“El mayor tamaño del prepucio constituye un factor de riesgo de adquirir el VIH en hombres no circuncidados”, comenta el equipo de investigadores.
Diversos estudios africanos han evidenciado que los hombres circuncidados presentan un menor riesgo de infección por VIH que los no circuncidados. El estudio de Rakai fue uno de ellos, y descubrió que los varones que se sometieron a la circuncisión al comienzo del estudio mostraron un riesgo de infección un 48% menor que el de aquéllos elegidos aleatoriamente para no circuncidarse [en ese momento].
Investigadores del estudio sobre circuncisión de Rakai plantearon la hipótesis de que el tamaño del prepucio podía estar relacionado con un mayor riesgo de infección por VIH, debido al hecho de ofrecer una superficie con células vulnerables al virus.
En consecuencia, se analizó a los participantes en el ensayo clínico que hubieran tomado parte previamente en un estudio de cohorte para ver si se podía detectar alguna relación entre el tamaño del prepucio, medido en el momento de la circuncisión, y el riesgo de adquirir VIH antes de que esos hombres se sometieran a la intervención.
Se realizó un análisis retrospectivo contando con los hombres que habían sido inscritos en un principio en el estudio de cohorte comunitaria de Rakai y que se sometieron a una prueba del VIH al inicio del mismo y que, posteriormente, recibieron un seguimiento a lo largo de una mediana de cuatro años antes de entrar en el ensayo clínico y someterse a una circuncisión médica.
El estudio contó con 965 hombres. En el ensayo clínico fueron distribuidos de forma aleatoria para ser circuncidados de forma inmediata o para retrasar la intervención dos años.
El área del prepucio se midió en centímetros cuadrados (cm2), multiplicando la longitud del prepucio por el ancho.
Más adelante, se clasificaron estas áreas en cuatro cuartiles:
- Área situada entre el 25% más pequeñas (7-26,3cm2).
- Área entre el 26-50% (26,4-35cm2).
- Área entre el 51-75% (35,1-45,5cm2).
- Área por encima del 75% (45,6-99,8cm2).
Se produjeron 48 nuevas infecciones por VIH. La mediana del área del prepucio fue superior en los pacientes infectados por VIH, en comparación con la de los que no contrajeron el virus (41,5 frente a 35,0cm2).
Además, la media del área del prepucio fue significativamente superior entre los pacientes seroconversores que entre los que no (43,3 frente a 36,8cm2).
El equipo de investigadores también señaló que los hombres de 24 años o menos presentaron áreas más pequeñas de la piel del prepucio que los de casi 30 años y que los que ya se encontraban en la treintena y la cuarentena.
La incidencia de VIH fue menor entre los varones cuya superficie del prepucio se situó en el cuartil más bajo (0,8 por cada 100 persona-años), y esa incidencia aumentó al hacerlo el área del prepucio, llegando a una incidencia de 2,48 por cada 100 persona-años entre los participantes situados en el cuartil más alto (p <0,01 para la tendencia).
Tras realizar un ajuste teniendo en cuenta posibles factores de confusión, los autores de la investigación descubrieron que los hombres cuyo prepucio tenía una área superior a 45,6cm2 presentaron un riesgo significativamente mayor de infectarse por VIH en comparación con los que tenían el prepucio con el área más pequeña (cociente de riesgo ajustado [CRA]: 2,37; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,05-5,31; p= 0,04).
Los hombres de 25 años o más (p= 0,01), los que tuvieron un menor nivel educativo (p= 0,03) y los católicos (p= 0,01) también presentaron un mayor riesgo de seroconversión al VIH.
“Hemos descubierto que el área media del prepucio en los hombres seroconversores al VIH fue significativamente mayor que entre los que no se infectaron, y que el riesgo de adquirir el virus se vio incrementado de forma significativa en los hombres cuya superficie de prepucio se situaba en el cuartil superior, en comparación con los que estaban en el cuartil más bajo”, escriben los autores.
Por último, los investigadores concluyen: “Un área de prepucio más grande se relacionó con un mayor riesgo de adquirir el VIH”, un hallazgo que los responsables del estudio sugieren que tiene repercusión para el personal que realiza la circuncisión, que “debería evitar dejar una cantidad excesiva de tejido residual del prepucio tras la intervención”. Aunque es un problema particular con el procedimiento que emplea fórceps, utilizado en el estudio, ya que deja un residuo de tejido mucosal de hasta 1cm, los autores también indican que esta superficie residual sigue siendo sustancialmente más pequeña que la calculada en el grupo de menor riesgo en este estudio.
Referencia: Kigozi G, et al. Foreskin surface area and HIV acquisition in Rakai, Uganda (size matters). AIDS. 2009; 23: 2.209-2.213.
Traducción: Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt).
Suscríbete a los boletines
Utiliza este formulario para suscribirte en los diferentes boletines. Si tienes cualquier problema ponte en contacto con nosotros.
Al continuar, confirmas que has leído el aviso legal y aceptas la política de privacidad.