Suficientes estudios han examinado este tema como para que ya exista una clara asociación entre relaciones anales sin protección (también conocidas por su término en inglés barebacking) y uso de drogas recreativas. Sin embargo, decir "asociación" sólo significa que estos comportamientos van juntos con frecuencia: es decir, en general, los hombres que toman metanfetamina son más propensos a practicar sexo anal sin protección. Esto no significa que tomar la droga provoque la práctica de sexo sin protección. La relación exacta entre el uso de droga y comportamiento sexual puede ser más complicada y, hasta la fecha, los estudios no han explicado completamente esta relación.
En este estudio, publicado en la edición de 1 de noviembre de Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes, un grupo de investigadores empleó distintos tipos de análisis para arrojar más luz respecto a cómo el uso de la droga afectaba al comportamiento sexual de los hombres. Los autores descubrieron que los hombres fueron más propensos a practicar sexo anal sin protección en los momentos en que estaban usando metanfetamina u otras sustancias que en los momentos en los que no las tomaban.
El grupo de investigadores (de la universidad de California, San Diego y otros centros de San Diego y Los Ángeles [todos ellos en EE UU]) examinaron a 194 hombres que habían practicado sexo con otros hombres en el último año. La edad media de los hombres fue de 35 años, en su mayoría de raza blanca (cerca del 70%), en su mayoría gay (94% y el resto había practicado sexo con hombres y mujeres) y con buena educación (aproximadamente el 48% tenía educación de nivel universitario o superior). Todos habían adquirido recientemente el VIH (un promedio estimado de cuatro meses desde la infección). Este grupo de pacientes recientemente infectados fue de especial interés tanto por el hecho de que probablemente se habían implicado en actividades sexuales de riesgo recientemente como porque las cargas virales tienden a ser altas en las personas recién infectadas, lo que las hace más propensas a transmitir la infección a otras personas.
Los participantes proporcionaron información detallada sobre sus tres últimas parejas sexuales, incluyendo el tipo de sexo que practicaron y qué drogas (en el caso de que así fuera) habían empleado (el consumo de alcohol no fue medido, y no se pudieron extraer conclusiones sobre el riesgo que supone su uso). El uso de drogas fue alto por lo general: el 58% había tomado algún tipo de droga en al menos un encuentro sexual, el 31% había tomado cristal meth, el 32%, poppers (nitrato de amilo), el 25% marihuana, el 13% GHB (gamma-hidroxibutirato) y unos pocos habían empleado otras drogas. El 23% había usado fármacos para tratar la "disfunción eréctil" como sildenafilo (Viagra), vardenafilo (Levitra) o tadalafilo (Cialis).
A continuación, el grupo de investigadores dividió a los hombres en grupos en función de si habían tenido relaciones sin protección con todas (24%), algunas (60%) o ninguna (16%) de sus tres últimas parejas. El uso de drogas recreativas fue menor entre aquellos que no habían practicado en absoluto relaciones sexuales sin protección y mayor entre aquellos que habían practicado relaciones sexuales sin protección con todas sus parejas más recientes. Sin embargo, el uso de fármacos para la disfunción eréctil fue prácticamente el mismo en todos los grupos.
El componente más exclusivo del estudio fue un análisis de los hombres que sólo habían practicado relaciones sexuales sin protección parte del tiempo, para observar las diferencias entre sus encuentros sexuales "seguros" y "no seguros". El uso de drogas recreativas fue mucho más habitual durante los encuentros de barebacking, especialmente cristal meth (5,3 veces más habitual), marihuana (5,7 veces), múltiples drogas (3,8 veces) y poppers (2,6 veces) .
Uso de metanfetamina relacionado con la práctica de sexo sin protección
El grupo investigadores declaró que "en todos los análisis, el factor de predicción más importante de la práctica de sexo anal sin protección entre las tres últimas parejas sexuales fue el uso de metanfetamina, lo que sugiere que la metanfetamina constituye un factor de predicción independiente de transmisión del VIH. Que sepamos, nuestro estudio es el primero que demuestra que la metanfetamina está relacionada con el sexo anal sin protección entre HSH recientemente infectados por VIH, aunque controlando por factores individuales… Considerando la alta capacidad de transmisión del VIH durante la infección temprana, estos análisis sugieren que la metanfetamina puede contribuir de forma significativa a la transmisión del VIH de HSH recién infectados a otras personas".
¿Y el uso de marihuana y poppers?
Otros estudios no han sido concluyentes sobre si el uso de marihuana está relacionado con un mayor riesgo sexual. En este estudio, aunque se encontró una relación entre consumo de marihuana y práctica de relaciones anales sin protección, el grupo de investigadores afirma que "más de la mitad de los consumidores de marihuana también toman metanfetamina, lo que sugiere que las relaciones entre las prácticas de sexo anal sin protección y el consumo de marihuana puede ser producto de una superposición", es decir no debido realmente al propio consumo de marihuana.
A pesar de que el creciente uso de poppers en los encuentros de bareback, el grupo de investigadores descubrió que la relación era "ambigua": "la falta de relación entre práctica de sexo anal sin protección y consumo de poppers ha sido demostrada previamente… los poppers pueden ser menos propensos que otras sustancias a contribuir directamente en la práctica de relaciones anales sin protección.
¿Un papel para los fármacos que tratan la disfunción eréctil?
Curiosamente, el grupo de investigadores descubrió que los fármacos para tratar la disfunción eréctil eran empleados más habitualmente para practicar sexo sin protección que sexo seguro (13,8 veces), pero sólo con la principal pareja sexual de la persona (novio, compañero) no con otras parejas ("casuales"). Los autores también señalan que el uso de fármacos para la disfunción eréctil varía según el papel sexual (pareja insertiva o "activa" frente a receptiva o "pasiva"), ya que las parejas receptivas (pasivas) no necesariamente tienen que preocuparse por tener una erección, aunque no dispusieron de datos suficientes para examinar este tema en más profundidad.
Conclusión
Los autores concluyen que su estudio “contribuye a la comprensión global del uso de drogas y las relaciones sexuales anales sin protección mediante (1) la corroboración de estudios previos que demuestran la existencia de un vínculo entre metanfetamina o [fármacos para la disfunción eréctil] y comportamiento sexual de riesgo, (2) la clarificación de que probablemente exista una relación directa entre determinadas drogas y las relaciones anales sin protección y (3) la proporción de indicios de que el uso de metanfetamina, [fármacos para la disfunción eréctil], y posiblemente otras sustancias ilegales, quizá contribuyan en la transmisión del VIH”.
Referencias: Drumright L et al. Unprotected anal intercourse and substance use among men who have sex with men with recent HIV infection. J Acquir Immune Defic Syndr. 43(3): 344-350, Nov 1 2006.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
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