XVIII Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas, martes

Boletín de NAM con motivo de la edición de 2011 de la CROI (Boston, EE UU).

Martes, 1 de marzo de 2011

Tratamiento anti-VIH: La terapia genética experimental, un primer paso hacia la ‘cura’

La terapia genética puede prevenir que las células se infecten por VIH, lo que señala un posible camino hacia la curación.

Un equipo de investigadores de la organización Quest Clinical Research de San Francisco (EE UU) empleó una terapia genética para producir células que carecían del correceptor CCR5, utilizado por el VIH para entrar en las células.

Su investigación se inspiró en el estudio de los “controladores de élite“, un grupo de personas con VIH que son capaces de mantener su sistema inmunitario en buen estado y una carga viral indetectable sin necesidad de tomar terapia antirretroviral. Estos pacientes no presentan el correceptor CCR5 en sus células.

El pequeño estudio de fase I contó con la participación de seis pacientes con VIH. Todos ellos estaban tomando tratamiento anti-VIH y mostraban una carga viral indetectable. Sin embargo, habían experimentado una mala respuesta inmunitaria a la terapia y sus recuentos de linfocitos CD4 se encontraban en una franja entre las 200 y las 500 células/mm3.

Se extrajeron muestras de sangre de los participantes, se filtraron las células-T y se volvió a inyectar la sangre en los pacientes. Estos linfocitos filtrados fueron tratados en el laboratorio con un tipo de tecnología genética denominada ‘del dedo de zinc’, capaz de deshabilitar el mencionado correceptor en estas células.

La modificación de las células resultó un éxito en la cuarta parte de los casos y fueron reintroducidas en los pacientes.

Cinco de los seis participantes registraron unos grandes aumentos en su recuento de células CD4 y experimentaron una mejora de su perfil inmunitario.

Tres meses más tarde, el 7% de sus linfocitos CD4 carecían del correceptor CCR5.

Los autores hacen hincapié en que aún es demasiado pronto para hablar de una cura, pero creen que sus resultados constituyen una prueba de concepto y se prevé la realización de más estudios.

Otro ensayo aparte evidenció que la terapia genética también tuvo éxito en la alteración de algunas células que presentaban el correceptor CXCR4. El VIH con tropismo CXCR4 normalmente se encuentra en pacientes con amplia experiencia en la toma de fármacos antirretrovirales, o que han enfermado debido al virus. El efecto protector resultó patente a los 14 días después de la reinfusión de las células, aunque se desvaneció con el tiempo.

Véase el webcast de esta sesión en el sitio web oficial de la conferencia.

Tratamiento anti-VIH y tuberculosis: Empezar pronto cuando el recuento de CD4 es bajo

Iniciar el tratamiento antirretroviral poco después de la terapia antituberculosa reduce el riesgo de muerte entre los pacientes con recuentos muy bajos de células CD4.

Se ha suscitado un gran debate en torno al mejor momento para comenzar la terapia antirretroviral en pacientes que sufren tuberculosis.

El riesgo de que se produzcan interacciones entre fármacos o de desarrollar el síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria (SIRI) supone que, normalmente, se retrase el inicio de la terapia anti-VIH hasta que la tuberculosis está controlada.

No obstante, existe la preocupación de que esto se traduzca en que los pacientes cuyo sistema inmunitario es muy débil corran un elevado riesgo de fallecer.

Actualmente, se ha comprobado en dos estudios clínicos de distribución aleatoria que el comienzo de la terapia antirretroviral en las cuatro primeras semanas de tratamiento antituberculoso reduce las tasas de mortalidad, pero solo en el caso de los pacientes cuyo recuento de CD4 esté por debajo de 50 células/mm3.

El estudio SAPIT, llevado a cabo en Sudáfrica, evidenció que los pacientes con VIH y tuberculosis que tenían un recuento de CD4 muy bajo y que recibieron una terapia antirretroviral temprana fueron un 68% menos propensos a fallecer que aquellos con un perfil inmunitario similar, pero que retrasaron el inicio del tratamiento anti-VIH.

El estudio internacional ACTG 5221 STRIDE arrojó unos resultados parecidos. Las tasas de mortalidad se redujeron de forma sustancial entre los pacientes con un recuento de CD4 inferior a 50 células/mm3 que empezaron el tratamiento anti-VIH en algún momento durante las primeras cuatro semanas de la terapia antituberculosa.

Sin embargo, en ninguno de los estudios se comprobó que el hecho comenzar antes la terapia antirretroviral ofreciera un beneficio en términos de supervivencia para los pacientes con mayores recuentos de células CD4. Además, el inicio precoz del tratamiento aumentó el riesgo de desarrollar SIRI.

Los investigadores consideran que sus estudios dejan patente la importancia que tiene la integración de los servicios de atención del VIH y la tuberculosis.

Pruebas del VIH: La prueba autodiagnóstica, aceptable en Malaui

La realización de la prueba del VIH por el propio interesado resulta aceptable y parece presentar diversas ventajas, según evidencia un estudio efectuado en Malaui.

Las personas emplearon pruebas orales del VIH y se llevaron a cabo análisis de confirmación en todos los casos.

Se considera que el aumento de las tasas de realización de pruebas del VIH es un aspecto clave para controlar la epidemia. Sin embargo, solo la quinta parte de la población de Malaui se había sometido a un test del VIH en 2009.

Se está estudiando la realización de pruebas por parte de la propia persona interesada como una forma de mejorar la aceptación de los análisis diagnósticos.

Un estudio efectuado en Blantyre reveló que muchas personas encuentran aceptable esta estrategia. A los participantes se les ofreció la opción de realizar una prueba en la clínica o un autodiagnóstico y el 93% se decantó por la segunda opción.

Casi todos los pacientes coincidieron en que la prueba de autodiagnóstico fue fácil, si bien un 10% cometió errores en el proceso.

Las personas mostraron su confianza en la exactitud del resultado y declararon que se lo recomendarían a sus familiares y amigos.

Los participantes consideraron que este método ofrecía diversas ventajas, como por ejemplo la privacidad y la facilidad para animar a otros miembros de la familia a que se la realizaran.

No obstante, también surgieron ciertas reservas acerca de la prueba autodiagnóstica, sobre todo en relación con el apoyo a las personas que obtienen un resultado positivo.

Prevención del VIH: PPrE

La profilaxis preexposición (PPrE) con Truvada® (FTC [emtricitabina] y tenofovir) sigue siendo eficaz aunque la exposición implique la presencia de virus resistentes a FTC.

Un estudio con animales demostró que el fármaco resultó eficaz incluso cuando estaban presentes virus con la mutación de resistencia M184V. Los monos que recibieron Truvada® no se infectaron cuando fueron expuestos a cepas de VIH resistentes.

“La exposición a virus resistentes a fármacos no está relacionado necesariamente con el fracaso de la PPrE”, afirmó el equipo de investigadores.

Prevención del VIH: Microbicidas

Es posible que los microbicidas vaginales tengan que ser reformulados para su uso rectal.

Los investigadores han probado el empleo de un gel con tenofovir como microbicida rectal en 18 voluntarios sin VIH. El gel es idéntico al que ya había demostrado su eficacia en su aplicación por vía vaginal.

El uso del gel por vía rectal fue eficaz, ya que impidió la infección de las células por el VIH en el 80% de los casos.

Sin embargo, ocasionó efectos secundarios desagradables, especialmente calambres estomacales. Solo la cuarta parte de los participantes en el estudio declararon estar contentos con su utilización. De todos modos, el 75% afirmó que estaría dispuesto a volver a emplearlo si les protegía frente al VIH.

Prevención del VIH: Circuncisión

El efecto protector de la circuncisión frente a la infección por VIH puede ser aún mayor de lo que se pensaba.

En la CROI, se presentó una actualización de los resultados del estudio de Rakai. El ensayo fue interrumpido a principios de 2006 después de que un análisis interino evidenciara que la circuncisión había reducido en un 50% el riesgo de infección por VIH.

El análisis realizado tras el estudio ha mostrado que, desde entonces, el 80% de los hombres que habían participado en el grupo de control ha optado por someterse a una circuncisión.

Se comprobó que, en general, esta intervención redujo hasta en un 73% el riesgo de infección por VIH.

Se produjo un aumento en la proporción de hombres que declaró que nunca utilizaba condones o que lo hacía de forma irregular. No obstante, los investigadores consideran que esto se debe la escasa disponibilidad de los preservativos, más que a una reducción de las inhibiciones a causa de la circuncisión.

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