
Un segundo estudio reveló que el 53% de los hombres con VIH que tenían una infección anal por el virus del papiloma humano (VPH) no presentaban las cepas del virus más relacionadas con un alto riesgo de desarrollar cáncer anal.
Este hallazgo sugiere que muchas personas con VIH podrían beneficiarse del uso de las nuevas vacunas que proporcionan un elevado nivel de protección frente a las cepas del VPH más vinculadas con los cánceres genitales.
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